Virginia López Arnaud.El parque José Martí, de la ciudad de Guantánamo, fue su dominio. La reina, sentada justo al lado de la estatua del Apóstol, contemplaba los festejos en su honor, el movimiento de telas, colores, tambores, risas, ritmos y flores; todos alrededor de Virginia López Arnaud se congregaron en el esperado espacio Bajo la Ceiba para rendirle tributa a la primera actriz guantanamera, por sus 45 años de andar, crear y actuar en los escenarios cubanos.
Homenajear a Virginia, era una de las principales motivaciones de la Jornada de la Cultura Cubana, que del 10 al 20 de octubre acoge cada año el Alto Oriente Cubano como momento cumbre para ensalzar lo más genuino y valeroso del arte y la literatura en esta porción del país.
Virginia merecía ese agasajo, por su quehacer sobre las tablas desde el antiguo Cabildo Teatral hasta el hoy conjunto de Narración Oral La Barca, por su aporte a la formación de nuevas generaciones, la fidelidad a la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa y el Premio Guamo que mereció noblemente, porque en ella se resumen las mejores cualidades del guantanamero, por eso en Bajo la Ceiba el Ballet Folklórico Babúl le bailó y cantó a nombre del pueblo.
El tributo a López Arnaud formó parte también de otras actividades previstas para celebrar la cubanía, entre ellos el concierto De Cuba mi bolero, también dedicado a la declaración del género como Patrimonio Cultural de la Nación.
Exposiciones artísticas, actuaciones presenciales en las salas Guiñol y Campanario, así como las presentaciones de los libros Temporada de Héroes, del escritor Eldys Baratute, en el espacio El ciruelo Rojo y la antología de poemas Música de las Palmas, de José Raúl Fraguela, entre otros, también formaron parte de las propuestas concebidas en estos días, cumpliendo siempre las medidas higiénicas para evitar el contagio de la COVID-19.
La Jornada de la Cultura Cubana tuvo igualmente como motivación los 35 años de creado del Centro Provincial de Superación para la Cultura en Guantánamo, razón por la cual se inauguró la exposición Memorias de un camino, del fotógrafo Víctor Batista Matos, Vitiko, y se desarrolló el panel El Centro de Superación en la construcción de la cultura guantanamera.
Sobre los antecedentes de la institución, creada en 1970 se dialogó en el espacio conducido por el profesor y fundador Ángel Arquímides Villalón Pérez, y acompañado de especialistas como la Doctora en Ciencias Migdalia Tamayo Téllez, de la Universidad de Guantánamo, José Cuenca Sosa, director del Centro de Documentación Musical Rafael Inciarte Brioso, y vía internet el máster Gabriel Enrique Gutiérrez, Subdirector Nacional de Superación y miembro de la Coordinación Académica de la Cátedra de la UNESCO.
Allí se conoció cómo los prestigiosos músicos y pedagogos Sócrates Villalón y Antonia Luisa Cabal concibieron dicha entidad para la superación de los músicos empíricos del territorio más oriental de Cuba, pero además ilustres catedráticos de las universidades de Oriente y de La Habana llegaron hasta el centro que acogió y apoyó igualmente a guantanameros egresados de esas Casas de Altos Estudios en Filología e Historia del Arte.
Para esta semana el programa continuará entre la teoría, los conciertos músico-danzarios, la muestras de pintores, artesanos y fotógrafos locales y foráneos, invitados a la nueva edición del evento José Vázquez Pubillones que inició el 18 de octubre, esta vez con la mayoría de sus actividades online en el perfil del Consejo de las Artes Plásticas y que concluirá el 20 de octubre con la premiación de la mejor obra y la entrega de la beca de creación.