Una nube de mosquitos ataca, no pican, más bien “muerden” a los hombres que el crepúsculo caimanerense sorprendió en la cima de los postes del alumbrado público, instalando cables, aisladores, crucetas…
Los linieros trabajan unas 12 horas diarias y son los protagonistas principales de los cambios y avances en cada jornada que exhibe la recuperación eléctrica en Guantánamo.Llevan 12 horas de trabajo continuo y solo han bajado a alimentarse, hidratarse y arrancar algunos gajos a la floresta circundante para, inútilmente, espantar los Culex, Anófeles y quizás Aedes que, hábidos de sangre, se les vienen encima en la zona de Cayamo, donde persistieron hasta dejar iluminada Caimanera.
Es una de muchas historias por estos días protagonizada por los más de 600 eléctricos guantanameros que, con ayuda popular y de organismos integrados a brigadas mixtas, encaran la recuperación energética de la provincia, donde Melissa dejó un rastro de 149 postes fracturados o derribados y 56 transformadores dañados.
Eso significó la interrupción del servicio a 181 mil 765 clientes, de los cuales 112 mil 539 ya tenían restablecido el servicio, al intercambiar este lunes con Ernesto García, director en funciones de la Empresa Eléctrica en Guantánamo. De acuerdo con el funcionario, en ese instante la recuperación estaba al 86 por ciento en Maisí, Baracoa 85, Guantánamo 83, Caimanera 76,9, El Salvador 24, Niceto Pérez 18 y en cero en San Antonio del Sur, Imías, Manuel Tames y Yateras. Esa verdad, ya no lo es hoy, ni lo será cuando Venceremos esté en sus manos. Digamos, por ejemplo, que en la noche del miércoles la situación era muy distinta: Baracoa y Maisí que esperaban por grúa para reparar la estructura de una torre de la línea de 110 kV que las alimenta desde Holguín, ya estaban conectadas al Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
Por su parte, San Antonio del Sur, Imías, Manuel Tames y Yateras habían recibido en sus respectivas subestaciones la corriente de 33 kV y encendían sus luminarias por el tiempo de suministro. Se cumplía una primera fase de la estrategia de recuperación, llegar con energía a todas las cabeceras municipales guantanameras.
El huracán Melissa destruyó 149 postes y dañó 59 transformadores.No hay varita mágica y, por supuesto, todo no se alumbra en un santiamén. Cuando las autoridades especializadas y el Consejo de Defensa Provincial hacen diario balance surgen nuevos desafíos. El miércoles -un poquito más actualizado en el panorama transformador- se estimaban los avances provincialmente al 72 por ciento, mientras Baracoa y Maisí exhibían 86 por ciento y Guantánamo 85, y se aprestaba a “meterle definitivamente el pecho” al reparto Obrero y San Justo, el desafío mayor.
Imías ya cerraba con el 98 por ciento de avance en la recuperación eléctrica; Caimanera al 94, con el reto de terminar este viernes en Hatibonico, zona de “feroces” mosquitos; Manuel Tames al 74; San Antonio del Sur con el 23 por ciento “miraba” la oscuridad de Puriales y Guaibanó), mientras El Salvador con el 24 por ciento de avance marcaba entre sus desafíos a Costa Rica.
Niceto Pérez había restablecido energéticamente el 18 por ciento de sus pobladores y dirigía sus fuerzas a la reparación de caminos para poder llegar con la luz de los linieros a El Silencio, Maca y Casimba, y Yateras, que marcaba matemáticamente cero por ciento, Ernesto García, director en funciones, aseguraba que desde el jueves tendría otro panorama.
Sin varita mágica, todo con mucho trabajo, abnegación y entrega de hombres que, a las 5:30 am de cada día, están en pie y cumplen jornadas de más de 12 horas haciendo avanzar la estrategia que ya llegó con las líneas de 33 kV a las subestaciones municipales.
Ahora se expande la luz que inicialmente, a horas de haberse ido Melissa y en la medida de las posibilidades recuperativas de daños, comenzó a entregarse por circuitos, muy disminuida y generando criterios, cuestionamientos, incomprensiones. Valía a partir de ese momento la decisión del Comandante en Jefe Fidel Castro de crear territorialmente los grupos de generación distribuida.
