jubilacion trabajosaLas malas condiciones que denuncian los jubilados o los que están en proceso de serlo son, también, malas condiciones de trabajo para los que laboran en el Inass del municipio cabecera.

La cola no es, exactamente, una cola. Más bien un grupo de personas en varios bancos dispuestos en las afueras de la oficina municipal del Instituto Nacional de Asistencia y Seguridad Social (Inass), en Guantánamo, sita en Calixto García entre 3 y 4 sur, y en cuanto portal vecino permita acomodar el cuerpo.

 

Allí, advierte un señor que me ayuda a ubicarme entre la gente, entre quienes esperan lo poco y quienes ya se impacientan por lo mucho, “hay de todo, periodista. Hoy, por ejemplo, hay mucha gente que vino por la chequera y no han podido resolver, porque no hay conexión. Pregunte y verá”. Y eso hago.

 

Inalvis Campos, con 34 años de trabajo que aparentan ser menos, dice que su proceso ha sido de los fáciles. “No me puedo quejar. Solicité la jubilación en septiembre y hoy -me dijo a finales de noviembre- debía venir a recoger mi alta, la chequera… Pero no hay conexión, así que vendré en otro momento”.

 

Pero su caso, sin ser una excepción, tampoco es la regla: este ha sido, en todos los sentidos, un año atípico, con un incremento significativo de los trámites de jubilación por los atrasos de la COVID-19 y, también, por la cantidad de personas que, ante los cambios en el cálculo de las pensiones tras el ordenamiento monetario, se aguantaron las ganas de descansar hasta poder hacerlo con una pensión más aterrizada a los nuevos tiempos.

 

Esa circunstancia, aunque esperada, sofocó el ritmo habitual de las oficinas del Inass, que recibieron la avalancha como si les hubiera tomado por sorpresa: con la misma cantidad de personal para gestionar casi el doble de trámites, sin posibilidades de nuevas contratas, y los mismos recursos de un año cualquiera.

 

La filial provincial del Inass aporta números bien ilustrativos: La media de trámites de jubilación, en un año, es de 3 mil y en 2022, solo en el primer semestre, se procesaron 3 mil 087 solo por edad o invalidez, más de 2 mil de lo que normalmente se haría en esa etapa.

 

Para octubre, me lo dicen más de una vez, las cosas ya han mejorado, comparado con la primera parte del año. Ya, por lo menos, no hay que dormir la noche para coger un turno, ni comprárselo a ningún “vivo”…, pero está lejos de ser lo ideal.

jubilacion trabajosa2En un año la media normal de trámites de jubilación es de tres mil y en el primer semestre en 2022 se procesaron tres mil 087 solo por edad o invalidez en condiciones laborales desventajosas.

De todo hay…

 

Manuel Columbié Tito -66 años de edad, y tres décadas de trabajo- es parte del otro extremo de la historia. “En mayo, solicité la jubilación a Emprestur y supuestamente trajeron el expediente para el Inass municipal. Pero entonces, nos quedamos sin técnico de Seguridad Social y Salud en el trabajo y todo se detuvo.

 

“Lo peor, es que desde mayo no hubo más trabajo para mí allí y he tenido que buscarme la vida de jornalero, chapeando, haciendo lo que haga falta, pero ahora tengo problemas en la cervical y no puedo más. Aproveché que entró un nuevo técnico y vinimos, a ver si por fin disfruto mi pensión”, me dice.

 

Noervis Marranés Sánchez, con más de 40 años de trabajo en el área de servicio del Hogar de Ancianos San José, es otra historia. “Solicité en abril, me citaron a la oficina del Inass en agosto para la entrevista y me dijeron que debía seguir trabajando, pero qué va, me quedé en mi casa, y aquí estoy, esperando la chequera todavía”.

 

Pregunto de qué vive y se encoge de hombros. La idea de que los trabajadores sigan en activo mientras llega su pensión, lo cual podría considerarse al vuelo una molestia y, cuando se extiende lo es; existe para garantizarle al obrero la continuidad de sus ingresos. Y es lo ideal.

 

“Mi problema, periodista, es otro -me interpela Misael Fernández Cala, que comenzó el proceso por peritaje médico, a los 58 años. Primero, no aparecía una década que dediqué a un contingente en Niceto Pérez, y lo resolví. Hace una semana, vine a la entrevista y no encontraban el expediente, y hoy me dicen que ya se está procesando, así que no sé”.

 

Rafael Torriente, técnico en Seguridad Social y Salud de la Escuela de Danza Alfredo Velázquez, escucha y asiente. Su trabajo es, desde hace varios años, comenzar el proceso de jubilación en el Inass y acompañar al solicitante en los trámites.

 

“Aquí, los mayores atrasos son por los expedientes, que laboraron X años y no los encuentran, o el proceso para validarlos se les hace difícil. Mi trabajo es, justamente, que la documentación esté completa y la verdad, no tengo problemas”.

 

Me intereso por las demoras y confirma la tendencia a la mejoría: “Es por turnos, y eso permite organizarnos y es un avance porque, ciertamente, si usted llega a venir hace tres meses, se hubiera encontrado un panorama bien distinto”.

