Al centro, agachado, Ismael Tejeda Ferrer, junto a compañeros del Destacamento Pedagógico Internacionalista Frank País, en Sumbe, Angola.
Pasados 35 años de la victoria de las fuerzas angolanas y cubanas en la batalla en defensa de la ciudad de Sumbe, en el sur costero de Angola, contra las fuerzas contrarrevolucionarias de la Unita, Ismael Tejeda Ferrer recuerda vívidamente los hechos, en particular los compañeros caídos, en aquella acción.
“Allí los cubanos nos defendimos, junto a los angolanos, aunque no había unidades regulares de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola (Fapla) ni de la Misión Militar cubana en Angola, e impedimos la toma de la ciudad, el asesinato de dirigentes angolanos y el secuestro de cooperantes internacionalistas de varios países, como pretendían, el imperialismo, la reacción y los racistas sudafricanos”, recuerda el actual jubilado de Educación.
Aquel domingo 25 de marzo Ismael aún estaba por cumplir 32 años, y formaba parte de los 214 cubanos allí presentes, como uno de los 72 profesores del Contingente Frank País, y del grupo de cooperantes civiles de diferentes nacionalidades, que compartían la vida con los habitantes de la ciudad, quienes celebraban, desde el sábado 24, el Carnaval de la Victoria, además de que se despedía a una parte de los colaboradores.
“Tres compañeros nuestros de la misión médica –rememora Ismael-, que asistían a una boda en el aeropuerto, fueron sorprendidos por el ataque de Unita al amanecer del domingo, y momentáneamente secuestrados, pues poco después pudieron ser rescatados. Nosotros, tomamos nuestras armas ligeras –yo un AK de fabricación checa- y fuimos a defender la posición asignada cerca de la iglesia y la casa de gobierno provincial”, expone.
Refiere que, aparte de las defensas militares de cada punto, la inmensa mayoría eran civiles, constructores de la Uneca, personal de la salud, maestros, entrenadores deportivos,… aunque cumplían la misión con conciencia de revolucionarios cubanos, por lo que contaban con alguna preparación militar y armas para defenderse, y sabían de los planes de la contrarrevolución. “El poder de fuego de Unita era mayor, y cerca de mí cayeron varios heridos, algunos mortalmente”.
Ataque y defensa
Se conoce que la Unita atacó Sumbe con una agrupación de tropas selectas compuestas por el 517 Batallón Regular (unidad élite), la columna de fuerzas compactas V Congreso, la denominada Bate Cubano, la columna regional RM-25 y otras fuerzas no determinadas, que en conjunto tenían una estructura similar a un batallón, pero en esta etapa se denominaban columnas. En total estas fuerzas atacantes alcanzaron la cifra de más de 1500 efectivos, reforzados con morteros de 60 mm y 82 mm y lanzacohetes RPG-7.
Por su parte, la defensa de la ciudad fue dirigida por el Comando Unificado de Defensa Popular de Sumbe, cuyo jefe fue Francisco José Ramos da Cruz, Comisario Provincial y compuesto por los jefes de los Órganos de Defensa y Seguridad de Angola, el asesor del MINSE teniente coronel Juan Castillo Vázquez y jefe de la Misión Civil Cubana en Sumbe, Filiberto Arteaga Pérez.
Para la defensa se contaba con unos 460 efectivos, compuestos por una compañía de infantería del Ministerio de Seguridad, una compañía del Ministerio del Interior y una de la organización de Defensa Popular y 160 cooperantes cubanos.
Las pequeñas unidades angolanas y los cooperantes cubanos solamente contaban con armamento ligero de infantería, un mortero 82 milímetros y cuatro lanzacohetes antitanques del tipo RPG-7.
Ismael en la actualidad, en el cementerio Santa Ifigenia, de Santiago de Cuba, rindiendo honor al Comandante en Jefe Fidel Castro.
Resistencia cubana, refuerzo y derrota de los atacantes
Ismael tiene fresca en la memoria que alrededor de las nueve y treinta de la mañana, después de más de cuatro horas de enfrentamientos, las fuerzas de la UNITA no lograban quebrar los tres puntos de resistencia donde se encontraban los cubanos que continuaban batiéndose heroicamente, aunque habían conseguido penetrar en unas tres cuartas partes de la ciudad y tomar el aeropuerto.
“En esas difíciles circunstancias, cerca de las diez de la mañana, varios aviones caza Mig-21 y helicópteros MI-8, de la Misión Militar Cubana en Angola, contraatacaron las posiciones de la UNITA, lo que obligó a sus efectivos a huir en desbandada, dejando abandonados numerosos muertos y cargando decenas de heridos.
