Copia EnmanuelEnmanuel de Jesús atesora dos subtítulos, uno nacional y otro panamericano.Oscar Quintero y Yaniuska Hernández experimentaron una emoción inigualable cuando recibieron a su hijo, el lanzador Enmanuel de Jesús Quintero Hernández, quien trajo a casa la presea plateada alcanzada en el Campeonato Panamericano de Béisbol, en la categoría 9-10 años, recientemente efectuado en Sinaloa, México.

El municipio de San Antonio del Sur, en Guantánamo, donde se respira aires de béisbol por doquier, cuenta ya con un subcampeón panamericano en una categoría inferior. Pero esta historia, como todas, tiene sus orígenes.

Enmanuel se inclinó por el deporte desde pequeño, jugaba en las calles del barrio, como el más común de los niños cubanos. Comenzó la práctica sistemática con siete años en el Combinado Deportivo número 2, en el municipio de San Antonio del Sur, de la mano del entrenador Oriol Cuervo.

Poco a poco fue demostrando y desarrollando habilidades hasta que logró integrar un equipo provincial. El peloterito cuenta que allí, entre los principales ejercicios, estaban fildear bolas, batear y luego se jugaba.

Este pequeño talento formó parte del equipo guantanamero que se proclamó subcampeón en la lid nacional de la categoría. En ese elenco también destacaron los atletas Grabiel Mustelier, Alex Batista, Yan Carlos Ferrer y el profesor Wílber Castillo, quienes se ganaron el derecho a integrar la preselección antillana al panamericano, aunque solo asistieron a la lid Enmanuel y Wílber, su entrenador.

Oscar, el padre de Enmanuel, es oriundo de El Corojo de Caujerí y afirma sentirse orgulloso de sus dos hijos, porque los dos son peloteros. “Ellos incursionaron en el deporte practicando la lucha, pero su profesor no continuó entrenando y decidimos cambiar a la pelota. Empezamos en el patio de la casa, en el barrio con los demás niños y mira hasta donde ha llegado”.

Oscar es de esos padres que sigue de cerca el desarrollo de sus hijos en todas las esferas de la vida, también tiene una atención especial con los compañeros de sus retoños, incluso cuando están concentrados fuera de sus casas.

“He dado mi apoyo incondicional y lo seguiré dando para desarrollar el béisbol en la provincia y aquí en San Antonio del Sur. Visitaba a mis hijos y, en la medida de lo posible, les complementaba la alimentación, que nunca está de más, no solo a los míos, también a los que estaban allí con ellos, de Manuel Tames, de Honduras, de El Salvador, creamos una familia”.

“Mi mayor satisfacción es que todos los niños puedan integrar el equipo Guantánamo y el equipo Cuba en algún momento, y en todo lo que pueda apoyar, independientemente de mi trabajo que demanda mucha dedicación, lo haré”, aseguró.

Yaniuska, la madre de Enmanuel y directora del círculo infantil del costero municipio, bien sabe que la educación de su hijo es igual de importante que el buen rendimiento en el deporte. Acude a la exigencia como recurso, “porque además de ser un buen atleta el niño debe ser un buen pionero. Para ganarse ese mérito debe ser disciplinado, porque en el deporte es muy importante la disciplina”.

Ambos padres se sienten orgullosos de sus hijos y aspiran a que como Enmanuel, su hermano, quien también practica béisbol, pueda representar a Cuba en diferentes lugares del mundo.

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