Por tercera ocasión consecutiva el equipo femenino de baloncesto de Guantánamo alcanza el segundo lugar en La Liga Superior de Baloncesto, que esta edición revivió la final de la versión anterior entre Guerreras y Mambisas de Santiago de Cuba.
Las más orientales no pudieron superar la calidad técnica de las santiagueras, quienes se mantuvieron liderando durante toda la lid, seguidas por las guantanameras. Tres juegos, de cinco pactados, fueron suficientes para determinar el veredicto, dictado en la Sala polivalente Alejandro Urgellés, de la Ciudad Heroica.
Dada la estabilidad en el rendimiento de equipos como los antes mencionados, al igual que Capitalinas y Sirenas avileñas, era una Liga bastante predecible desde sus inicios, aunque las migraciones dentro y hacia el exterior del país hacen que el rendimiento de los quintetos pueda ser variable en determinado momento.
De manera general el certamen dejó aspectos positivos como el nuevo formato de competencia empleado, en sedes concentradas, para evitar grandes gastos por conceptos de transportación. Asimismo, se pudo apreciar la calidad de numerosas jugadoras, talento joven el cual se debe seguir desarrollando para garantizar selecciones futuras.
En cuanto al arbitraje, como en cada edición deja sus dudas; en ocasiones permisivo, por lo que algunas situaciones relacionadas con la disciplina se les escapan de las manos. Constituye una asignatura pendiente la superación de los mismos. Un reclamo de los referees es el ajuste de su salario, muy por debajo de las exigencias de la economía actual.
Sin embargo, uno de los puntos más críticos de la Liga Superior de Baloncesto es la pobre divulgación de los resultados de los juegos y las estadísticas, imprescindibles para el trabajo de la prensa especializada. Es necesaria la implementación de un sistema online que permita el acceso a la información, tal como lo maneja la Serie Nacional de Beisbol o la Liga Nacional.
El reconocimiento para las Guerreras y su colectivo técnico, quienes a pesar de muchas carencias han logrado mantenerse en la élite del baloncesto en Cuba.