Diez centros para la vigilancia epidemiológica con capacidad para más de mil 500 personas se activaron en Guantánamo para el aislamiento durante 15 días de todos los viajeros que ingresen al territorio provenientes del extranjero, precisó a la prensa Roílder Romero Frómeta, director provincial de Salud.
La medida responde a la necesidad de proteger la salud de la población ante la expansión de la COVID-19 en Cuba, y aunque todavía no se reportan casos en Guantánamo, en el país la cifra ascendía a 67, hasta ayer jueves en la tarde.
Hasta la fecha -precisó el directivo- unos 7 mil guantanameros viajan fuera del país, y desde el lunes pasado han arribado al territorio 58 que ya se encuentran en aislamiento.
Quienes llegaron luego de anunciada la decisión de la regulación de entrada por las fronteras del país, y antes de este lunes, se mantienen en reclusión domiciliaria con estricta vigilancia médica para seguir su evolución y lograr un comportamiento responsable de las familias ante el peligro que supone el SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
Romero Frómeta adelantó otras medidas como la suspensión de planes vacacionales y fines de misión a los colaboradores de la salud que prestan ayuda en otros países, a quienes se les garantiza la atención y medios necesarios para su protección, en tanto se les mantiene en comunicación con sus familias en la provincia.
Asimismo se brinda atención diferenciada a los ancianos en hogares y casas de abuelos, a los que viven solos y a los deambulantes, con visitas diarias, apoyados por los CDR y la FMC, subrayó el doctor.
Precisó que se reduce la actividad en instalaciones asistenciales. Están suspendidas las cirugías electivas, no así las emergentes, y se acercan las consultas especializadas a la atención primaria, para eliminar aglomeraciones en hospitales y policlínicos.
En este sentido Romero Frómeta llamó a la población a evitar las visitas innecesarias a pacientes hospitalizados, y explicó que solo se permitirá un acompañante dentro de la instalación.
La batalla contra el SARS-CoV-2 es de todos, la diaria vigilancia involucra a las organizaciones de masas y los representantes gubernamentales, quienes cumplen un programa de visitas a los hogares para garantizar la información a las personas, y el control sobre las acciones higiénico-epidemiológicas en marcha.