Miles de palestinos que quedaron varados en Egipto durante semanas tras el cierre del paso fronterizo de Rafah, en la turbulenta península de Sinaí, noreste, comenzaron a retornar hoy a la franja de Gaza.
El gobierno egipcio decretó una reapertura de dos días del cruce fronterizo para desalojar a los palestinos de la zona, donde rigen el estado de emergencia y un toque de queda de 12 horas tras la creación de un área tapón de un kilómetro de profundidad por 10 de largo.
La medida fue impuesta a fines del mes pasado después de sendos ataques contra un puesto militar y un punto de control de la Policia que dejaron 32 bajas en las filas oficiales, el más mortífero desde el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Morsi en julio del año pasado.
Los ataques fueron reivindicados por el grupo armado islamista Ansar Beit Al Maqdis (ABM), ahora obediente al Estado Islámico, el movimiento extremista que controla zonas en Iraq y Siria y está implantado en Túnez y Libia. Las autoridades egipcias sospechan que ABM recibe apoyo logístico y en hombres desde la franja, regida en la práctica por Hamas, el movimiento islamista palestino al que se vincula con la Hermandad Musulmana.
