La llegada a Italia de siete activistas europeos que participaron en la Flotilla Global Sumud ha generado gran revuelo en la península itálica. Los ciudadanos italianos fueron recibidos con muestras de emoción y solidaridad, mientras compartían sus testimonios sobre el trato recibido por las fuerzas israelíes durante la misión humanitaria.
Según relataron, fueron sometidos a privación del sueño, amenazas constantes con armas de fuego y restricciones severas en el acceso a alimentos. Durante el proceso de intercepción, las embarcaciones fueron atacadas con cañones de agua y los tripulantes tratados como rehenes.
La prensa italiana ha informado que el gobierno recibió denuncias formales por parte de activistas y figuras políticas que participaron en la misión. Las acusaciones apuntan a que la operación fue autorizada por el Primer Ministro israelí, incluyendo el uso de drones y artefactos incendiarios contra las embarcaciones.
Pero todos los activistas no han corrido la misma suerte, muchos aun permanecen presos o han sido deportados a terceros países donde se trabaja para que puedan retornar a sus naciones lo antes posible.
Estos hechos han sido calificados por organizaciones humanitarias como una muestra más de la prepotencia de Israel y de la incapacidad de la comunidad internacional para frenar el genocidio contra el pueblo palestino. En franca violación del derecho internacional y de los más elementales derechos humanos, el Estado israelí arremete sin piedad contra quienes se oponen a la barbarie.
La mano cómplice de Estados Unidos
Sería ingenuo pensar que solo Israel está detrás de los ataques en Gaza y de la represión contra quienes intentan detener esta tragedia. Un informe reciente de la Universidad de Brown, divulgado este martes, revela que Estados Unidos ha destinado más de 21.700 millones de dólares en ayuda militar a Israel en los últimos dos años.
Este financiamiento ha servido para adquirir bombas, cañones de agua y tanques utilizados en las operaciones militares que han causado miles de víctimas civiles. El informe señala que tanto la administración de Joe Biden como la de Donald Trump aprobaron estos fondos sin distinción partidista.
Según el estudio, esta ayuda ha contribuido a un impacto humano devastador: más del 10 % de la población de Gaza ha muerto o resultado herida, mientras millones han sido desplazadas. Para muchos, esta colaboración representa una clara complicidad en el sostenimiento de un conflicto que sigue cobrando vidas inocentes.
Los sucesos con la flotilla son solo una muestra de lo que padece el pueblo palestino, bombardeado, masacrado y privado del acceso a la alimentación y la salud.
Y junto a esto enfrenta la invisibilidad en los grandes medios de comunicación que se asombran del secuestro de activistas y no condenan con la fuerza necesaria la terrible cotidianidad de los palestinos.
Tomado de Cubasi
