Imprimir

Delitos administracion justicia¿Qué es el Derecho? La pregunta puede parecer capciosa, en tanto todos tenemos una aproximación de lo que es, en las diferentes acepciones conceptuales no podrá faltar como denominador común que es una ciencia jurídica.

 

Para poder responder con prudencia a una definición desde la modernidad, diría que es: “Un sistema u orden normativo e institucional que regula la conducta externa de las personas, inspirado en los postulados de justicia y certeza jurídica que regula la convivencia social y permite resolver los conflictos de relevancia, pudiendo imponerse coactivamente”.

 

No es académica, no fue consultada la enciclopedia jurídica, ni tampoco los tratados de la especialidad, me remití a mis notas de clase en la universidad y encontré la que me ofreció el eminente y honorable profesor Dr. Ulises Vaquero Bremier, cuando me confesó que eso para él es el derecho- y yo lo asumí así.

 

Ahora bien, como palabra derivada de la voz latina directum, significa lo que está conforme a la regla, a la ley, a la norma. En cualquier caso más allá de la racionalidad filosófica, el derecho en tanto regulador de las conductas sociales, no existió sino hasta el surgimiento del estado con la formación esclavista, primero en Roma y después en Grecia y ha transitado por diferentes momentos o etapas en su desarrollo hasta nuestros días.

 

Por ejemplo, las sociedades árabes, africanas e incluso latinoamericanas tienen una cosmovisión muy diferente en la aplicación de esta ciencia y es lógico que así sea.

 

Supongamos que mañana de golpe amaneciéramos sin el Derecho, sin ese necesario e imprescindible conjunto de normas jurídicas: la sociedad fuera un caos, un desorden, una anarquía, predominando la ley del más fuerte. De pronto todo lo que proporcionaba legalidad y justicia, deje de existir para nosotros. Ni pensarlo.

 

Por ello desde tiempos inmemoriales la carrera ha sido refugio seguro de estudio por las más encumbradas celebridades de Cuba y el mundo.

 

En la Isla desde la clarinada que marcó el 10 de abril de 1869 con la Asamblea Constituyente de Guáimaro hombres de la talla ética de Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramante y Loynaz, José Martí Pérez y Juan Gualberto Gómez prestigiaron la profesión con su impronta reflejada en las constituciones mambisas.

 

Con la llegada del siglo xx, ya en otro contexto histórico, pero con similares propósitos libertarios, ha sido herramienta necesaria en la plasmación de las más legítimas aspiraciones de nuestro pueblo que se elevaron al rango de derechos fundamentales de los ciudadanos, reflejados de manera trascendente en la Constitución de 1940 y la aportación en ella del destacado dirigente comunista Blas Roca Calderio, quien sin ser jurista, logró llevar al texto de referencia aspiraciones que constituían demandas del proletariado cubano.

 

Pero si de listar hombres de ley se trata, citemos a Carlos Rafael Rodríguez, Armando Hart Dávalos, Osvaldo Dorticós Torrado y nuestro Fidel que sentó cátedra jurídica con su histórico alegato de autodefensa conocido como La historia me absolverá.

 

Con el triunfo revolucionario de enero de 1959, el naciente gobierno estableció su política social trasformadora de acuerdo a los intereses que el orden económico –político y jurídico perseguía, es entonces cuando el derecho se pone en función beneficiar a través de la ley a las grandes mayorías oprimidas y explotadas, de todas las normas puestas en vigor, la Primera Ley de Reforma Agraria marcó el enfrentamiento directo con el gobierno de los Estados Unidos.

 

Hoy si analizamos las amenazas y desafíos que el entorno nacional nos plantea, ninguna es ajena al derecho. La nueva cruzada subversiva contra el proyecto social cubano, ha utilizado el tema del respeto a los derechos humanos, la violencia de género, el uso de las libertades de opinión, el debido proceso penal y el respeto a los tratados internacionales como armas para realizar campañas de descrédito y manipulación sentando matrices de opinión para promover el aislamiento del país y servir de argumento a partir del uso intensivo y descalificador de las redes sociales como medidas de presión que alimentan la idea de un estado fallido.

 

En estas circunstancias, el derecho como ciencia ha devenido en coraza y escudo de la nación por su capacidad para trasformar los problemas sociales y acompañar de forma efectiva, la protección del orden constitucional, los derechos y garantías de las personas y podemos afirmar con orgullo que ha estado en la primera línea de defensa de la Revolución a través del activismo de sus esforzados juristas, haciendo un importante aporte desde nuestra ciencia al país, asesorando el cumplimiento del cronograma legislativo en marcha, que para la actual legislatura prevé la aprobación de 52 nuevas leyes y 29 decretos ley como normas de rango superior, todo un reto para el derecho y sus juristas.

 

Consolidar el concepto expuesto en el artículo 1 de la Constitución de la República que prescribe. “Cuba es un estado socialista de derecho y de justicia social, democrático, independiente, soberano, organizada con todos y por el bien de todos”…. preside nuestras acciones.

 

La nueva Constitución primero, el Código de las Familias después y la aprobación más reciente de la nueva ley de Comunicación Social han puesto a prueba la inteligencia y el talento de los operadores del derecho.

 

No es un secreto que en los procesos de creación normativa que vivimos, los juristas son quienes tienen la habilidad de ordenar las cosas, como se debe emplear y usar el lenguaje técnico jurídico apropiado para que queden delimitados los espacios de actuación de cada sujeto, los límites y la competencia.

 

El pasado 8 de junio conmemoramos el Día del Trabajador Jurídico. Fue momento oportuno para ratificar en medio de no pocos retos y desafíos la invariable decisión del gremio para desde el derecho seguir empujando el país desde la ciencia y la dogmática, unido al compromiso con el proyecto social de justicia y humanismo de no defraudar la confianza depositada en sus juristas.