La siembra de caña, tarea determinante para la producción de azúcar, recibe un fuerte impulso de los trabajadores del sector azucarero en la provincia, con el apoyo de fuerzas de los diferentes organismos.

El objetivo es aprovechar al máximo la humedad dejada al suelo por las lluvias, que desde fines de septiembre han estado presentes en el territorio, y recuperar lo más posible el atraso en el plan anual.

Con ese interés están sembrando la gramínea prácticamente todas las bases productivas, si bien la tarea se potencia en las ubicadas en Manuel Tames, que es donde menos caña existe, comparado con el municipio de El Salvador, lo que provoca un desbalance cañero en la ejecución de las zafras, explicó Juan Carlos Martínez Azahares, director de la Empresa Azucarera Guantánamo.

En esa línea de prioridad mencionó a las bases productivas Manuel Sánchez, 21 de Septiembre, Victoria de Girón, Honduras y La Esperanza.

La Empresa se había planificado sembrar en el año 960 ha, una meta muy insuficiente, de acuerdo con el deterioro del fondo de tierra cañero, y a la necesidad de liberarse del traslado de gramínea desde Santiago de Cuba.

Hasta el momento, motivado por la intensa sequía que afectó la provincia en las postrimerías de septiembre, solo se han alcanzado 420 ha, panorama que debe mejorar en lo adelante con el esfuerzo en curso y concluir el año con unas 700 ha, argumentó Martínez Azahares.

Tal vez -comentó- pudiéramos aproximarnos a las 800 ha, pues cuando ya no contemos con los beneficios de las precipitaciones, sembraríamos en áreas bajo riego, de las que totalizamos unas 180 ha.

El deterioro del fondo de tierra para caña en la provincia es tal, que en su recuperación exige sembrar unas 2 mil o 3 mil ha durante varios años, significó el director de la Empresa Azucarera.

Para el avance de la actividad, la Empresa sumó ahora un nuevo equipo que garantiza alistar la tierra demandada.