Dos grandes postes del sistema eléctrico de la Plaza de la Revolución Mariana Grajales caídos hace varios meses en sendos puntos de la misma, permanecen inertes y en aparente estado de olvido o abandono en el mismo lugar del derribo, enfrentando el progresivo deterioro que causa la intemperie.
El hecho que resta lucidez a su entorno, llama la atención de coterráneos y visitantes por lo que significa para los guantanameros la emblemática institución, única de su tipo que en Cuba tiene nombre de mujer.