El reloj marca las nueve de la noche, y como ya se ha hecho habitual, escucho desde el interior de mi casa los aplausos que los vecinos brindan en señal de respeto y agradecimiento a los miles de médicos que arriesgan sus vidas para enfrentar la nueva pandemia: la COVID-19 provocada por el coronavirus SARS-CoV 2.

Por supuesto, yo también me uno a la manifestación de agradecimiento y aplaudo con fervor mientras trato de imaginar la difícil labor de esos profesionales: nuestros héroes de batas blancas.

Es que no se trata solo de enfrentar cara a cara a la COVID-19, que de por sí ya es un riesgo enorme, sino que además, algunos de ellos están a miles y miles de kilómetros de sus hogares, en otros países, lejos de la Patria, de sus familiares, de los seres queridos, ¡cuánto deben extrañarlos!

¿Pero, qué sienten los padres, hijos, hermanos… que están aquí mientras esos médicos luchan por salvar vidas en otras latitudes?

Hoy le toca a las voces de las familias que esperan, como mucho amor y orgullo, por esos héroes de ayer, hoy y siempre: nuestros profesionales de la Salud.

De cuarentena entre perros y gatos

1Fara Terry Serrano muestra con orgullo un video enviado por su esposo desde Italia.

La primera parada es en la zona Sur de la cuidad de Guantánamo, en la casa del doctor Leonardo Fernández Fernández, médico intensivista que presta servicios en Italia.

Nos recibe Fara Terry Serrano, su esposa, mientras se escuchan los ladridos de un perro y los maullidos de un gato, su compañía en estos días de aislamiento social imprescindible.

Para ella la preocupación se multiplica por dos, porque su hija Fara también se encuentra de misión internacionalista, en Angola, donde trabaja como laboratorista, allá la sorprendió la pandemia.

1a Leonardo FernandezDoctor Leonardo Fernández Fernández.

“Nos comunicamos los tres todo el tiempo, eso me da mucha tranquilidad, aunque confieso que con Leonardo ya estoy un poco adaptada, pues él, como parte del contingente Henry Reeve, ha participado en otros eventos, como el ébola en Sierra Leona.

“Me siento bastante confiada porque sé que ellos cuentan con toda la atención y ayuda necesaria por parte de Cuba, y me llena de orgullo saber que están cumpliendo con su deber”, asegura mientras muestra un video del doctor Leonardo en Italia, quien le envía un mensaje de aliento a todos los guantanameros.

“Por eso -afirma- desde aquí mi mayor apoyo a ellos es cumplir con las orientaciones y medidas de nuestro Gobierno para evitar el contagio con la COVID-19, y aplaudirles siempre, junto a los vecinos, porque en Cuba estamos todos orgullos de ellos”.

Una para todos y todos para una

2Evelin extraña mucho a su mamá, pero se porta bien y hace sus deberes para que ella esté tranquila cumpliendo su misión en Jamaica.

Karina Álvarez Rodríguez es especialista en Medicina General Integral (MGI). Tiene dos hijos: Evelín de 12 años y Freddy de 14, y en la actualidad se encuentra en Jamaica, asistiendo al pueblo de ese país ante la difícil situación que afronta la nación con el SARS-CoV 2.

“Antes estuvo en Bolivia y Brasil -comenta Pastor Álvarez, padre de Karina- entonces, como ahora, la familia le brinda el apoyo necesario para que pueda cumplir tranquila con su deber médico”.

Cuidar a los niños es la principal tarea, misión que une a Pastor, Magda Elsa Rodríguez (madre), Félix Javier Rodríguez (esposo) y Aracelis Álvarez (hermana), entre todos se ayudan para que Karina sienta segura su retaguardia, esté donde esté.

2 a Karina Alvarez RodríguezDoctora Karina Álvarez Rodríguez.

Evelín, con carita de nostalgia, expresa que la partida de su mamá la puso muy triste, sobre todo por la mortal enfermedad que azota al mundo y es altamente contagiosa, pero se consuela sabiendo que fue a salvar vidas donde más la necesitaban, porque su mamá es una heroína.

La familia se une para darle aliento a Karina siempre que se comunican con ella, y motivarla a seguir adelante con confianza, tranquilidad y siempre segura de que cuenta con el apoyo de todos.

“Hasta que volvamos a estar juntas”

María Julia es hija de la doctora María Antonia Acosta Ortíz, especialista en MGI del policlínico Emilio Daudinot, ubicado en la zona Norte, hasta su casa nos fuimos, y fue la última parada de este viaje.

Con mucha algarabía nos recibe Tobi, el pequeño perro pequinés, que se nota extremadamente alegre de recibir visitas en tiempos en los que la mayoría no sale de sus casas, pues la situación así lo requiere.

Juguetea y ladra mientras lo regaña María Julia, que cursa el quinto año de estomatología en la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo.

“Mi mamá está en La Habana -explica- desde hace casi dos meses, recibió toda la capacitación necesaria en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, y le realizaron los chequeos médicos establecidos, ahora está esperando fecha de vuelo para salir al combate contra la COVID-19.

3María Julia se preocupa mucho cuando su madre viaja a trabajar en otros países, pero entiende que es necesario.

“Ya debería haberme acostumbrado, pues esta es su tercera misión: estuvo cinco años en Venezuela y dos en Guatemala, pero la verdad sigue siendo muy difícil para mí, y en está ocasión más aún por lo que está ocurriendo en el mundo con el nuevo coronavirus”.

Sin embargo, a pesar de sus miedos, María Julia asegura comprender cuán significativa es la ayuda de su madre y demás compañeros para ganar esta batalla, por eso se sobrepuso a todo y le manifestó el cariño y la comprensión necesaria.

“Aquí en casa siempre fuimos nosotras dos, pero ahora me acompaña y ayuda mi esposo, así mi mamá puede irse más tranquila a prestar atención médica donde lo requieran, y sabe que cuenta con nuestro apoyo incondicional”, asegura.

Tobi nos despide con tristeza, debe extrañar la algarabía de las visitas comunes: de familiares, amigos, vecinos... pero los tiempos son difíciles y hoy la principal medida es el aislamiento social, esa es la mayor ayuda al ejército de batas blancas que trabaja sin descanso dentro y fuera del país, también es la mejor forma de honrar a los tantos familiares que esperan pacientes el regreso de sus seres queridos. Esos padres, abuelos e hijos también merecen un aplauso.

Comentarios   

0 #1 Taimi 05-05-2020 02:42
Mis respeto y reconocimiento a los tres médicos. A mi am8ga Karina quien fue mi doctora del consultorio en especial.
CUÍDENSE MUCHO. La retaguardia aquí está bien protegida por sus familias y por sus coterrabeis que les deseamos éxitos en la misión
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