emilio vizcaino teatro titeres 2Emilio sabe de la fidelidad a las técnicas y materiales a la hora de confeccionar los muñecos.Un atrecista es como un hacedor de alquimia, un mago del teatro, el responsable de la creación de objetos con apariencia realista para el uso en la escena (en las tablas, la televisión y hasta el cine). Objetos varios como joyas, muñecos, vestuarios y otros complementos salen de las manos de esos seres maravillosos con el único fin de entretener.

 

En busca de un ser como ese, el equipo de Venceremos acudió al Teatro Guiñol de Guantánamo y allí halló a Emilio Vizcaíno Ávila, quien también funge como director y actor en esa institución.

 

Lo encontramos en plena faena, inmerso en el taller, escogiendo materiales y preparando el retablo donde sus títeres cobrarán vida.

 

Dispuesto a conversar, Emilio explica primero en qué consiste su rol como atrecista: “es construir las escenografías, los retablos, los títeres y cuantos útiles se necesitan para la representación”.

 

La pasión de Emilio por esta labor se forjó durante su etapa en el preuniversitario. Había adquirido conocimientos básicos en la construcción de estructuras de madera, sin embargo, fue al ingresar al Teatro Guiñol cuando descubrió todas las facetas del trabajo de un atrecista.

 

“Aquí pude ver los títeres en vivo por primera vez y los actores con las marionetas en mano, para mí fue lo más atrayente. Cuando entré aquí supe de verdad cómo era un teatro de títeres por dentro, cómo sus realizadores hacían los muñecos, con qué material y otras cosas”, expresa entusiasmado Vizcaíno.

 

Con 36 años de experiencia en el centro, posee un vasto conocimiento de las historia y técnicas del trabajo. Su pasión lo ha llevado a expresar con habilidad acerca de los orígenes de los títeres y sus creadores, así como su evolución en el tiempo.

 

“Un atrecista debe tener algunas habilidades plásticas como dibujar, pintar, tallar, esculpir y mucha creatividad, pues es quien materializa el proyecto de un diseñador, esta última profesión en mi caso también tuve asumirla, a falta de uno”.

 

Si bien Emilio sabe que en la creación titiritera hay que ser fiel a las técnicas y materiales que originalmente deben llevar los muñecos, a veces prefiere o tiene que experimentar, innovar; las condiciones actuales marcadas por muchas carencias así lo imponen. “Ahora utilizamos cualquier material que sirva para hacer títeres; desde madera, tubos de aluminio, tela, poliespuma, papel, engrudos a partir de la harina de trigo, pegamentos, pinturas, aserrín, lo que haga falta".

 

“Hay que variar constantemente por necesidad lógica y práctica, ejemplo si no tenemos pelo le ponemos turbante o sombrero, eso incluso enriquece el diseño. Así la realidad reta constantemente a la imaginación pues si falta un material no hay otra opción que repensar la idea; todo va en función de la psicología del personaje y la visualidad”, comenta Emilio.

emilio vizcaino teatro titeres 1Los atrecistas pueden utilizar habilidades y técnicas como carpintería, escultura, fundición, costura, pintura, soldadura, diseño asistido por ordenador... son magos del teatro.

Cuatro manos, dos artistas, un teatro

 

El arte de crear no siempre es solitario, el trabajo en equipo es fundamental para una realización óptima de los títeres. Emilio nos cuenta sobre la colaboración que mantiene con su esposa Tula, una mujer de estatura media con unos ojos claros fascinantes, quien está presente durante la entrevista.

 

“Trabajamos juntos hace muchísimos años, yo hago la parte de la cabeza y Tula hace el cuerpo. Se ha especializado en construir, fabricar, coser ropa para títeres, desde un traje hasta lo más sencillo. Entonces ya a partir del diseño general construimos”, explica.

 

Durante la pandemia, este enfoque colaborativo se vio reflejado más que nunca. "trabajamos en la casa, empezamos un proyecto que concluimos en este año. Hicimos videítos de personajes para subirlo a las redes, y hasta montamos algunas funciones en el balcón de la casa para los vecinos", comenta.

 

De esta manera se explica el por qué Emilio desde un inicio utiliza el plural en sus palabras, como "nosotros hacemos", "ahora utilizamos". Él y Tula forman un dúo dinámico en este arte teatral. No solo comparten durante la creación de los personajes, sino también en la actuación y, por supuesto, muestran la misma pasión al hablar sobre los personajes y la importancia del teatro.

 

"Hemos sabido convivir felices en ese mundo que creamos para los títeres, y sus historias", explica el atrecista aludiendo a cómo el arte que da sentido a sus vidas.

El espectáculo: esos minutos de gloria

 

"Cuando estamos trabajando no existe más nada. Es un disfrute, uno goza lo que hace", nos cuenta Emilio, quien más allá de las paredes del Guiñol, exhibe su talento durante la participación anual en la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa.

 

"Es gratificante devolver el asombro que vivimos cuando llegamos aquí, porque el arte parte de la realidad, pero con tratamiento. Entonces explicamos de forma artística, ejemplo, el surgimiento de la luna y las estrellas.

 

“También la recreación plástica de un artista determinado, que quizás no lo pueden ver físicamente, y nosotros se los llevamos al público”, ejemplifica Vizcaíno refiriéndose al espectáculo que hizo sobre Juana Bacallao y Los Zafiros.

 

“Un titiritero puede hacer la obra Romeo y Julieta solo, y dentro de su retablo tiene a cada personaje de la familia Montesco y Capuleto, algo que no puede hacerlo quizá un actor en vivo, pero con títeres sí es posible”.

 

Con inmensas ganas, comparten detalles de su quehacer habitual, tanto él como su compañera, recrean escenas y textos con enseñanzas profundas, todo combinado con un buen manejo de los títeres. A simple vista, parece sencillo, pero en realidad requiere destreza y dedicación.

 

"Para hacer un espectáculo – reflexiona Emilio – nos pasamos seis o nueve meses de arduo trabajo, para luego vivir 30 minutos de verdadera gloria. El público no ha visto esa puesta en escena, entonces cuando mostramos los recursos escénicos, y vemos los rostros sorprendidos de la gente disfrutando historias, se vive un momento mágico que sólo se da ahí, el mismo asombro que experimenté cuando llegué aquí".

Infografia Teatro Guiñol ok

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