La Doctora reorganizó los servicios médicos, ejemplo de resiliencia.Mantener la vitalidad de los servicios médicos en el municipio Imías, durante los cinco días que estuvo el territorio incomunicado por vía terrestre, tras el paso de la tormenta tropical Oscar, fue de los grandes desafíos que ha enfrentado la Doctora Yudiht Alba Matos, directora municipal de Salud Pública.
“Fueron jornadas muy difíciles, el policlínico Ciro Frías Cabrera, principal centro asistencial del territorio, quedó inundado y tuvimos que reorganizar los servicios médicos, sin electricidad y con el equipo electrógeno inutilizable.
La respuesta fue inmediata. En la sede del Partido, donde aún funcionaba un generador eléctrico, se habilitó una salita de terapia intensiva.“Era el único lugar donde podíamos asegurar el funcionamiento de los equipos médicos, explica. Otros servicios, como emergencias, obstetricia, pediatría, ginecología y hospitalización, se trasladaron al Hogar Materno, refugio improvisado que se convirtió en otro baluarte de salud.
No obstante, la incomunicación en varias áreas del municipio complicó aún más la situación. El puente que conecta al Consejo Popular de Jesús Lores estaba severamente dañado y las vías hacia comunidades como 14 de Noviembre, Tacre y Cajobabo eran intransitables.
Ante tales circunstancias, la Doctora Matos no se amilanó, buscó soluciones. El consultorio de Cajobabo se transformó en cuerpo de guardia, equipado con medicamentos y personal médico listo para atender a quienes lo necesitaran, mientras en Jesús Lores establecieron un servicio de emergencias que operó las 24 horas en los primeros días tras el huracán; todos los consultorios de esas áreas contaban con el médico y la enfermera.
El paso del evento meteorológico por tierras imienses también ocasionó daños en los bienes de algunos trabajadores del sector, contabilizando a 112 afectados, entre ellos, 27 enfermeras y 17 médicos.
“A pesar de las pérdidas materiales nadie abandonó su responsabilidad -dice con satisfacción- y los servicios no se detuvieron. Luego al reorganizarnos, ubicamos a quienes estaban en mejores condiciones, además contamos con el respaldo de colegas de la provincia de Guantánamo, quienes llegaron por vía aérea".
Las emergencias, en aquellos días de aislamiento, fueron otras pruebas que también superaron los profesionales de salud, reconoce la joven directora.
“Se realizaron 15 traslados en helicóptero, incluyendo casos graves como infartos y complicaciones en pacientes pediátricos, que no solo fueron en la cabecera municipal, sino también en zonas de difícil acceso como Yacabo Arriba.
“La coordinación con el Consejo de Defensa y las Fuerzas Armadas resultó crucial para la atención médica oportuna, así como la destacada labor del personal médico y otros trabajadores de la salud, quienes mostraron su talento y dedicación ante estas situaciones adversas, de hecho, se remitieron 29 pacientes a servicios en la provincia, todos en condiciones estables, que se recuperan satisfactoriamente".
Uno de los casos más críticos involucró a un lactante con complicaciones que no podía ser trasladado en helicóptero. “Decidimos remitirlo a Baracoa, primero en ambulancia hasta donde la carretera lo permitió, luego en camilla y finalmente caminando hasta el transporte sanitario que nos esperaba”, rememora.
“Se logró estabilizarlo, valorarlo por cardiología, realizarle el ecocardiograma, y permanece estable, en la sala de terapia, del Hospital Octavio de la Concepción y la Pedraja", explica satisfecha.
La Doctora Yudiht, agradece una, y otra vez, a los profesionales de la salud, a su equipo que lideró a través de una de las pruebas más difíciles que han enfrentado: mantener, en medio de la devastación provocada por Oscar, la vitalidad del servicio médico. Para ella, la fortaleza del sistema de salud radica, no solo en sus instalaciones y equipos, sino en el compromiso inquebrantable de sus profesionales, por cuidar y salvar vidas.