Isabel Duran: raíz firme de la Revolución. Isabel María Durán Olivares a sus 72 años, es ejemplo de la historia y compromiso con la organización que agrupa a todas las féminas del país, ha dedicado gran parte de su vida a la militancia, un camino que comenzó con solo 14 años y que hoy, desde su puesto como secretaria del bloque 104, sigue recorriendo con la misma pasión.
Recientemente condecorada por su incansable labor con la Distinción 23 de Agosto, nos dedica unos minutos de su tiempo para compartir vivencias y reafirmar su orgullo de mujer cubana.
“Nosotros hemos realizado numerosas actividades; impartimos talleres sobre temas tan importantes como la violencia de género, el embarazo en la adolescencia... También hemos trabajado mucho con niños que tienen capacidades diferentes o que presentan problemas en su entorno. Personalmente, he trabajado con menores que han tenido problemas en su casa, les he hecho visitas, he conversado con ellos. Es una labor que sigo haciendo y que me llena profundamente”. Nos comenta.
“Yo adoro mi organización”. Continua. “Y voy a decir como dijo una vez Daisy, la secretaria de la provincia: Yo soy una Vilma. Y dentro de la misma FMC seguiré haciendo Revolución dentro de la Revolución, porque soy cubana y me siento orgullosa de esta organización tan importante y que es un ejemplo para el mundo entero. Nosotras, las federadas, representamos a Cuba dondequiera. Hacemos una labor bellísima, dentro y fuera del país.
Se percibe la emoción en sus ojos, al asomar en ellos lágrimas de orgullo. El Sello 65 aniversario significó para ella, más que una distinción, el reconocimiento al quehacer de toda una vida dedicada a la organización que la vio crecer personal y profesionalmente. “En sí, no tengo palabras para decirle lo orgullosa que me siento. Anhelaba que me dieran esta medalla por el esfuerzo y por todas mis actividades con mis federadas. Muy orgullosa, sinceramente”.
Su compromiso es inquebrantable. “Yo sigo dirigiendo mi Federación desde una silla en mi casa. A pesar de cualquier cosa, me siento maravillosa. Yo no dejo mi patria para nada. Se lo digo siempre al secretario del núcleo del Partido y a todos los compañeros con los que me reúno: hasta el último suspiro, yo sigo firme ¡gracias a esta Revolución!”.
Isabel, junto a su pequeña nieta, nos despidió con estas palabras: “lo que le inculcas a un niño desde chiquito, lo sigue haciendo de grande. Hay que sembrar los valores desde temprano. El futuro está en ellos, en la continuidad de esta obra tan grande que hemos construido”.