Manuel Francisco Jorge Pérez, script con 47 años de experiencia en el ámbito cinematográfico, de ellos 40 en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), regresó a Guantánamo invitado a la XIII Jornada de Cine Andante, evento que llevó el cine a las comunidades para fomentar el intercambio con el público.
Con su larga trayectoria, Jorge Pérez trabajó en más de 100 peliculas; entre ellas Lucia, de Humberto Solás; Madagascar, de Fernando Pérez y Maria Antonia, de Sergio Giral. Jamás imaginó que su camino sería a través de la continuidad fílmica de las películas, sin embargo, desde pequeño supo que quería dedicarse al cine.
"Desde pequeño siempre me gustó el mundo fantástico, me creaba mis cuentos, mis historias. Hice una novela y recuerdo que mi difunta hermana se reía porque maté a todos los personajes, incluido yo, como escritor. Años más tarde, en el preuniversitario no obtuve la carrera que quería y decidí ser maestro. Me mudé a La Habana y cambié la pedagogía para empezar a laborar en planificación física, a la vez que pasaba un curso de organización de trabajo.
“Precisamente ingresé al ICAIC gracias a una amiga, que me resolvió un puesto tras concluir el curso que antes mencioné. Mi jefa me asignó al área de ficción y ahí descubrí realmente el cine profesional. Mi primera experiencia de aprendizaje fue con Cecilia Valdés, dirigida por el prestigioso Humberto Solás a partir de la novela de Cirilo Villaverde; así me enamoré más aún del mundo cinematográfico", comenta el cineasta.
Cuenta Jorge Pérez que tiempo después en el ICAIC toma un curso como script, que lo lleva a trabajar con la mayoría de los grandes directores del cine cubano.
"El trabajo del script es la memoria cinematográfica de una película, algo mucho más complejo de lo que parece. Las películas no se filman por orden cronológico y uno debe llevar el registro de la luz, el maquillaje, la peluquería, las acciones, las locaciones y mucho más.
“Por eso el script debe tener cualidades específicas; ser observador, organizado y discreto, porque aunque existan situaciones en los rodajes uno no debe divulgarlas ni inmiscuirse en ellas. Tengo una basta experiencia como script, sin embargo, es un cargo muy mal pagado, mal valorado, incluso hasta en los créditos de las películas", explica.
Manuel Jorge colaboró con talentosos directores de la gran pantalla, entre ellos el icónico Tomás Gutiérrez Alea (Titón), quien en 1994 lo hace parte de Guantanamera, película que cumple 30 años desde su estreno, la misma a la cual estuvo dedicada está XIII Jornada de Cine Andante.
"Guantanamera surge de una noticia del periódico Granma, sobre la escasez de petróleo y cómo esta situación no debería restringir los entierros de personas fuera de su provincia. De ahí la historia de Yoyita que muere en Guantánamo, hay que trasladarla hasta La Habana y todo lo que surge en el camino. Fue un reto muy grande , porque aunque supuestamente se hizo el recorrido por Cuba, muchas de las escenas fueron en zonas rurales de La Habana que debían simular zonas de Santiago de Cuba, Bayamo o Guantánamo.
Fue una película muy trabajosa, porque filmar en carretera es muy incómodo. Guantanamera impactó mucho porque en aquel momento, era una denuncia sobre lo que estaba pasando en la sociedad cubana, a través de toda una serie de situaciones. Titón, estaba muy enfermo; él jugó con la muerte al inicio y al final de su carrera. Alea era muy talentoso, para mí lo es, porque lo llevo presente, una personalidad muy objetiva que sabía lo que quería y no dudaba ante ello", significó el entrevistado.
Jorge Pérez no solo se desarrolló como script sino que también incursionó como director en el mundo del documental. Dirigió 12 documentales que narran la historia de vida de grandes figuras de la cultura cubana; entre los cuales se destaca Manuela, el rostro rebelde del cine cubano. Manuel no pierde su pasión por el cine, justo por ello muestra preocupación por el contexto actual del séptimo arte en Cuba.
"El mayor problema que tenemos en la actualidad es que existe una gran brecha generacional con los que sucedieron a mi generación. Hay jóvenes muy talentosos, (aún sin ser egresados de academia) porque aunque la escuela pueda darte la teoría, la práctica es lo más importante. Hay una diferencia grande entre generaciones y de ahí parten bastante dificultades en la realización del cine en este momento. Fundamentalmente en Cuba porque en España, Costa Rica, Brasil y Francia hay una interrelación de jóvenes con cineastas de más experiencia.
"Yo valoro mucho lo que están haciendo los jóvenes realizadores audiovisuales ahora; incluso más ahora que conozco a todo el equipo de Cine Andante, este evento es una proeza en las condiciones de este país. Hay jóvenes talentosos, yo creo en ellos de lo contrario no estaría aquí. Solo les recomiendo que investiguen, no se queden con dudas y escuchen a los mayores que son la voz de la experiencia".