“Posteriormente una fuerza de la Brigada de Desembarco y Asalto (BDA) bajo el mando del coronel Carlos Lahite, compuesta por angolanos y cubanos, les cortaron la retirada, y cerca de las tres de la tarde helicópteros de transporte de la Misión Militar Cubana en Angola realiza el primer desembarco de 58 efectivos cubanos y angolanos de la Brigada de Desembarco y Asalto para reforzar la defensa de la ciudad”.
El reconocimiento de Fidel y de Raúl
Tampoco puede olvidar este fundador de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en Caimanera que, el curso de los combates que se realizaron en la ciudad, hubo hechos destacados, particularmente de las 39 mujeres cubanas, como lo describió en su momento el General de Ejército Raúl Castro, quien señaló:
“(…) Fue igualmente heroico el comportamiento de las compañeras cubanas, que aunque no disponían de armas, conservaron en todo momento la serenidad, ayudaron moralmente a los combatientes y agruparon a las mujeres de otros países que el enemigo pretendía secuestrar también.
Asimismo, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz dedicó a los victoriosos combatientes de Sumbe, que lucharon durante 10 horas, una emotiva carta, en la cual destacó:
“Al rechazar el ataque y poner en fuga a los agresores, ustedes cumplieron el sagrado deber de resistir y no rendir jamás nuestras armas ante el enemigo, por poderoso que éste pueda ser. Con ello prestaron de forma consciente y resuelta un inestimable servicio a la causa del pueblo angolano, que hubiera sufrido un serio revés si en la compleja coyuntura actual, las fuerzas que actúan como instrumento del imperialismo y de los racistas sudafricanos, llegan a tomar Sumbe y secuestran y someten a cautiverio, como se proponían, a centenares de colaboradores extranjeros.
En los combates de Sumbe ustedes demostraron nuevamente la determinación de ser fieles al legado de los combatientes y luchadores cubanos, que desde las guerras de independencia fueron capaces de sobreponerse a las más adversas situaciones y no se amilanaron nunca ante el poderío del enemigo.
Triunfaron en Sumbe las profundas convicciones internacionalistas que son hoy patrimonio y orgullo de nuestro pueblo, y que hacen de constructores, maestros, médicos intrépidos y tenaces combatientes que no reparan en sacrificios, ni aún en el de sus vidas, antes de ceder sin combatir un palmo del suelo que defienden como a su propia patria, antes de que caiga en manos de traidores la bandera hermana, cuyo honor salvaguardan junto al de nuestra gloriosa enseña de la estrella solitaria”.
Por su desempeño destacado en esta victoria, como trabajador civil y militar, el profesor caimanerense ostenta la distinción de cumplimiento de las Misiones Militar y Civil, Carta de Reconocimiento del Comandante en Jefe. Fidel Castro Ruz, Medalla de Combatiente Internacionalista de Primera Clase, Medalla de Servicio Distinguido de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Medalla de Trabajador Internacionalista y Medalla por la Victoria Cuba – R.P. Angola.
En los puntos señalados en esta zona, en las proximidades de la iglesia y el Comisariado provincial, combatieron también los colaboradores civiles cubanos, entre ellos el entrevistado, en la defensa de Sumbe.
Recuerdo de los caídos
A la vez que siente orgullo por la victoria de aquel día hace 35 años en Sumbe, lograda conjuntamente por angolanos y cubanos, y el reconocimiento de su actuación en ella, Ismael dice emocionarse cada vez que recuerda a los caídos.
“En aquella cruenta batalla cayeron tanto angolanos como cubanos. Entre los primeros estuvieron los dirigentes de ese pueblo Armando Pereira, secretario general de los sindicatos, Fernando Albano, director provincial de la Agricultura, y Antonio Domínguez Adeus, director de protocolo del Gobierno provincial.
“Los cubanos caídos en combate fueron los constructores Julio Cifuentes Roque, Osvaldo Sagarra Jaca, Reynaldo Almaguer Silva y Gabriel Almaral García; los educadores Héctor Alfredo Pineda Zaldívar, Alfredo Guillot Pozo y Lázaro A. Molina López, y los combatientes de las de la Brigada de Desembarco y Asalto de las FAR, Subteniente Juan Carlos Aguiar Rizo y Soldado Roberto Gobín Sánchez.”
Finalmente, Tejeda Ferrer considera que el mejor homenaje de recuerdo a ellos y de celebrar la victoria de Sumbe es mantener siempre vigilante la disposición para la defensa de la Patria Socialista de las amenazas y agresiones del imperialismo y sus acólitos.
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