La nube de polvo del Sahara que ahora mismo afecta a Cuba.Lo anunciaron los meteorólogos hace días. Se publicaron las primeras fotos de los penachos levantados por tormentas de arena y polvo en el desierto del Sahara y la zona del Sahel, nublando de gris las aguas del Atlántico, y poco después, las primeras costas de tierra firme…, en su viaje anual de este a oeste.
Desde esta semana ya está aquí el Polvo del Sahara. Pende sobre el oriente cubano la bruma espesa, la nube africana, tras su paso marítimo de más de 6 mil kilómetros. La vemos, como una cortina lechosa sobre el cielo en las fotografías satelitales y la sentimos, en carne, ojos y pulmones propios.
Polvo que va a caer…
Carlos Román González, director del Centro Meteorológico de Guantánamo.Es el tema del momento y Carlos Román González, director del Centro Meteorológico de Guantánamo, lo entiende, a pesar de “que es un fenómeno que se espera aproximadamente del 15 de junio -en este 2020 llegó con algo de retraso-, se va disipando a mediados de agosto, y ocurre hace siglos”.
Lo diferente, este año, es la intensidad de lo que también se conoce como Capa de Aire Sahariana o SAL, según sus siglas en inglés, al punto de que especialistas citados por el diario digital Cubadebate hablan de “concentraciones no vistas en los últimos 50 o 60 años”.
Se observa, explica el meteorólogo local, “un cielo lechoso, una bruma intensa que limita la visibilidad, y si miras hacia arriba, no deja ver el azul ni la formación de nubes. El sol, además, se percibe opaco; aumentan las temperaturas y la sensación térmica”.
El lunes 22 de junio, ratifica, la sensación de calor en la provincia estaba entre los 40 y 41 grados Celsius (°C), y se rompieron dos récords de temperatura ese propio día en las estaciones meteorológicas del Valle de Caujerí (37.2 °C) y el municipio de Guantánamo (36.8 °C), que se elevó la siguiente jornada a 37,8 de acuerdo con el parte en la revista Buenos Días, de la televisión Cubana.
Lo último, es causado porque las nubes de micropartículas, que pueden estar a una altura de hasta siete kilómetros, “enrarecen el intercambio de aire en los niveles altos de la atmósfera y crean una especie de efecto invernadero, sumado a que ya entramos en los meses más calurosos”.
El calor, en este caso, no significa más lluvia, “de hecho, aclara el especialista, la llegada del polvo sahariano implica reducción de las precipitaciones, pues interfiere en la formación de sistemas de bajas presiones en el Atlántico, y es una de las causas por las cuales, en la etapa, la incidencia de ciclones tropicales es rara”.
Pero la mayor preocupación es el efecto del fenómeno en la salud de las personas y su impacto en el medioambiente de la región, pues la masa polvorientaPolvo del Sahara sobre la ciudad de Guantánamo. cargada en hombros por los vientos alisios afecta, además de a las Antillas Menores y Mayores, a los Estados Unidos, México, El Salvador, Costa Rica, Venezuela y la Amazonía brasileña.
“Se conoce, resume Román González, que en esas nubes viajan partículas altamente nocivas para la salud humana, incluyendo hongos, estafilococos, virus, ácaros patógenos y contaminantes orgánicos persistentes, además de gran variedad de minerales como hierro, calcio, silicio, fósforo, mercurio…”.
Mientras se desarrolla esta entrevista en el Centro Meteorológico Provincial -en la mañana de este martes-, los canales de la televisión cubana transmiten la respuesta del Director Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Dr. Francisco Durán, a preocupaciones similares.
El doctor Durán señala como consecuencias de la nebulosa, la aparición de alergias, así como problemas respiratorios, en la piel y los ojos, y señala los grupos poblacionales más vulnerables: pacientes asmáticos, alérgicos y con otras enfermedades respiratorias, además de las personas mayores de 65 años y los niños de hasta cuatro.
Ambos, el doctor Durán y el Director del Centro Meteorológico guantanamero citan a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en las recomendaciones para disminuir los efectos en la salud humana: el uso del nasobuco, la protección de las fuentes de agua para el consumo, y beber abundante líquido para evitar la deshidratación.
La OPS, además, sugiere como medida de higiene casera “tirar agua antes de barrer para evitar la re-suspensión del polvo y no realizar ejercicio al aire libre en las horas de más sol”.
