Cristian Hernández Mendoza es uno de los pequeños cantantes que ameniza las presentaciones del proyecto.
Entre poesías, canciones, bailes y obras de teatro los trabajadores de la Casa de cultura Reutilio Domínguez Terrero llevan el arte al hombro a diferentes comunidades del municipio de Manuel Tames. Nadie se pierde sus presentaciones, especialmente las personas con discapacidad, quienes son las principales agasajadas.
Hoy están en Pueblo Nuevo, la semana próxima en La Choricera, El Aguacate…, así desarrollan su ruta por el territorio, con la misión de crear espacios de intercambio entre personas con discapacidad y que no lo son en pos de lograr la construcción de una sociedad inclusiva y accesible.
Consagración y compromiso
Cuando se unen el arte y el buen propósito de crear para bien, brotan experiencias invaluables para las vidas que están en contacto con esa mezcla. Así lo sienten los integrantes del proyecto comunitario Con el arte al hombro.
Esta iniciativa, al decir de Leonardo Pérez Caballero, instructor de teatro, surge pensando en las personas con discapacidad, movidos por hacer llegar las manifestaciones artísticas hasta sus hogares.
"En algunos casos estas personas no pueden trasladarse hacia el foco de las actividades culturales y en ocasiones llegan tarde, entonces decidimos llevar las presentaciones a cada zona donde viven”, explica Pérez Caballero.
Es más que un espacio de actuaciones y bailes, es un intercambio donde el protagonismo no es de los artistas, sino de las personas con habilidades diferentes, se intercambia, se conoce sobre su día a día y proyectos de superación personal.
Encomiable es la tarea asumida por los trabajadores de la casa de cultura: "La programación que presentamos en espacios fijos conlleva mucha preparación y sacrificio, en ocasiones nos trasladamos a lugares distantes o de difícil acceso y tenemos en nuestro equipo a niños", explica la instructora de literatura Alina Núñez Frómeta, trabajadora de la referida institución.
Caracolina Caracoleada y Poesía mágica son los libros que Adita a dedicado a los niños.
Visita a Adita
A las 5 pm todo está listo para recibirla, afable y cariñosa, Adita, como la conocen en el barrio El Aguacate, es la primera en llegar, se muestra ansiosa ante el jolgorio que escucha, pues es discapacitada visual.
Ada Mirta Bonfill Caraballo palpa la vida de manera diferente. Escritora y compositora se siente enteramente agradecida por la atención que brinda la casa de cultura a miembros de la Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI) en el municipio.
“Tengo dos libros publicados, Caracolina caracoleada con dos ediciones y Poesía mágica, este último presentado en la Feria internacional del libro en 2011, con versión para las personas ciegas en el sistema braile”, refiere Bonfill Caraballo.
Son los dedos de su hermana traductores de los textos que escribe en el rugoso alfabeto, luego son analizados y revisados por especialistas, quienes determinan si están listos los libros.
“No dejo de escribir, en estos momentos me atrevería a decir que viene una novela en camino”, dice la incansable Adita, mientras canta una canción de su autoría, Al ritmo de la tijera, premiada en la categoría de composición en el concurso Vocecitas de Cristal en 2012. Aunque su calendario marca 71 años de vida repite una y otra vez que se siente como una niña.
“Muy linda y emotiva las presentaciones, especialmente la de los chicos, sencilla, pero llena de amor”, reconoce.
También agradecida Magdelin Rivera Cerse, miembro de la Asociación Cubana de Limitados Físicos Motores (Aclifim), significó que “el impacto de este empeño es muy favorable, algo fresco y agradable en esta etapa veraniega”.