Punto de Giro okEl barbero intenta salvar su vida mientras guarda el secreto del rey orejón. ¿Podrá guardar el secreto? Esta es la premisa de una de las obras de Punto de giro, un grupo teatral perteneciente a Santiago de Cuba que llega a las montañas orientales como parte de la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa.

No es la primera vez en el trayecto, más para ellos cada experiencia es distinta, por eso vale la pena volver, así lo afirma Luis Antonio de Moya Ceiro, su director general.

"Es nuestra tercera ocasión y la verdad estamos súper agradecidos con la invitación del Consejo de las Artes Escénicas y con Emilio Vizcaíno en lo personal.

“Punto de giro en su trabajo cotidiano realiza presentaciones muy diferentes a las que hacemos actualmente en la Cruzada. El contenido original de la agrupación gira en torno a historias para adultos y jóvenes, no para niños. Por esta razón, hubo que modificar las obras específicamente para la Cruzada, adaptarnos al contexto, al espacio, y eso es mucho mejor que limitarse a las prácticas habituales en el escenario.

"Simplemente ha sido una experiencia de trabajo que nace del proceso de elaboración conjunto con el público infantil. Punto de giro originalmente resulta un laboratorio desde su dramaturgia, su lenguaje y su propia poética estética que funciona mejor para el público joven, pues para el adulto requiere de otro lenguaje, otros códigos, otra manera de hacer el teatro y percibirlo. Pero aquí respondemos más a las dinámicas comunitarias", comenta Moya.

“El trabajo comunitario nos ayuda a crecer diariamente. Además, disfrutamos fuera del ámbito artístico, de esa convivencia y movimiento constante que resulta de vivir en la Cruzada.

"Amamos ese contacto único con el proceso creativo, con la naturaleza, los seres humanos. Aquí uno desarrolla la capacidad de confluir de una manera espectacular con gente que tiene un mismo propósito, aunque vivan en zonas geográficas diferentes y creo que esa camaradería es lo que siempre nos va a traer de vuelta", asegura el joven director.

De Moya Ceiro habla apasionadamente sobre la Cruzada, asevera que es un evento muy completo, necesario, imprescindible para Cuba más que para Guantánamo. La Cruzada le hace honor a sus 34 años, pues ha sabido reinventarse una y otra vez.

"Ha logrado dinámicas riquísimas como el proceso docente, la capacitación, el diálogo, la apertura artística, la formación cultural de los pobladores… esos son frutos súper interesantes que hacen que valga la pena mantener y defender, porque están muy bien logrados”, manifiesta el entrevistado.

“Nos satisface saber que hemos formado parte de este extraordinario hecho creativo, que marca la senda que el teatro debe seguir para servir a los demás y a uno mismo”,concluye.

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