FOTO 1Magda y Pablo, en la Asamblea XI Congreso de la UPEC, del 11 de enero de 2023Ese día fueron el centro de atención, su amor, cuidado, cercanía rebasaba el límite de sus cuerpos y miradas, al punto de que aquel par se llevó especial relevancia en la Asamblea XI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) en la provincia Guantánamo: Pablo Soroa Fernández y Magda Rosales Rodríguez están “unidos en la vida, en el periodismo y en el amor a esta Revolución”.

Contra todo pronóstico

“No recuerdo el día exacto de la declaración de ella hacia a mí”, despunta Pablo con su jovialidad característica, guantanamero por adopción y por décadas periodista de la Agencia de Información Nacional (AIN) hoy Agencia Cubana de Noticias (ACN).

“Nos conocimos porque trabajábamos los dos en el periódico Venceremos, incluso, como somos el mismo signo zodiacal, discutíamos mucho y cuando comenzamos la relación en el año 88 -1988- fue inaudito y nos agoraron a lo sumo un año o dos, sin embargo, llevamos 34”.

En su peculiar modo de hacer cuentas, él denota que son uno, en lugar de dos: “sumamos 150 años y de ellos 86 de ejercicio de la profesión, 54 míos y 32 de ella”, así hasta el que escucha o lee es también capaz de enamorarse.

El palo periodístico

FOTO 2 1Pablo Soroa junto a Pastora Yuani Sayús, inspiradora del changüí más famoso del mundo: El guararey de Pastorita. “En lo profesional tuvimos algunos hechos de relevancia coincidentes, ella fue quien hizo el trabajo periodístico que dio a conocer a Pastorita, la del Guararey”, descartando que fuera, como muchos especulaban, un personaje de ficción.

La verdadera historia de Pedro Speck, trabajo publicado por Magda en el periódico Venceremos descubre la verdad sobre la autoría de la canción, en disputa en entonces entre Pedro Speck y Baute Sagarra.

Aunque entre aquellos músicos colegas hubo intenciones de usurpar la autoría de tan famosa canción, eso no cabe entre Soroa y Magda, a él se le acredita el descubrimiento de Pastorita, pues poco tiempo después publicó otro trabajo homólogo de esta historia, empero siempre rectifica que fue Magda la del palo periodístico, muestra de ética profesional, respeto y enaltecimiento a ella.

“Hace tanto tiempo de eso”, dice Magda mientras recuerda otra hazaña “el descubrimiento del Himno de la Ciudad de Guantánamo, “esa y otras tantas experiencias lindas viví en el sector de la Cultura, 15 años dedicados al periodismo cultural.

“Yo no quería atenderlo, pensé que me traería problemas en la pareja, se viaja mucho, cualquier día de la semana, hasta altas horas, pero ellos me insistieron y luego me enamoré de Cultura”, recuerda ella y Pablo orgulloso añade “incluso formó parte del comité organizador de los Festivales de Tríos”.

Afecto a flor de piel

Me asombro, como la mayoría, de cómo mantienen afectos, miradas, jaranas, demostraciones de cariño de recién enamorados, más Lena –como afectuosamente él le llama–, me interrumpe.

“No te creas, son muchos años que no siempre son maravilla”, y Pablo entonces declara “nos fijamos en el fin que es estar juntos siempre, también en las desavenencias que forman parte de todas las familias”.

Mientras conversábamos Pablo rastreaba en la computadora algunas fotos, y Magda le sugería cuáles buscar. A medida que aparecían se desempolvaban recuerdos.

Cuando hallamos las fotos que hizo Escalona, el fotógrafo de Venceremos el día de la Asamblea de la UPEC, con voz temblorosa Lena confesó “eso fue lindo, lloramos y todo”, y alguien me contó que Pablo con ojos emocionados, llorosos, aún sin desbordar tomó su pañuelo y le secaba las lágrimas.

“Tú eres lo mejor que me ha pasado en la vida, a la tercera fue la vencida contigo” le expresa Pablo en medio de la conversación –él anotaba dos matrimonios anteriores-. “Estoy orgulloso de haberte conocido, habernos casado, de envejecer contigo, y lejos de sentirme triste por la edad que tenemos soy muy feliz porque estamos juntos todavía y saliendo a pasear a diario”. Era habitual encontrarlos de la mano por el parque Martí, de nuestra ciudad, Guantánamo.

“Nos casamos el cinco de diciembre, Día del Constructor y desde ese día nuestra consigna fue construir un buen amor; hoy con 32 años de casados lo hemos logrado”.

Pablo Soroa Fernández falleció a los 78 años, el pasado 13 de julio de 2024, y su querida Lena le siguió apenas 17 días después, el 30 del mismo mes. Su amor y dedicación mutuos quedan inmortalizados en estas palabras, y en el recuerdo. Durante 33 años, su matrimonio fue ejemplo de compañerismo en todos los aspectos de sus vidas. Sus almas no pudieron soportar la separación, y ahora descansan unidos, como siempre prefirieron estar.

Hoy, Venceremos, donde comenzó su historia de amor, publica esta entrevista en honor a su memoria y relación especial, que erigieron contra todo pronóstico. Sus palabras, colmadas de sentimiento genuino y perdurable hasta el fin, nos recuerdan que lo más bello en la vida es compartirla con quienes amamos: juntos será siempre mejor y más bonito.

Que su legado nos inspire a construir un amor tan sólido y duradero como el suyo.

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