El andar pausado y reflexivo identifican a esta dama, una guantanamera que sin perder el sosiego, dice lo que piensa, en el momento preciso, con las palabras exactas. Mireya Piñeiro Ortigosa tiene ese don, el de la sinceridad, así lo ha reflejado en su vida y obra.
Este año la destacada poeta, narradora y crítica cumple 65 años, motivo por el cual la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) convidó a especialistas y lectores a intercambiar sobre el quehacer y estilo de la notable escritora.
La Ortigosa, como la calificara su colega Rissell Parra, tiene una creación literaria que pareciera ser eternamente joven, por la sencillez, limpieza e ironía que la distinguen. Rissell encabezó el panel e inició resaltando el tono conversacional, la emotividad y carácter inconforme de la autora, entre cuyos textos está En lo callado de la hoguera, En la ruta azarosa del velero y El polvo del Sahara.
Ana Luz García Calzado, también conoce a Mireya, y desde esa empatía señala la profunda sensibilidad, respeto y sapiencia de la veterana, cuya obra bebe de figuras como Eliseo Diego y Antonio Machado, sobre todo este último. Piñeiro es una mujer perfeccionista, autocrítica y cálida, algo que se percibe cuando se decide leerla.
De su impronta como decimista, José Raúl Fraguela, significa ese humor cubanísimo, el tono doméstico, la fluidez, la belleza del lenguaje, sin complejos artilugios, ni metáforas, ni frases rimbombantes. De hecho al compartir desde sus vivencias preocupaciones comunes, ella logra conectar con el público al instante, a la vez que hace gala de esa amplia cultura alcanzada tras largos años de lectura y escritura.
No menos importante es la creación ensayística de la guantanamera. Jorge Núñez Mote, presidente de la Uneac y crítico, señala que aunque están muy dispersos, resulta una prosa atractiva, entretenida, en la que sobresale ante todo la voz de Mireya, fruto del análisis y la meditación con agudeza. Tiene esta fémina mucho que mostrar a las noveles generaciones y el ensayo es un apartado que merece el estudio más detallado.
Piñeiro Ortigosa no encaja en ninguna tendencia, resulta innecesario, ella tiene suficientes valores para ganarse un puesto en la literatura cubana. La primera ganadora del premio Regino E. Boti en Poesía (1978), en Décima (1987 y 1989) y distinguida por la Cultura Nacional (2006), tiene su obra recogida en diferentes antologías, selecciones y revistas, marcando pautas como escritora ahora también en el ciberespacio a través del blog La Esfera Macondiana, que todos deberían leer.
Comentarios
Hay que destacar también, su obra al frente de la Editorial el Mar y la Montaña.
Saludos y felicitaciones para ella y para el resto de los guantanameros, por tener personas como Mireya Piñeiro.
Saludos #DesdeGuantánamo.
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