Liliurkis médicoLiliurkis Frómeta Matos en la atención al Programa Materno-Infantil.Apenas lleva dos meses en el consultorio, y ya parece una habitante más de Bernardo Centro, en Yateras.

Liliurkis Frómeta Matos conoce a todos sus pacientes, los padecimientos, caracteres, sitios y condiciones donde viven, e incluso (a pie o a caballo) visita los hogares para apreciar por sí misma la salud de los miembros de la comunidad; “esa es la tarea del médico de la familia -apunta la joven- y es la razón por la cual escogí como vocación curar y salvar vidas”.

La doctora, recién graduada, tiene 24 años de edad y es de las más activas y entusiastas del colectivo, que integran dos enfermeras y otros tres residentes de segundo año de Medicina General Integral (MGI). Juntos atienden a más de 700 habitantes, entre los que figuran lactantes, gestantes, y un centenar de personas mayores, pues se trata de una población apreciablemente envejecida.

“En octubre inicié mis tareas, y ese poco tiempo ha sido muy gratificante y enriquecedor para mí, como persona y profesionalmente; pues me rodea gente muy noble, atenta, con pocos recursos, pero que lo comparte todo y nos respeta mucho, incluso siendo yo la más joven”, explica contenta la entrevistada.

Liliurkis es natural de Arroyo del Medio, poblado del mismo municipio de Yateras, pero muy distante del Área de Salud donde labora hoy, por eso decidió trasladarse para casa de su familia que vive cerca del consultorio.

“Así es más fácil interactuar y darle seguimiento a la población, muchos viven a unos metros, otros a kilómetros (km) montaña arriba. Debemos visitar a pacientes en El Caney, del otro lado del río de Frijoles, en la Loma de la Viuda, Bernardo vaquería, Pueblo Nuevo, La Magdalena… este último sitio está a unos 20 km; solo he podido ir allá a caballo, gracias a la solidaridad de los campesinos que nos prestan ayuda siempre”, agrega.

La disciplina es de los valores que más sobresale en los yateranos, al menos en la zona donde radica Frómeta Matos. Allí por lo general hay pocos problemas de salud, los más frecuentes están relacionados con la presión arterial, la diabetes mellitus, afecciones renales e infecciones respiratorias, sin embargo, de vez en vez aparecen casos que alteran la rutina diaria.

“La semana pasada llegó un joven de 27 años, sicklémico de nacimiento, que fue operado por Absceso esplénico (bazo aumentado de tamaño) y llevaba tres días con dolores, fiebre de 38 grados… debíamos hidratarle y aliviarle el dolor. Al principio fue casi imposible canalizarle las venas y estaba el riesgo de que, al ponerle el suero intravenoso, el aquejado sufriera un trombo.

Fue un momento tenso, pero mantuvimos la calma y logramos ayudar al muchacho, con los primeros auxilios para evitar complicaciones, pero de inmediato lo remitimos al municipio para su mejor atención. Normalmente los sicklémicos requieren tratamiento especializado, demandan transfusión, además, este tenía infección del tracto urinario y bronconeumonía, pero hicimos nuestra parte, conocíamos el caso”, detalló la joven galeno.

La también Residente de primer año en MGI trabaja prácticamente todos los días en la Atención Primaria de Salud en Bernardo Centro. Lo mismo sentada en consulta, que en el terreno o en casa, le resulta difícil desprenderse de su bata blanca y más aún en medio del actual contexto sanitario.

“La pandemia de la COVID-19 ha duplicado las alarmas en el Sistema de Salud y, por suerte, donde estoy no han habido casos positivos, pero la nueva normalidad implica estar siempre en guardia porque siguen entrando viajeros. Yo, por ejemplo, tuve en vigilancia a tres, quienes responsablemente cumplieron con el aislamiento de 10 días, y les advertí que quienes tuviesen contacto con ellos también cumplirían la cuarentena.

“El protocolo es claro, el viajero va para la casa y allí nuestro personal lo visita con batas, guantes, caretas, nasobucos, y gel antibacterial u otro desinfectante; le pedimos el PCR, pues todos deben venir, al menos, con un documento oficial que diga que se hicieron la prueba, incluso si están en espera del resultado. De no tener examen hecho, nosotros mismos los ponemos en cuarentena por 10 días”, aclara.

Para la novel médica de Bernardo Centro, toda acción de prevención es poca, si de cuidar la vida de quienes la rodean se trata, por eso mientras realiza la vigilancia y control sanitario frente al nuevo coronavirus, también aprovecha para combatir los hábitos tóxicos (consumo de alcohol y tabaco) que más inciden en las complicaciones de salud local.

“Aún queda mucho por hacer, pero yo debo estar dos años en el Servicio Social y me gusta lo que hago. Trataré de aprender más para ser útil aquí y donde me necesiten. Cuando termine la Residencia de MGI aspiro a estudiar Psiquiatría; mientras tanto, seré mejor especialista aquí, donde he aprendido a amar más mi profesión”, concluye.

Comentarios   

0 #1 Enma 07-12-2020 15:06
Buenos dias profecionales como estos jamas seran olvidaod por la poblacion quedan en corazon d elos pacientes por siempre y para siempre a la doctora recien rgaduada le deseo lo mejor del mundo , siga asi doctora con ese esmero y dedicacion su perfil es dedicado a la humanidad , siga superandose para la vida que dios la bendiga un saludo grande des la direccion provincial de salud departamento de ESTADISTICA .
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0 #2 Dr. Lafita 09-12-2020 10:56
Felicidades para esta joven Dra. Muchas veces visité el hospitalito de Bernardo, instalación muy agradable, tanto por sus trabajadores, como por el clima de la zona. Éxitos colega. Buen comentario de la Enma.
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