La palabra no es reinicio, a fin de cuentas, desde que existen las vacunas anticovid 19 “Hechas en Cuba”, no se ha detenido la inmunización contra esa enfermedad que frenó al mundo durante casi dos años de los que, la mayoría, preferimos no acordarnos.
Por eso, María Elena Sánchez García, responsable del programa de inmunización del Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología prefiere hablar de reimpulso, a raíz de una intención sectorial previa al alza de las enfermedades respiratorias agudas en el país, pero también, por qué negarlo, al incremento de la percepción de riesgo ante las mutaciones del coronavirus.
“Aunque -me aclara, en total coincidencia con autoridades nacionales- siguen apareciendo casos, no existe una situación compleja de COVID-19 en el territorio.
“Las vacunas anticovid, por su parte, forman parte del esquema nacional de inmunización -que incluye 16 vacunas-, con indicaciones definidas. El tema es que no todos los territorios logran vacunar a más del 95 por ciento del universo, y ese indicador -que se mide a nivel nacional- debe recuperarse”, explica.
¿Cuáles son los grupos que se deben vacunar?
El esquema anticovid inicia con los niños que arriban a los dos años de edad; quienes reciben tres dosis de Abdala, con intervalos de 14 días entre ellas, y un refuerzo a los seis meses. Con esas dosis, se considera que ese infante está protegido contra la enfermedad, y por eso es tan importante.
También, se dedica un refuerzo a grupos de riesgo: gestantes, puérperas con niños de hasta dos años, y personas con cardiopatía, hipertensión, obesidad, parálisis cerebral infantil, retrovirosis crónica, insuficiencia renal, psiquiátricos crónicos, fibrosis quística y enfermedades pulmonares obstructivas; así como a los asistentes a casas de abuelos, y quienes viven en hogares de ancianos y centros psicopedagógicos.
Se protegen, además, los trabajadores de salud pública y los estudiantes de medicina. Si alguna persona quiere vacunarse y han transcurrido más de seis meses tras su última dosis, también puede hacerlo.
¿Cuál es el esquema para las gestantes, un grupo especial de riesgo?
Tenemos unas 2 mil embarazadas en la provincia, que no siempre llegan a la captación con evidencia de estar protegidas contra la enfermedad.
Si la futura madre tiene evidencia de esquema completo –tres dosis y al menos un refuerzo- ocurren dos cosas: si no han pasado seis meses de la última vacuna, se le inocula en la semana 32 de gestación; y si ya transcurrió ese tiempo, recibe un refuerzo al momento de la captación, y otro a los seis meses.
En el caso de que no exista esa evidencia, por seguridad, se les protege con tres dosis y un refuerzo.
¿Dónde están los mayores atrasos?
La provincia, al cierre del primer semestre, cumple con el indicador de inmunizar a más del 95 por ciento del universo; pero cinco de nuestros 10 municipios están por detrás: Baracoa, San Antonio del Sur, Yateras, Manuel Tames e Imías, que es el peor, con una cobertura de 69 por ciento.
En esos territorios, chequeamos semanalmente la marcha del programa, y en las reuniones técnicas, y en presencia de las máximas autoridades sectoriales, se realizan los análisis con los incumplidores.
¿En general, se garantizan los recursos necesarios?
Tenemos vacunas suficientes en calidad y cantidad, jeringuillas, y el personal sanitario en los vacunatorios centrales de los policlínicos y los periféricos que acercan los servicios a las comunidades más alejadas.
¿Además de las vacunas anticovid, qué otros inmunógenos deben aplicarse en lo que resta de año?
Se siguen aplicando las vacunas del esquema de rutina, en las diferentes edades. Se aplica además, desde septiembre pasado, la antineumocócica Pneumosil a los niños que arriban a los dos, cuatro y 11 meses de edad, para protegerlos contra enfermedades como la neumonía y la meningoencefalitis.
Con el reinicio del curso escolar, también se inmunizará a los pioneros de primer y segundo grados con vacuna duple bacteriana contra la difteria y tétanos, y estamos en espera de indicaciones para aplicar la vacuna contra el papiloma humano a las niñas de cuarto grado.