Demasiados abastecedores tiene el mercado agropecuario La Punta para que la instalación esté casi permanentemente sin producciones.
La imagen que acompaña esta nota fue tomada el pasado sábado, 22 de noviembre, al filo del mediodía. Ella devela el desabastecimiento casi total presente en el mercado agropecuario La Punta, recinto de gran concurrencia de los guantanameros reabierto el 11 de abril último, después de una importante remodelación.
Su reapertura fue acompañada de la expectativa de brindar un servicio de calidad, avalado por las condiciones del inmueble y las ofertas, que incluyen la venta de cárnicos (casi desaparecidas primero), de condimentos, maíz molido…, las posibilidades de pago por Transfermóvil y precios asequibles, si se comparan con los que determinaban los vendedores privados cuando el mercado los acogía.
Bastaron unos meses para que dichas pretensiones fueran al piso. Otra vez la escobita nueva barrió bien y después lo hizo mal. Nuevo ejemplo de la falta de sistematicidad en la prestación de un servicio, que si no se adoptan medidas urgentes pudiera lanzar por la borda sus sueños.
Y que nadie argumente el daño a las cosechas causado por el huracán Melissa, pues el desabastecimiento viene desde mucho antes. El meteoro pudo agravarlo, pero no lo originó. El mal ya estaba sembrado y se cosechaba.
Cuando en abril escribimos sobre la apertura de la instalación, ubicada en avenida Camilo Cienfuegos y Los Maceo, en la ciudad de Guantánamo, se nos dijo que la responsabilidad de abastecer a la unidad recae en los llamados polos productivos de Arroyo Hondo, Chutines, La Jabilla y Santa María, las cinco Cooperativas de Crédito y Servicios del municipio, el complejo de casas de cultivo tapado de Loma Blanca, el movimiento de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, y los usufructuarios vinculados con la Empresa Municipal Agroindustrial Guantánamo, la encargada del mercado.
Como ven, demasiados abastecedores para que la instalación esté casi permanentemente sin producciones. Ojo con la gestión.
