Madrugada del 29 de octubre de 2025: vientos sostenidos de tormenta tropical de entre 100 y 113 kilómetros por hora, con rachas superiores, provocados en Guantánamo por el huracán Melissa, categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, sacudían la urbe del Guaso, donde volaban techos, caían árboles y una densa capa vegetal camuflaba muchos viales.
Amanecía, el meteoro se adentraba en el Atlántico Norte y permitía las primeras exploraciones de la catástrofe provocada a su paso, la cual estimaba, solo por deforestación, la existencia de 89 mil 068 metros cúbicos (m3) de desechos sólidos en toda la provincia.
La ciudad vuelve a la pulcritud y ese estado debe defenderlo cada guantanamero, máxime en la situación epidemiológica que atravesamos por proliferación del mosquito y las arbovirosis que le acompañan.
En la ciudad capital se calculaban 36 mil 950, difícil reto para la recuperación que de antemano tenía organizada, por cuadrantes, la limpieza citadina con fuerza y medios de organismos y el decisivo apoyo de la población.
Así comenzó el propio día 29 de octubre la cruzada por la limpieza e higienización, urgida por la presencia del moquito Aedes Aegypti y la escalada de arbovirosis, léase Chikunguña, que afecta a un considerable número de la población guantanamera.
La población y trabajadores de sectores diversos se sumaron temprano a la higienización.
Unos 900 hombres en la urbe capitalina, 100 por consejo popular, con 50 camines de volteo, siete cargadores, tres retropalas, cinco alzadoras del Minaz y siete tractores, emprendieron la dura tarea para exorcizar a la ciudad y con otras fuerzas a los municipios de los efectos de la deforestación huracanal, y a 15 días del paso del fenómeno meteorológico exhibir un panorama, aunque no completo, totalmente distinto.
Fernández asegura que este fin de semana la ciudad de Guantánamo queda completamente limpia.
“Pulcros comienzan a lucir los poblados de Maisí, San Antonio del Sur, Yateras, Caimanera y Niceto Pérez; Baracoa termina este miércoles y en sucesión lo harán Manuel Tames, Imías, El Salvador y Guantánamo, todos en el curso de la actual semana”, aseguraba Giovanis Fernández Fernández, director provincial de Construcción e inversiones del sector comunal.
La gran ciudad, sexta del país por su población, se apresta a la estocada definitiva, pero se duele de reincidencias por la reproducción de micro y macrovertederos, tras los cuales florece la desidia de quienes critican por la existencia de los mismos y no contribuyen al saneamiento ambiental.
Indisciplinas como las de la foto son inaceptables. Un gran vertedero frente al cementerio San Rafael resurge luego de haberse eliminado al precio de unos 15 viajes de camiones.El basural frente al cementerio San Rafael, de esquina a esquina, donde está sepultado por todo tipo de desechos la cama ampirol de la recogida ordenada, es un monumento a la indolencia.
Despejar las áreas urbanas de grandes árboles derribados por el huracán fue de las primeras titánicas faenas.De acuerdo con los resultados de la estrategia de saneamiento e higienización chequeada críticamente por el Consejo de Defensa Provincial en sus reuniones de cada noche, en la ciudad capital se da la ofensiva final en reductos del reparto Obrero, Los Cocos, Centro Oeste, Primero de Mayo y Raposo.
Fernández Fernández puntualizó que “los consejos populares más complicados aún son Sur-Isleta y Sur-hospital” y tras mantener el criterio de terminación esta semana, explicó la secuencia de intervención:
“Entre los dos consejos populares puntualizó-, Sur Isleta es el que mayor esfuerzo demanda por faltar allí la limpieza en cinco arterias. La calle Martí, desde la Avenida hasta el 6 Sur, así como Máximo Gómez, Luz Caballero Beneficencia y San Lino, desde la Avenida hasta el 16 Sur.
“En el caso de Sur-hospital, la intervención es en la la circunvalante Sur, zona industrial de la ciudad, y nos falta por limpiar desde la embotelladora de cerveza hasta la fábrica de galletas, donde quedan unos 800 m3 de desechos salidos en el suelo”.
El funcionario insistió en la necesidad de “combatir la creación o renacer de los microvertederos de la ciudad, pues personas o vecinos inconscientes después que hemos limpiado vuelven a crear estos puntos de desechos”, sentenció.
Los resultados hasta hoy son un mentís para los críticos de las redes incapaces de reflexionar (no les interesa) sobre las complejidades de la recuperación de las afectaciones del poderoso meteoro, por el cual se abrieron “frentes de batalla simultáneos en los sistemas eléctricos, de comunicaciones, agua, viales, viviendas; daños agrícolas, evacuación de 152 mil personas sin lamentar un solo fallecido y 15 días después de Melissa el progresivo retorno a la cotidianidad es un hecho.
En la limpieza e higienización de la provincia fue decisiva la participación de todos los organismos con equipamiento técnico.
Ahora se plantea la sostenibilidad y ello implica, además de crear una infraestructura provisional de cuatro cargadores, siete camiones, cuatro tractores, un volteo y un camión especializado aportados por organismos como la construcción, Universidad de Ciencias Médicas, Comunales y Materia Prima, entre otros.
Esta estrategia será temporal en tanto se consolida la recuperación de los servicios comunales, que sin prescindir de la tracción animal tiene necesariamente que rescatar su infraestructura en equipamiento técnico, para lo cual se gestiona apoyo del país, pero sobre todo se hace hincapié en primer término en el hombre y su adecuada atención: medios de protección y trabajo, ropa y alimentación.
No olvidar que, si bien el sistema sanitario es importantísimo, también lo es, como el médico, ese trabajador que mantiene la higiene comunal como primera barrera contra las enfermedades.
“La higiene -dijo José Martí- va siendo la verdadera Medicina y con un tanto de atención, cada cual puede ser un poco médico de sí mismo”. *
*Martí Pérez J. Abono. La sangre es un buen abono. La América. Agosto 1883. Obras completas, editora nacional de Cuba tomo 8, página 298




