Pablo Ruiz Castellanos (izquierda) y Rafael Inciarte Brioso, otro músico y compositor guantanamero.La contribución del músico y compositor guantanamero Pablo Ruiz Castellanos (Monte Rus, municipio de El Salvador, 1902-La Habana, 3 de noviembre de 1980) a la dignificación de la música autóctona de su patria chica, destaca al conmemorar, el pasado 29 de junio, los 120 años del natalicio del creador sinfónico.
La rememoración coincidió significativamente, la víspera del inicio del X Festival Nacional del Changüí Elio Revé Matos, del 30 de junio al 4 de julio, en Guantánamo.
La programación del evento dedica el apartado Tradiciones en Proyección a Ruiz Castellanos, creador de los poemas sinfónicos Monte Rus (1940), El Gran Changüí (1950) y otras obras inspiradas en la música popular y tradicional campesina guantanamera, oriental y cubana, apreciada por prestigiosos directores orquestales y críticos de ese arte.
Otras obras que identifican y recuerdan a este autor son Oración Negra y los poemas sinfónicos: Rumba en Rapsodia (1935), Río Cauto (1941), Ensoñación guajira (1945), y Sinfonía Heterodoxa (1949) y Danza cubana (1950).
También aportó el himno Libertad (1953), por encargo de José A. Echevarría; Sinfonía a Patricio Lumumba (1971), Sinfonía No.3 (1971), Trova entre palmares (suite) en memoria de Sindo Garay (1972), entre otras.
En su biografía se anota que sus obras han sido ejecutadas por famosos directores nacionales y extranjeros, como Enrique González Manticci, Rodrigo Prats, Manuel Dúchesne Cuzán, Félix Guerrero, Erick Kleiber, Amadeo Roldán y otros.
Alejo Carpentier, escritor y musicólogo, apuntó: “... la serenidad y la honradez de Pablo Ruiz Castellanos son dignas del mayor respeto. Un espíritu limpio y claro rige su inspiración...”.
Por su parte, el prestigioso compositor y crítico Harold Gramatges, Premio Nacional de la Música, sentenció: “Pablo Ruiz Castellanos practica un nacionalismo a ultranza a través del poema sinfónico”.
Más de una vida y obra
A los once años de edad, Ruiz Castellanos, junto a su familia, se mudó del natal predio rural montañés guantanamero para la ciudad de Santiago de Cuba, donde el infante comenzó estudios musicales con Cástulo Reyes con el cual aprende a tocar varios instrumentos.
En 1924 ingresa, como tocador de trompeta y trompa, en la Banda de música del Crucero Cuba, con la que realiza extensas giras por el exterior del país, para pasar, después, a la Banda del Cuartel General de La Habana, y a la de Infantería.
Las experiencias en diferentes bandas, más la oportunidad de ponerse en contacto con las partituras de los clásicos, le sirvieron para ampliar sus conocimientos musicales, habilitarse como director de orquesta de compañías teatrales, y profundizar en estudios de armonía y sinfonismo nacional.
Así crea en 1934 su primera obra: Oración Negra, a la que siguieron muchas otras, como las ya antes mencionadas.
Su currículum incorpora que fue profesor del conservatorio de Guanabacoa, y que fundó el Departamento de Instrumentos Musicales de la emisora CMQ, junto al maestro González Manticci.
Vale reiterar que, al ser considerado como un referente obligado en el panorama musical cubano, su temprana inclusión del changüí en el sinfonismo nacional hagan presente a Pablo Ruiz Castellanos en este nuevo encuentro con la magia de lo auténtico en el X Festival Nacional del Changüi Elio Revé Matos.