Se hicieron usuales las ofensas de palabras de los marines, incluyendo groseros insultos contra Fidel y Raúl; los lanzamientos de piedras, petardos y botellas incendiarias contra las postas cubanas.
Además de los asesinatos de obreros y soldados, desde la base naval norteamericana, impuesta en 1903 a Cuba mediante un ilegal tratado, se han cometido ocho mil 288 violaciones, aseguró el máster en Ciencias José Sánchez Guerra, Historiador de la Ciudad de Guantánamo.
Al intervenir en el VII Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, que sesionó en Guantánamo entre los recientes días 4 y 6 de mayo, el también miembro de la Academia de Historia de Cuba precisó que casi seis mil de esas transgresiones correspondieron al espacio aéreo y más de un millar a la navegación marítima.
Esas cifras, dijo, corresponden al período 1962-1992, y palidecen en comparación con los intentos de violar jóvenes, el tráfico de drogas, el contrabando de bebidas y los homicidios de Ramón López Peña y Luis Ramírez López, jóvenes combatientes de la Brigada de la Frontera Orden Antonio Maceo, custodio de los límites con la funesta instalación militar de Estados Unidos.
En junio de 1919, apuntó el disertante, un marine borracho asesinó con un disparo de fusil a un niño en el central Confluente, próximo a la ciudad de Guantánamo, y en marzo de 1926, los campesinos de Cayamo denunciaron que los fines de semana militares yanquis, durante sus permisos o pases, convertían en un burdel ese poblado.
Guantánamo: en el ojo del huracán tituló Sánchez Guerra su conferencia, en la cual sostuvo que desde épocas tempranas navegantes de toda laya corroboraron que, por su ubicación geográfica, en la bahía de Guantánamo no había penetrado jamás el ojo de un huracán.
Pero en el siglo XIX, añadió, huracanes militares y culturales de Europa y de Norteamérica arremetieron con más fuerza contra los pueblos de las islas de las Antillas y convirtieron a la bahía del Alto Oriente en epicentro de las inestables fronteras imperiales del Caribe.
El 10 de junio de 1898 desembarcaron en Playa del Este las primeras fuerzas norteamericanas que pisaron suelo cubano, encabezadas por el primer y único batallón de infantes de marines que tenían, bajo el mando del coronel Huntington, apuntó el intelectual, autor entre otros textos del Eco de la Demajagua en el Oriente Cubano, e integrante del Ejecutivo Nacional de la Unión de Historiadores de Cuba.
Sánchez Guerra refirió a los visitantes que el coronel del Ejército Libertador Manuel Sanguily, a la sazón en Nueva York, declaró: Han visto a Guantánamo, jamás renunciarán a poseerla”.
Así ha sido y es, y frente a tan triste realidad, los más de 60 activistas antibelicistas de 25 naciones que concurrieron a la séptima cita del Seminario Internacional de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, junto a los participantes nacionales, suscribieron la declaración Final del cónclave y exigieron la devolución del territorio ilegalmente ocupado en el Alto Oriente cubano, y el fin del genocida bloqueo contra Cuba.