Tromba foto CubadebateHace unos días, las redes sociales captaron un fenómeno meteorológico impactante que se dejó ver en las costas de La Habana: una tromba marina. Este evento natural llamó la atención de los capitalinos, quienes compartieron imágenes y videos que mostraban la magnitud del suceso.

La información, que circuló en plataformas digitales, dejó a muchos con la boca abierta, demostrando cuán fascinantes -y a veces aterradores- pueden ser estos fenómenos meteorológicos, pero más allá del espectáculo visual las trombas marinas y su relación con casos como la misteriosa lluvia de peces en Honduras nos recuerdan que la naturaleza todavía guarda enigmas que ni la ciencia ni las leyendas han podido descifrar del todo.

Desde la ciencia Las trombas marinas son columnas de aire en rotación que se forman sobre cuerpos de agua, como océanos o lagos extensos. Se desarrollan cuando una nube cumulonimbus entra en contacto con la superficie acuática, generando un vórtice visible. Aunque suelen asociarse erróneamente con tornados, su estructura y mecanismo de formación son distintos.

Estos fenómenos varían en intensidad y tamaño. Si bien generalmente son menos destructivos que los tornados terrestres, pueden producir vientos fuertes y oleaje peligroso, representando un riesgo para embarcaciones y actividades costeras. Su aparición es más frecuente en condiciones atmosféricas inestables, particularmente durante tormentas eléctricas.

Las trombas marinas resultan fascinantes para los expertos en meteorología y los amantes de la naturaleza, pues demuestran la fuerza y complejidad de los sistemas atmosféricos.

Sin embargo, su belleza no debe subestimar su peligrosidad. Ante su posible formación, es crucial mantenerse informado y tomar precauciones, especialmente si se realizan actividades náuticas o en zonas costeras.

¿Lluvia de peces? Un caso fascinante relacionado con las trombas marinas es el de la lluvia de peces en Yoro, Honduras. Cada año, entre mayo y junio, los habitantes reportan la caída misteriosa de peces pequeños y vivos durante fuertes tormentas.

Aunque algunos científicos sugieren que podrían ser transportados por el referido fenómeno, este hecho resulta peculiar porque los peces son siempre de agua dulce y no corresponden a especies locales. Los pobladores tienen diversas teorías, desde ríos subterráneos hasta un milagro atribuido al Padre Subirana, un misionero español del siglo XIX.

Estos eventos demuestran lo mucho que aún desconocemos sobre los fenómenos meteorológicos. Mientras las trombas marinas pueden explicarse mediante estudios atmosféricos, casos como el de Yoro siguen siendo un enigma. Lo cierto es que, ya sea por causas naturales o circunstancias inexplicables, la naturaleza nunca deja de sorprendernos.

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