Otoniel Argüello PiletaLos lectores seguirán leyendo los metrocontadores, presentando facturas y cortando la electricidad, además de dedicarse a labores de inspección, asegura el director comercial de la Empresa Eléctrica en Guantánamo.El anuncio viene desde hace meses. La eliminación paulatina del lector cobrador de la electricidad es una idea en vías de hecho, a la que debemos ir acostumbrándonos, aunque el proceso, asevera Otoniel Argüello Pileta, director comercial en funciones de la Empresa Eléctrica de Guantánamo, es paulatino y no tan radical como suena.

Aclara de primeras que “esos trabajadores, además de recibir una capacitación para reorientarlos hacia la inspección, seguirán leyendo los metrocontadores, entregarán las cuentas a las familias y, en caso de no pago de la factura, realizarán el corte del servicio”.

De manera general, se determinó que los cobradores dejarán de cubrir, de manera escalonada, 619 rutas, y se mantendrán cumpliendo esa función en 274 en todo el territorio, generalmente en zonas de difícil acceso, de montaña o muy alejadas de las cabeceras municipales con transporte irregular.

Según el plazo previsto, precisa, “la primera fase concluye en octubre, cuando eliminaremos la función de cobrador en las cabeceras municipales, y no totalmente, pues tendremos en cuenta las personas incapacitadas de salir, que no tienen otra forma de saldar sus cuentas de electricidad”.

La idea, aunque se prevé que en los primeros momentos los pagos se desplacen, sobre todo, hacia las ventanillas de la Empresa Eléctrica, “es que las personas utilicen las otras formas de pago disponibles: las plataformas digitales, que son muy seguras y más cómodas, tanto para los beneficiarios como para la entidad”.

Actualmente, puntualiza, un cliente puede saldar sus cuentas por medio de las ventanillas de la Empresa y de Correos de Cuba, y hasta los días 23 de cada mes, en los cajeros automáticos, los terminales de posventa (POS), así como las plataformas Enzona y Transfermóvil, estas últimas con bonificaciones del seis y el tres por ciento, respectivamente”.

De hecho, hay camino andado. A pesar de que el pago a los lectores cobradores es todavía la forma preferida por los guantanameros, seguida por la liquidación en las ventanillas de la OBE, “en junio, de los más de 172 mil usuarios residenciales de la provincia, 21 mil 67 abonaron sus facturas, con un importe superior a los 6 millones 500 mil pesos, en los canales de pago electrónicos y Correos de Cuba”.

Reducir el efectivo en poder de los trabajadores, para su seguridad y la de la empresa, es una de las apuestas. “Antes, si tras recaudar una ruta el lector cobradorcobrador corrienteDeben quitarse en primer momento 619 rutas, y se dejarían solo 274. salía con unos 2 mil pesos en el bolso, en estos momentos, con la misma cantidad de clientes, esa cifra creció, con el incremento, en enero, de la tarifa eléctrica”.

Se suma, a ello, “la posibilidad de reducir el contacto físico en tiempos de pandemia y la seguridad de estas plataformas. Alguien con Transfermóvil o Enzona, por ejemplo, puede consultar su cuenta antes de que le llegue el aviso de consumo, pagar su factura sin manipular efectivo, y la de otros, ahorrar con las bonificaciones, tener constancia de la operación y consultarla cuantas veces sea necesario”.

Superadas están, además, afirma Argüello Pileta, las dificultades de los primeros tiempos, en los que se señalaba a la Empresa Eléctrica por cortar el servicio a consumidores que previamente habían pagado a través de las plataformas digitales.

“Tenemos en estos momentos un sistema que registra el pago automáticamente y reduce la lista de pendientes con la misma prontitud”, explica el funcionario y expone que, para esta fecha, “los principales inconvenientes se relacionan con el pago doble del servicio”.

En esos casos, que pueden darse por diferentes causas, “la persona solo debe presentarse en las oficinas comerciales o llamar -en estos días de alza en enfermos de COVID-19 se insiste en la segunda opción- y plantear el problema, que se resuelve al instante, con la devolución del efectivo”.

La segunda fase, reconoce el directivo, es más complicada y depende “de decisiones del país”, pues implica hacer lo mismo en la zona montañosa, un escollo que en otros territorios podría sonar perfectamente manejable, pero en Guantánamo abarca alrededor de la mitad de las casi 900 rutas que existen en la provincia.

Incluso en zonas llanas, detalla, se complejiza en municipios como Caimanera, “en tanto una de sus rutas, la comunidad de Hatibonico, se encuentra a más de 40 kilómetros de distancia.

“Puede sonar difícil, complejo para algunos..., pero no es imposible, en casi todas las casas hay un celular, y la cobertura se amplía cada año, así como las personas que acceden a servicios por ese medio. Hay que pensar en las ganancias, para la empresa y, sobre todo, para nuestros clientes”, ratifica.

Comentarios   

0 #1 Dalgis 07-07-2021 17:53
Estoy de acuerdo con esta decisión pero como cliente debo conocer cual será el día que escogerán para realizar la lectura para yo realizar la mía y que no ocurra como en estos momentos que se lee cualquier día y no coincide con los cálculos que hacemos
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