 

Para Marilyn Ross Velázquez, trabajadora del Partido, el asunto va más allá de fechas y dilaciones. “Solo entre, y mire para atrás. No hay donde sentarse, todo está roto, y la construcción sin acabar. Yo creo que se necesita más confort”.

 

Maritza Bosques Leyva, jubilada del Citma, piensa lo mismo. “Yo fui a la famosa entrevista, sin poder sentarme y solo para que me dijeran: préstame tu carné de identidad, usted tiene 42 años de trabajo…, usted va a continuar trabajando, si no puede…, su chequera debe salir en diciembre o enero. Solo esas fueron las palabras. Sin darte la oportunidad de revisar tu expediente, sin más cortesía”.

jubilacion trabajosa3Desde mayo, Manuel Columbié solicitó la jubilación. "Ya no puedo seguir buscándome la vida por ahí. Necesito mi chequera".

Una vez adentro…

 

Sobre la situación material del Inass municipal, advierte la Especialista en Trámites Yaquelín Fuentes, lo que me han dicho no es todo. Lo que incomoda a los trabajadores en proceso de jubilarse y a sus técnicos el tiempo que permanecen allí, para los trabajadores de la oficina es una constante.

 

“No tenemos agua, baño sanitario, estanterías suficientes para ordenar los papeles y esas lonas que usted ve ahí, dice mientras señala hacia una esquina, son para resguardar los expedientes cuando llueve, y por si fuera poco estamos apretados”.

 

El ritmo de trabajo, es el que pueden sobrellevar las tres técnicas de trámites, a razón de 10 expedientes por día cada una. “Hay cosas que dependen de nosotros, pero la principal causa de atrasos, son los expedientes incompletos. Y eso, es responsabilidad del centro laboral.

 

“Si usted solicita su jubilación, el técnico de su entidad tiene la responsabilidad de organizar la documentación para que no falte nada. Los buenos técnicos, los de experiencia, casi nunca tienen problemas y todo sale rápido”, replica.

 

Aglay Mckintosch, directora de la filial municipal Inass Guantánamo, ahonda un poco más en las razones. “También, tenemos problemas informáticos porque trabajamos directamente en una base de datos nacional que, a veces, no carga los expedientes y tenemos que introducirlos de nuevo. En julio, por ejemplo, fueron 135. Es bueno aclarar, que nosotros solicitamos la pensión, quien aprueba es la nación”.

 

La “conexión” a ese sistema nacional -en el que trabajan, en el municipio, solo dos personas- también implica que, tal y como ocurrió el día que visitamos la sede, muchas personas tarden en recoger sus altas-chequeras, el documento definitivo de la jubilación que les permite comenzar a recibir sus pensiones.

 

Aunque es otro dolor de cabeza, la tarjeta magnética, por la que algunos esperan hasta dos meses, depende de los bancos y no es un impedimento para cobrar. “Las personas, una vez que tienen su alta, pueden cobrar por medio de la nómina electrónica, en los bancos o CADECA”, informa la directiva.

 

Puntos necesarios

 

Marga Ramírez Blanco, directora de la filial de la Inass en Guantánamo, defiende la idea del mes, como plazo para las jubilaciones, una vez que el expediente es “admitido oficialmente en la oficina, sin errores, y listo para introducirlo al sistema”.

 

Y se explica: “Lo que ha pasado este año, por ejemplo, es que hacemos la entrevista a un trabajador y radicamos su expediente, sin errores, el 9 de noviembre, en diciembre lo pasamos al sistema y es posible que el alta le llegue en enero.

 

“¿Por qué digo que cumplimos con los 30 días del trámite? Por el pago. Si nosotros aceptamos el expediente ese 9 de noviembre, y nos atrasamos por cuestiones informáticas, cuando llega la chequera el pago empieza a partir de ese día, de manera retroactiva.

 

También, advierte, “es importante que la entidad mantenga al trabajador en su puesto de trabajo hasta que este tenga su pensión. ¿Qué pasa hoy? Que la administración tiene apuro en cubrir la plaza con alguien nuevo, y le dice al que se está jubilando que se vaya para su casa. Eso no es así”.

 

El “desfase”, que es a nivel nacional, ha provocado que, tras quejas por personas durmiendo en las sedes para hacer sus trámites y venta de turnos, se estableciera un sistema de citas hasta diciembre. Para traducir: si en octubre un trabajador solicitó su jubilación, debe esperar a enero.

jubilacion trabajosa4 "Ciertamente hemos tenido un desfase en la tramitación de las jubilaciones, y la principal causa es que los expedientes no llegan completos", asegura Marga Ramírez.

Pregunto, de nuevo, por las condiciones materiales y la posibilidad de buscar personal de apoyo. Ambos temas, asegura Ramírez Blanco, están “congelados” hasta que termine el reordenamiento del Inass, que está en proceso de integrarse a las oficinas municipales de trabajo.

 

¿Queda por ver?, insisto. “Hay planes de mejorar las oficinas, y la plantilla debe esperar a cómo se reorganizan…, pero también, contamos con que las aguas tomen su nivel y el proceso de jubilación sea como era hace tres años. Pedirla y tenerla, como debe ser”, concluye.

 

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