Las afectaciones al medio ambiente, según una publicación de CubaAhora que cita a un experto de este fenómeno en el país, el Doctor en Ciencias Físicas Eugenio Mojena López, incluyen daños a los arrecifes de coral, la aparición de plagas en el arroz, frijoles, frutales, caña de azúcar y otros cultivos, y la sequía.
Entre los beneficios –que los tiene- se enumera la fertilización de los suelos, pues elementos como el nitrógeno y el fósforo enriquecen la tierra y funcionan como abono, y su incidencia positiva en el ecosistema marino, pues las partículas más livianas sirven de alimento a microorganismos como el fitoplancton.
Lo que el viento no se lleva
Tormenta local en MaisíEl antes y el después del Polvo del Sahara, es la predicción de una temporada ciclónica activa –como viene siendo durante los últimos 15 años- y un incremento notable de la ocurrencia de Tormentas Locales Severas, TLS, en todo el país, incluida la provincia más oriental.
Al respecto, el Director del Centro Meteorológico aquí, precisa que estos eventos pueden ocurrir en cualquier época del año, aunque prevalecen entre los meses de marzo y octubre. Este año, en Guantánamo, se han registrado cuatro: tres en Yateras y una en Maisí.
Estos fenómenos meteorológicos se caracterizan, explica el experto local, “por ser de corta duración y en un área pequeña, a los cuales se asocian, indistintamente, eventos severos como la actividad eléctrica (rayos y truenos), la caída de granizo, lluvias intensas, vientos de tormenta tropical (superiores a los 90 km/h) y tornados”.
Otra de sus características, es la dificultad para predecirlas. Hay indicios, aclara Román González: “las TLS se originan en las nubes cumulonimbus -de gran desarrollo vertical, internamente formadas por una columna de aire cálido y húmedo que se eleva en forma de espiral rotatoria-, de gran desarrollo y donde se aprecia actividad eléctrica”.
Pero ni siquiera la aparición de esas nubes, indica con certeza que ocurrirá un fenómeno como el que destrozó, hace algunas semanas, una docena de casas y varias hectáreas de cultivos en la localidad de El Charrasco, del Consejo Popular de Vertientes, en Maisí.
La intensidad de las TLS, y en los últimos tiempos, su frecuencia, motivaron un estudio promovido hace tres años por el Instituto Nacional de Meteorología –con la participación de Guantánamo- para investigar el comportamiento de las TLS, desde 1980 al 2019.
“El proyecto, aquí liderado por la Master en Ciencias Yannerys Díaz Rojas, planea analizar los datos de ese periodo y crear un mapa donde se identifiquen losEsta año han ocurrido cuatro tormentas locales severas en Guantánamo. sitios, horarios y meses más propensos a las TLS, como una manera de entenderlas mejor”, expone.
Los resultados preliminares, resalta el meteorólogo, son reveladores: “los municipios más vulnerables, en ese orden, son Yateras y El Salvador (sobre todo en la zona del macizo de Sierra Canasta), debido a la concentración de montañas y de zonas de convergencia de aire cálido y frío que generan nubes muy fuertes, sobre todo en el segundo territorio.
“También identificamos, continúa, que los meses más activos son mayo, junio, julio y agosto”.
Es un gran paso. Nos dice, pero también que además de una predicción más certera de las TLS, debemos enfocarnos en preparar nuestras viviendas, nuestras propiedades, para minimizar los riesgos, si estas ocurren.
“La historia, los últimos años nos dice que los fenómenos hidrometeorológicos ganan en intensidad, y no solo en Guantánamo. Este año, por ejemplo, el país reportó varias TLS en provincias como Camagüey y Ciego de Ávila. Es un aviso de que tenemos que construir mejor, asegurar los techos, las paredes, tener planes para salvaguardar nuestras pertenencias.
“El Estado puede ayudar –y cuando ocurren estos siniestros asume una buena parte de los gastos- pero es un asunto de todos, de cada persona y familia, adaptarse a los cambios del clima, y prevalecer”, sentencia el meteorólogo mientras se ajusta el nasobuco, listo para hacerse a la bruma que, rozando el mediodía, cierne sobre nuestras cabezas el polvo mítico del desierto del Sahara.
Efectos del polvo del Sahara en el paisaje de Guantánamo.
Efectos del polvo del Sahara en el paisaje de Guantánamo.
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