DranguetHanier Humberto Dranguet Cantillo.La noticia del retiro del futbolista guantanamero Hanier Humberto Dranguet Cantillo tomó por sorpresa a los seguidores del deporte más universal en Guantánamo.

Durante 20 años consecutivos fuimos testigos de sus potentes saques de banda, certeros cobros de penales y perfectamente colocados tiros de esquina, que hicieron vibrar las gradas del estadio Rogelio Palacios y el campo Roberto Mora.

Frente a su selección y ante la afición cuyos corazones y respeto conquistó, los directivos de Deportes en Guantánamo despidieron de manera oficial a este experimentado jugador, que a sus 37 años decidió finalizar la vida de atleta e iniciarse en la labor de entrenador.

“Todo comenzó a los cinco años, cuando el profesor Ramón Mestre Romero visitó mi casa para que mi mamá le arreglara una ropa. Me observó y me propuso practicar fútbol, yo acepté. Por mi corta edad lo imaginé como sólo un juego, pero cuando el tiempo fue pasando lo tomé con más seriedad”, cuenta.

Este tamense de nacimiento considera al dinamismo que genera la mayor atracción de ese deporte, exigente del trabajo en equipo. Sin embargo, destacó mucho de manera individual y por ello integró durante más de diez años la selección cubana con presencia en cuatro Copas del Caribe, tres Copas de Oro en los Estados Unidos, y tres eliminatorias mundialistas.

Jugó, además, más de 50 partidos internacionales en países como Alemania, Austria, Hungría, Suiza, Holanda, Panamá, Jamaica, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago, Curazao y Martinica.

Considera su desempeño en la selección de las cuatro letras como una experiencia única. “Allí me recibieron bien, llegué junto con Alian Urgellés, de Baracoa, pero él duró poco tiempo. Luego llegó su hermano Alianis Urgellés.

“Eso representó un gran compromiso, pues desde hace varios años no había un guantanamero en el equipo Cuba.

“Desde nuestra llegada contamos con el apoyo de varios jugadores, entre ellos Silvio Pedro, Odelín Molina, Yenier Márquez, Jaime Colomé. Yo me decía para mis adentros que no podía fallar, debía mantenerme en ese lugar para representar a mi provincia, esa fue mi principal meta”, recuenta.

Con el equipo más oriental Dranguet participó en 20 Campeonatos Nacionales de primera categoría desde el año 1998 hasta 2018, contribuyendo significativamente a los dos subcampeonatos, cinco cuartos lugares y tres quintos lugares.

“De los choques más importantes recuerdo en la temporada pasada cuando jugamos contra Ciego de Ávila, a quienes dejamos fuera del campeonato como hicieron con nosotros el año anterior”, recuerda.

Hanier sostiene que jugar fútbol es pasión de toda la vida, su único oficio. “Muchas veces me propusieron abandonar, pero no lo hice porque soy un guajiro fiel a su equipo. Me encanta sudar mi camiseta”, expresa mientras no pierde de vista el entrenamiento que ahora dirige junto al colectivo técnico.

“La faceta de entrenador es la segunda parte de mi carrera deportiva, así puedo transmitir todo aprendido como atleta. Esa transición al principio fue algo complicada, pero poco a poco me estoy adaptando, lo asumo con seriedad”, dice.

Tras indagar sobre las necesidades del fútbol cubano este novel entrenador comenta que hace falta mayor atención para sus atletas, para sus equipos.

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