Dra Anselma Pulsan BetancourtHay poemas, hay tempo, música, imágenes… Ambiente para acercar, humanizar, seducir, emocionarse. No es que José Martí necesite de tantos artilugios, pero los merece, más en tiempos de tantas distracciones.

La Doctora, en Medicina y Ciencias, Anselma Betancourt Pulsán lo sabe y por eso ha escogido cinco conferencias para presentarnos a su “Martí”, a ese que ama desde que su familia se lo mostrara de niña, como se hace con los hombres y las mujeres grandes, tal cual fueran eternos.

No es la primera vez que me habla de su Martí, ¿Cómo lo ve?

Creo que cada uno desde su interior, desde su corazón, tiene el suyo, que le ilumina, le guía. El mío me dice cada día de mi vida: ‘La pobreza pasa, lo que no pasa es la deshonra’. Es el que siento a mi lado muchas veces, del que mis padres me contaron.

El Martí que me habló una vez en un sueño y, al contarle a mi madre, mujer extraordinaria, me abrazó muy fuerte y me dijo: ‘Eres muy bendecida’. Ese es al que todos los cubanos debemos ser fieles, no en palabras, sino en el actuar, en el hacer desde la dignidad.

Y así lo muestra…

El aniversario 170 de su nacimiento es la motivación principal que me llevó a confeccionar estas conferencias -que han ocupado ya varios escenarios de la provincia-, que pudieran decirse peculiares porque, en principio, soy más amante y martiana que historiadora…, no guardan un orden cronológico ni tienen la pretención de descubrir nada, quizás redescubrilo.

Las conferencias son Ese misterio que nos acompaña; Hijo del dolor, no perdió nunca la sonrisa; El áureo don de humanidad; La utilidad de la virtud; ¡Mayo nefasto! o El divino Martí.

En la primera, se recogen los primeros 18 años de su vida, las canteras de San Lázaro, su primer viaje como deportado, testimonios de condiscípulos; en la segunda, abordo sus varias operaciones, el fusilamiento de los estudiantes de Medicina, la prisión de Fermín, su hermano del alma.

Por su parte, El aúreo don… se acerca a su estancia en México, sus dotes de periodista, su amigo Manuel Mercado, el amor reciproco con Carmen, y en La utilidad… expongo sus viajes, enfermedades, la lucha contra el racismo, su voz, el don de la palabra.

La última, Mayo nefasto, cuenta su última nochebuena, la despedida de sus amigos, varios testimonios y, algo muy cercano, su paso por Cajobabo y la ruta hasta Dos Ríos.

Pasajes realmente muy duros. ¿Usted que habla de Martí en presente, y lo siente tan cercano, cómo asumió el indagar en aspectos tan dolorosos?

El proceso me llevó muchos días, me costó tranquilidad y sueño. Leí y releí mucho, escuché muchas canciones, vi obras de arte, videos, películas…, y no pude evitar sufrir con él en cada momento de tristeza, por las incomprensiones, las burlas, las traiciones y porque, inevitablemente, tampoco puedo sustraerme de la realidad que vivimos.

Por momentos, fue muy personal, me tocó mucho, como cuando escuchando una canción la recordé en la voz de mi madre. Fueron muchas emociones, llanto incluso. Te confieso que estuve a punto de dejarlo.

marti

Normalmente, las figuras históricas se abordan de una manera que hace difícil que nos las imaginemos humanas. ¿Cuándo empezó a interesarse por ese Martí que no sale en los libros, por lo menos en la mayoría?

Me gustan mucho la historia y la literatura, y leer sobre todo. Así que me hice el regalo personal de buscarlo en sus cartas, discursos, poesías… de leer además a estudiosos de su vida y obra.

Al mismo tiempo, intercambiando con personas de diferentes edades, profesiones, oficios, nacionalidades…, me percaté de cuán pocas precisiones se tienen de sus características terrenales, algo tan simple como su edad, para no ir más lejos.

No se le piensa como un hombre joven aunque cuando cayó en combate tenía 42 años, tres meses y dos días de edad, y estaba en la pleniutd de la vida, en un tiempo en el que mucha gente empieza a realizar sus sueños.

Tampoco se detienen en su humanidad. Desde joven sufrió enfermedades, dolencias físicas y del alma, pobreza material, pero tenía una gran resiliencia, es decir, capacidad de resistir ante las condiciones adversas y desarrollar respuestas adaptativas y creativas.

¿Cuáles son esos rasgos que, a veces, se pierden en medio de tantas hazañas y grandezas?

Martí es un ser humano que se enamora, es discreto y que, sin ser físicamente hermoso, cuando habla -y una puede imaginarlo-, embelesa.

Al mismo tiempo, es respetuoso, cortés. Un hombre que conoce las artes plásticas, al que le gusta la música, le gusta bailar y baila bien. Que se ríe, aunque suspira mucho, y es tan hombre y tan valiente que no tienen dudas de ello ni sus enemigos.

Una persona que gusta muchísimo del café, que ama a su hijo y sufre por él, que amó a su esposa, a su madre y su Patria. Alguien que pudo tener dinero, vivir rodeado de riquezas materiales, pero escogió la estrella que ilumina y mata.

Todas esas características, se mezclan en ese otro magnífico, en el que convergen una suma de talentos primordiales, y que, para dicha de todos los cubanos, es cubano, es nuestro.

En las conferencias, en resumen, busco que vean a un Martí complejo, al joven subiendo las escaleras como ardilla, con su risa cristalina, cantándole las 40 a un petulante, sacando a bailar en una fiesta a las menos agraciadas y deteniendo al universo cuando empezaba hablar.

Doctora, en tiempos en los que tantos pedestales han caído, y la historia ha pasado factura a tantos personajes antes incuestionables, nosotros seguimos teniendo a José Martí. ¿Qué lo hace imperecedero?

La transparencia entre su decir y hacer, en todos los momentos de su vida, sin dobleces; su brillantez en conocer el alma humana y su capacidad para entender y perdonar. El sufrir por el otro, y su extraordinaria inteligencia, su humildad. Con sus virtudes y defectos, como el sol, irradió luz para todos.

Martí demostró, con hechos, su convencimiento de que no hay enfermedad que lo detenga, fuera física o psicológica, y en eso hay grandeza, una que pervive en el tiempo, que tuvo valor antes y lo tiene ahora. Tenía la fe de que nada es superior al espíritu, y que la muerte es solo la hermana de la vida, y el hilo estrecho que las separa.

Comentarios   

0 #1 Gualterio Nunez Estrada 11-04-2023 03:48
Los que vivimos en la emigracion necesitamos una pagina web donde podamos leer las conferencias sobre Jose Marti de la bella doctora Anselma Betancourt Pulsan.
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