planta oxigenoVista de las fuentes de suministro de oxígeno en el Hospital Agostinho Neto, líquido (al frente) y detrás las nuevas plantas instaladas.

No fue una, sino dos. Se construyeron en un tiempo prudencial, aunque pudieron terminarse antes. Sin embargo, lo importante es que están aquí, en Guantánamo, como en Pinar del Río, listas para activarse y seguir salvando vidas.

 

Las plantas generadoras de oxígeno medicinal o PSA, inauguradas a fines de 2022 en el Alto Oriente, demuestran una vez más el compromiso de la Revolución con el hombre, centro fundamental de todo su accionar.

 

Con una capacidad de generación de 24 metros cúbicos por hora, 48 en total, pues son dos las instalaciones colocadas, el Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto, de la ciudad del Guaso, cubre completamente la demanda como la mayor institución de Salud de la provincia, incluso, pudiera tributar a otros centros del territorio en situaciones de emergencia.

 

La moderna maquinaria es un alivio y otro seguro de vida tras la emergencia que experimentamos durante el pico pandémico, en julio, agosto y septiembre de 2021, debido al aumento de casos de la COVID-19 y la rotura de la planta central de oxígeno. Desde entonces y pese al recrudecimiento del bloqueo estadounidense, la máxima dirección del país priorizó la adquisición de ese valioso equipamiento y su ubicación en un grupo significativo de hospitales desde la Punta de Maisí, hasta el cabo de San Antonio.

 

El montaje de todas fue también fruto de ese sentir y pensar como nación unida: entidades del territorio como la Empresa de Automatización Integral (Cedai), Gases Industriales, la Empresa de Construcción y Montaje Especializado (ECME), de Santiago de Cuba, Salud Pública... hicieron posible consumar la tarea y, una vez concluida, entregar a los guantanameros más metros cúbicos para su red de gases y ganar en soberanía a nivel territorial.

 

Precisamente ese fue el mensaje del joven doctor Luis Alberto Ramírez Díaz, subdirector quirúrgico del Agostinho Neto, al contemplar con agrado la puesta en marcha de la planta.

 

Ahora somos más fuertes, estamos en mejores condiciones de continuar el enfrentamiento a la COVID-19 (pues persisten casos en el país) y sostener la calidad de la atención a los pacientes, un compromiso eterno del Sistema de Salud nacional.

planta oxigeno2Las plantas de oxígeno medicinal poseen una moderna tecnología automatizada.

De la planta

El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, informó a principios de 2022 la llegada de unas 50 plantas de oxígeno que se instalarían en hospitales cubanos y que, de hecho, algunas se encontraban ya en diferentes etapas constructivas. Entre ellas estuvieron las guantanameras. Hacia aquí se destinaron tres: dos para el Neto y una para el Hospital General Docente Octavio de la Concepción y la Pedraja, de Baracoa, para beneficiar los municipios del Este y esas zonas del Plan Turquino.

 

Precisamente fue la empresa Cedai la principal responsable de “armar el muñeco”, y entre sus artífices sobresale la labor de Fret Gómez Barbie, especialista de Sistemas de Automática Electrónica y la Comunicación.

 

“Armar la PSA fue una tarea de titanes, sin embargo nos atrasamos en su entrega por falta de aditamentos y cierto desconocimiento de la tecnología, que por primera vez llegaba a nuestras manos -revela el ingeniero-. Pero somos profesionales y aprendimos en la marcha. El estudio constante, los intercambios de experiencias vía WhatsApp y la innovación permitieron echar a andar todo sin contratiempos, ni chapucería.

 

“La planta -comenta- es muy moderna y aunque fue fruto de una donación venezolana sabemos que es costosísima en el mercado internacional, sin contar los gastos adicionales en los que incurrimos -continúa el entrevistado.

 

“Funcionan por conmutación de potencia con dos torres, una para absorber y otra para regenerar. El sistema usa un filtro molecular de zeolita que absorbe todos los elementos impuros del aire y deja pasar un 93 por ciento de oxígeno, usa un filtro de partícula metálica y antibacteriano. Todo lleva una secuencia automática que garantiza que se ejecute correcto el procedimiento y permite chequear los parámetros de trabajo: presiones, flujo, concentración de oxígeno.

 

Claro que el personal de CDAI no fue en pañales a encargarse de la Planta de oxígeno medicinal, su vasta experiencia de más de cuatro décadas en la gestión de procesos y medios automáticos permitió, incluso, aportar explicaciones a problemas que surgieron en la práctica a nivel nacional.

 

“En una ocasión supimos que cuando había mucha humedad o polvo, las plantas presentaban dificultades para trabajar, entonces nos dimos cuenta de que el problema estaba en el filtro de zeolita, un material higroscópico por naturaleza, o sea, que de absorber y exhalar la humedad hay que esperar un tiempo prudencial para que se seque... así hubo otros acontecimientos que resolvimos con el ingenio típico del cubano”, asevera el especialista.

 

Valorada en 800 mil pesos, la obra civil, y cerca de tres millones la instalación con sus enseres (cableado, luminarias...) las PSA guantanameras, controladas mediante un autómata de alta tecnología, tienen asociadas un banco de llenado con capacidad para 12 cilindros cada media hora, y respaldarán la demanda en Terapia Intensiva ante situaciones de crisis.

 

La voluntad de salvar Narciso Martínez Samón, jefe del Taller de Gases Industriales en Guantánamo, explica que la provincia en plena pandemia se benefició con una planta de oxígeno, de similar funcionamiento, en Baracoa, con capacidad para producir dos cilindros cada 24 horas, pero el país quiso prepararse mejor para otra contingencia y por eso apostó por montar otras con mayor capacidad.

 

“Las del hospital no van a funcionar permanentemente, sino en caso de algún imprevisto. En esta etapa, con una sola se abastece toda la institución y da cobertura para otros beneficiarios.

 

Podemos asegurar que con la capacidad actualmente instalada no hará falta acudir a la industria nacional.

 

“Por demás, en Granma se monta una planta que estará de reserva para cualquier eventualidad. La de Baracoa tiene hecha la caseta y su maquinaria está dentro, esperando que entren los cables y otros utensilios para comenzar a acoplarla. Ella también proveería al hospital de Baracoa y daría para otras instituciones en San Antonio del Sur, Imías y Maisí”, detalla Martínez Samón.

 

Según el especialista, si bien la idea es solo usar las maquinarias en momento de alta tensión, como permanecen en periodo de garantía, se decidió que trabajarán, al menos, una vez a la semana para comprobar su correcta marcha y adiestrar a los técnicos en su adecuado manejo.

planta oxigeno3Con las nuevas instalaciones es posible llenar cilindros y almacenarlos para tiempos de crisis.

Precisa el directivo de Gases que, en el caso de las plantas del Agostinho Neto, se estableció que todos los miércoles se activarían los motores para “tirarle” el servicio directo a las salas durante una hora y también llenar cilindros. Hasta el momento, todo marcha bien y sin contratiempos.

 

“Creo que estamos más preparados. Si antes no dormíamos porque no había oxígeno, ahora podemos estar más confiados en que si cuidamos nuestras reservas, ninguna vida se perderá por falta de este suministro -alega Martínez Samón, líder del equipo responsable también de la fábrica de oxígeno líquido del Neto, y de la distribución del gas en la red de farmacias de la provincia-. La idea es salvar vidas, sin importar los costos. La Revolución se propuso invertir en la salud de sus hijos y lo cumplió”.

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