Lisandra Premión Torres1Hay mujeres que irradian fortaleza desde la primera palabra, y otras que la muestran en cada acto. Lisandra Premión Torres, joven fiscal guantanamera lo hace todo al mismo tiempo.

Con solo tres años de ejercicio como fiscal, fue recientemente galardonada como la mejor joven jurista en la provincia de Guantánamo y alcanzó la condición de destacada a nivel nacional, resultado de la emulación de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC) correspondiente al año 2024.

Esta novel abogada de 35 años se licenció en Derecho en 2022, y aunque el dato me generó ciertas dudas, sus porqués no son solamente sorprendentes sino inspiradores, pues la determinación marcó su ruta hacia el Derecho.

“Mis inicios laborales fueron en los Bufetes Colectivos y la Fiscalía provincial, como secretaria, haber trabajado en el sector jurídico me motivó a estudiar Derecho”, comentó a Venceremos.

Madre de dos niñas, estudió la carrera trabajando, en la modalidad de curso a distancia, “la universidad permitió que hiciera las dos cosas a la vez, bondades de la Educación Superior cubana; fue tan sacrificado como gratificante”, significó.

Su período de estudios debió ser de seis años, sin embargo, “me dieron la posibilidad de matricular asignaturas y vencerlas por lo que logré graduarme en cuatro años”, detalló con emoción e indudable agradecimiento en su mirada.

Durante sus estudios de pregrado su experiencia crecía y, con ello, su estatus, pues comenzó a fungir como asistente fiscal. Luego de su graduación y el nombramiento como fiscal, desempeña ese rol en la Fiscalía municipal de Guantánamo, donde actualmente es, además, jefa de grupo de atención a los ciudadanos y protección a la familia y asuntos jurisdiccionales.

“Me apasiona lo bien hecho, la legalidad, la protección de la Fiscalía, ayudar a las personas y mi actual puesto de trabajo me lo permite: proteger a los menores, a las mujeres víctimas de violencia”, explicó y añadió que “a veces las personas llegan a la fiscalía desorientadas, y desde las oficinas de atención a los ciudadanos además de orientarles puedo defender sus derechos”.

“Mi compromiso con la Revolución y ser ejemplo para mi familia como profesional del Derecho ha marcado mi trayectoria y es lo que me ha ayudado a obtener este resultado”, declaró.

“Ser mamá es un rol y un desafío que venzo todos los días, porque me exijo como madre e igualmente como profesional”, confiesa y considera que para cumplir cabalmente ambas funciones es fundamental la planificación.

“Las madres somos sacrificadas, entregadas, nunca descuidamos esa labor. Para que la obra sea completa debes ser buena profesional, porque damos ejemplo a nuestros hijos y es mejor que ellos vean el paradigma que sí pueden seguir.

“Tengo dos hijas adolescentes, y si en estos momentos tan complejos ellas tienen compromiso no es porque se lo exija sino porque ven cómo me acuesto tarde y levanto de madrugada, estudiando para un trabajo científico o porque están siendo vulnerados los derechos de ciudadanos y me corresponde restablecer la legalidad”.

Su motor impulsor es “la pasión que tengo por mi familia y, sobre todo, por mis hijas”, ello sumado a que “en estos tres años la fiscalía me ha permitido desarrollarme en el sector jurídico, crecer profesionalmente y participar en eventos”.

Ejemplifica y destaca entre sus investigaciones “un trabajo científico sobre la fiscalía y la protección a las menores víctimas de delitos; y además del estudio en sí mismo, lo que investigué pude compartirlo con otros profesionales del derecho”, a instancias provinciales de la Fiscalía y Tribunales, así como en los eventos anuales de la Fiscalía General de la República y de la Unión de Juristas.

Como colofón, este trabajo titulado La Fiscalía garante de la protección a los menores víctimas de delitos, le permitió participar en la X Conferencia Internacional Mujer, Género y Derecho, desarrollada en La Habana.

“Hoy soy mejor fiscal que ayer gracias a la Unión de Juristas, nuestra casa social, la que nos permite superarnos y nos da herramientas para investigar. He pasado muchísimos cursos después de graduada y todavía no son suficientes, porque todos los días en el Derecho se aprende, las nuevas normas lo exigen”, reveló.

Lisandra Premión Torres no solo representa el esfuerzo y la dedicación en el ejercicio del Derecho, sino que encarna el espíritu de las mujeres cubanas que pueden ser exitosas en múltiples roles y son capaces de superar desafíos.

Como bien afirma, “todo se puede lograr con compromiso y deseos de crecer”, mensaje que resuena y sigue la convicción de la Federación de Mujeres Cubanas que reconoce a sus afiliadas como vencedoras de imposibles.

Sus palabras son una reafirmación de ese ideal: “la mujer empoderada puede salir adelante siempre, estudiar, trabajar y a la vez atender a la familia, ciertamente es difícil, pero no hay imposibles”, concluyó.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS