Como una imagen puede decir más que mil palabras, acudimos a ella para ilustrar el estado deplorable del vial que enlaza, desde la zona este de la ciudad, con el puente peatonal erigido sobre el río Guaso y que da acceso a la urbe por la calle Bernabé Varona esquina a Agramonte.
Obsérvese el desnivel de la pequeña entrecalle, los huecos con vertidos en zanjas y las piedras “vivas” que dificultan el caminar.
Son apenas 150 metros tortuosos que obligan al caminante a realizar malabares. Hay limitaciones de recursos, pero no es para tanto. Si no se puede pavimentar, porque no hay asfalto, al menos, debiera nivelarse y/o cubrirse con gravilla.