La relación entre Rusia y China ha alcanzado un nuevo nivel con la firma de 22 documentos de cooperación que abarcan sectores clave como la energía, la industria aeroespacial, la inteligencia artificial, la agricultura, la salud, la educación y los medios de comunicación.
El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, rubricaron los acuerdos durante la visita oficial del mandatario ruso al gigante asiático, en un gesto que reafirma la sintonía política y económica entre ambos países.
La reunión se dio en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO, por sus siglas en inglés), respaldada por Beijing y Moscú, en la ciudad portuaria norteña de Tianjin y es el mayor evento diplomático del año en China, y congrega a figuras políticas de peso, como el propio presidente de Rusia, Vladimir Putin, el primer ministro de la India, Narendra Modi, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan.
Entre los convenios más destacados figura un memorando entre Rosatom y la Agencia Nacional de Energía Atómica de China sobre el uso pacífico de la energía nuclear, un acuerdo entre Gazprom y la Corporación Nacional China de Petróleo y Gas, así como un compromiso de cooperación entre Roscosmos y la Administración Espacial Nacional de China.
Estos proyectos reflejan una apuesta conjunta por el desarrollo tecnológico y energético sin depender de estructuras dominadas por Occidente.
Xi Jinping aseguró que las relaciones entre Pekín y Moscú “han superado la prueba de la coyuntura internacional” y hoy representan un modelo de amistad duradera, cooperación estratégica integral y beneficio mutuo.
Putin, en la misma línea, subrayó que los vínculos bilaterales se encuentran en “un nivel sin precedentes”, lo que demuestra la solidez de una asociación capaz de resistir presiones externas.
Ambos mandatarios destacaron que sus países cuentan con el poder necesario para impulsar su propio desarrollo y revitalización. Xi instó a poner en marcha proyectos de gran envergadura que sirvan como referencia y fortalezcan la integración de intereses comunes. A su vez, recalcó que China está dispuesta a mantener intercambios de alto nivel con Rusia y a coordinar posiciones sobre temas clave de la agenda internacional.
La reunión también sirvió para reafirmar la importancia de foros multilaterales como la Organización de Cooperación de Shanghái, los BRICS, el G20 y las Naciones Unidas. Para Moscú y Pekín, estas plataformas deben convertirse en verdaderos espacios de cooperación equitativa, alejados de la lógica de imposición que caracteriza a las potencias occidentales.
Un detalle significativo fue la ausencia de referencias a la crisis de Ucrania o a la cumbre ruso-estadounidense de Alaska. El mensaje fue claro: Rusia y China no se definen en función de la agenda marcada por Washington; avanzan en la construcción de un camino propio, enfocado en el desarrollo soberano y en la multipolaridad.
La cooperación bilateral muestra resultados tangibles. El comercio entre ambos países crece a un ritmo sostenido, con un incremento en los intercambios energéticos y el uso de monedas nacionales en las transacciones, lo que desafía directamente la hegemonía del dólar en el sistema financiero internacional.
Tomado de Cubasi