Misael 2

Cuando a Misael Preval López le mencionan el nombre del periódico Venceremos, lo primero que le viene a la mente es la sensación de satisfacción y orgullo que por 38 años experimentó como trabajador del órgano oficial del Partido Comunista de Cuba en Guantánamo.

Misael guarda celosamente los mágicos momentos en que vio salir a la luz la primera edición de Venceremos. Aquella época es parte imprescindible de su vida, por eso, a propósito del 60 aniversario de fundado este medio prensa, un equipo de periodistas del hoy semanario se acercó al ya jubilado tipógrafo.

 

¿Donde nació Venceremos?

 

Todo empezó en la imprenta La Voz del Pueblo, donde se editaba el periódico del mismo nombre, en Pedro A. Pérez entre Emilio Giro y Carretera. Yo era tipógrafo; mi tío me había enseñado esa faena y aprendía a amarla desde la primera vez.

 

En los primeros días fue toda una odisea, nunca habíamos realizado ese tipo de trabajo, no estábamos preparados pero aun así pusimos todo nuestro empeño.

 

Por entonces tampoco contábamos con las máquinas ni los equipos suficientes para realizar el periódico. La mayoría de las actividades se hacían de manera manual y los equipos que usábamos no eran nuestros, pues pertenecían a la imprenta.

 

Además, en ese tiempo el periódico carecía de periodistas graduados de las academias. El personal que laboraba con nosotros venía de otros sectores y lo fotógrafos eran autodidactas, pero nada de eso detuvo la salida del Periódico.

 

Entonces llegó la digitalización

 

Como la sociedad guantanamera, Venceremos evolucionó. Llegó personal más especializados, se modernizó el proceso editorial…la digitalización provocó un salto cualitativo lógico e impostergable para nuestro colectivo. Fue una etapa compleja, al principio, todo lo nuevo genera dificultades pero tuvimos que acostumbrarnos. Yo, por ejemplo, nunca había visto una computadora pero mis compañeros me ayudaron a “cogerle la vuelta” y al final la dominé.

 

Es innegable que con las nuevas tecnologías el trabajo era más eficiente y con mayor calidad. Para hacer una edición del periódico en el taller pasábamos muchos apuros con los linotipos, pero ahora una persona desde las computadoras resuelve cualquier problema con inmediatez.

 

¿Retos?

 

Toda mi etapa en el periódico fue un reto constante. Tuve que superarme sobre la marcha para contribuir a hacer de Venceremos lo que es hoy.

 

Recuerdo que cuando nos trasladaron para el poligráfico, nos topamos con un sistema totalmente nuevo, máquinas modernas, sin linotipos… hubo que aprender y desaprender. Luego el periódico cambió su frecuencia, se hacía a diario y lo imprimían en Santiago de Cuba, entonces yo como jefe de taller, junto a otro compañero teníamos que llevarlo hasta esa provincia. Todo iba prensado en unas planchas de plomo. ¡Imagínese trasladar aquello por la carretera, con sus baches, era tan pesado que se volvía agotador! Eso sí fue una verdadera hazaña.

 

¿Satisfecho con su trabajo?

 

Sí, me siento muy contento y satisfecho con todo lo que he logrado, porque sé que mucha gente aprecia y reconoce los frutos de tantos años al servicio del periódico.

 

Además yo no pierdo mi vínculo con Venceremos. Me invitan a encuentros con los lectores y, sobre todo, a los intercambios generacionales, eso me estimula. Cuando uno se jubila siente que deja de ser parte del colectivo laboral, pero es gratificante que te recuerden y tengan presente como parte de la historia viva de la prensa guantanamera y cubana.

Comentarios   

0 #1 olga 05-10-2022 15:54
Misael, muy talentoso, en su trabajo, compañero anegado, cumplidor, ejemplo de conocimiento, en lo que respecta la Poligrafia, le agradecemos mucho a el, aprendimos de un Maestro.
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