Guantánamo, con sus baterías de diésel (25 MW) y fuel oil (15 MW), desconectado totalmente del SEN, comenzó a producir electricidad “en microsistema o Isla”. La capacidad de generación nominal es 40 MW, pero la disponibilidad de los dos tipos de combustible no permite mantener ese ritmo 24 horas, por lo que la entrega se reduce para mantener la vitalidad el día entero.
Por eso se redujo el servicio en rotación a dos horas, mientras la provincia recibía el reabastecimiento, y así mantener funcionando las baterías y la generación en Isla, que beneficiaba a los circuitos recuperados, 43 de 77 hasta el miércoles en el municipio de Guantánamo.
Ernesto García: “Ya vemos la luz de la recuperación en medio de tanta oscuridad que dejó Melissa”.Una pregunta se impone: …Y los parques fotovoltaicos, sus 22 MW… Ernesto García se introduce en diálogo técnico que intenta simplificar: “Los parques fotovoltaicos aportan, pero de forma limitada, porque no están diseñados para constituir generación base y no regulan los parámetros que necesitan los clientes, de lo cual se encarga la batería diésel. Para que se entienda -dice y prosigue:
“Si la batería diésel tiene 11 MW de disponibilidad y en el parque la radiación solar llega a mil W por metro cuadrado, el parque producirá 19 o 20 MW, se va por encima de la batería diésel y la saca de sistema. Eso no puede suceder y tiene que controlarlo el Despacho de Carga, si no perdemos el sistema”.
Otros circuitos aún esperan porque cayeron, con sus cables, 149 postes y se dañaron 59 transformadores, situación cambiante también, pues de los primeros merma constantemente la cifra y de los segundos el país entregó 25, se recuperan otros localmente y asiste a la provincia el taller de esos equipos en Manzanillo, Granma, a pesar de los daños sufridos por aquellos lares.
Pero como apuntara José Martí, nuestro Héroe Nacional: “Los hombres se dividen en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y deshacen". En esta historia, de tristes y excepcionales acontecimientos, también están presentes, mientras muchos dedican horas a la recuperación, otros las dedican a frenarla, dañarla, entorpecerla.
El robo de cables compromete la recuperación, por no haber en existencia para reponerlos. Son hechos delictivos que deben castigarse con todo el peso de la ley, por las graves circunstancias en que se ejecutan.El robo de cable no es aislado ni casual, tiene fines de lucro o de daño premeditado, y en las actuales circunstancias introduce un grave problema, por no disponerse de esos conductores para reponerlos y restablecer el suministro energético, por lo que se llama a la población a cuidarlos, protegerlos y preservarlos.
Las leyes tipifican esas conductas delictivas en el Código Penal, que define como Hurto, en el mejor de los casos, el proceder de quien sustraiga una cosa mueble de ajena pertenencia, con ánimo de lucro y prevé sanción privativa de libertad de tres a ocho años, si el hecho produce un grave perjuicio.
Interpretado como Robo con fuerza en las cosas, la sanción es de tres a ocho años, si se emplea fuerza sobre la cosa misma, o la acción se hace aprovechando la ocurrencia de un desastre, peligro inminente de este, calamidad pública o cualquiera otra situación de esa naturaleza.
Otra tipicidad que puede calificar este actuar es el Sabotaje, que señala sanción de privación de libertad de siete a 15 años a quien, con el propósito de impedir u obstaculizar su normal uso o funcionamiento, o a sabiendas de que puede producirse este resultado, destruya, altere, dañe o perjudique (…) fuentes energéticas, obras hidráulicas, vías y servicios de transporte terrestre, de transmisión de energía, de las telecomunicaciones y la información y la comunicación, sus servicios y redes físicas y digitales.
Pero contra todas las adversidades, la recuperación eléctrica avanza, sus hombres no ceden ante el cansancio y eso obliga a atenderlos bien, a no permitir descuidos que provoquen accidentes, brindarles todo el apoyo que merecen por el gran servicio que prestan a la ciudadanía.
¿Cuándo terminan? No hay varita mágica, pero el propósito se acerca, la situación cambia cada día. Ya Baracoa y Maisí tienen al SEN, y Guantánamo dejó listo los conductores que desde Santiago de Cuba (San Luis) deben traer la corriente de 110 kV para que el resto de los municipios se alimenten cuando todos los daños estén definitivamente corregidos.




