drogasLas drogas pueden modificar el pensamiento, la conducta y hasta la forma de ser de la persona.

Andrés, con más de dos décadas en el sector de Educación y 15 años de ellos en cargos de dirección, jamás imaginó que podría descubrir, infraganti, el consumo de drogas en la institución escolar que dirige actualmente.

“Realizaba el recorrido habitual por el centro, en el horario del mediodía. Es en esas horas cuando entran y salen muchos estudiantes y personal. Por rutina de seguridad, habíamos reforzado las visitas a los espacios que, por costumbre, generan mayor aglomeración: pasillos, cancha de baloncesto, entrada de la escuela, bancos cerca del sótano…

“En mi recorrido observé a distancia cómo dos alumnas salían del sótano de forma sospechosa. Una de las chicas, al verme, botó lo que creí era un cigarro, así que por precaución acudí a verificar y llamarles la atención. Al acercarme a las muchachitas, una apenas podía sostenerse en pie; ahí me percato de que aquello que tenían en sus manos era algo más peligroso de lo que sospechaba.

“De inmediato trasladamos a las estudiantes al Hospital Pediátrico Pedro A. Pérez, y los exámenes toxicológicos confirmaron nuestra suposición: habían consumido drogas. Llamamos a la familia, y hasta la madrugada permanecimos en el centro hospitalario.

“Fueron horas difíciles, complicadas… incluso la vida de una de las jóvenes estuvo en peligro. Las familias estaban consternadas porque siempre creyeron que eran chicas modelo en la escuela, talentosas, ganadoras en concursos nacionales, pero nada de eso impidió que cayesen en el consumo de esas terribles sustancias, al respecto, el Reglamento de la escuela es claro, quienes incidan en estos hechos son expulsados del centro educativo…”, dice con tristeza Andrés.

“No es habitual el uso de la droga en una escuela cubana, de hecho, es un suceso alarmante, porque demuestra que nuestro país no está exento de ese flagelo, de ahí que se redoblan esfuerzos para prevenir dicho mal”, insiste Andrés, cuya historia no es ficción.

Educar, prevenir…

signos de alarmaLa prevención del consumo de drogas es una tarea de todos, sin embargo, ha sido el Sistema Nacional de Educación (SNE) el que con mayor énfasis y como parte de la formación integral de los educandos, trabaja en función del tema.

Antonio Tamayo Romero, subdirector provincial de Educación, explica que todo está amparado en la Resolución Ministerial 15/2019, Programa Educativo dirigido a crear actitudes de rechazo en adolescentes y jóvenes a este dañino hábito social, desde posiciones críticas y reflexivas.

Entre sus objetivos, asevera, está promover el desarrollo de valores éticos y morales que contribuyan a asumir estilos de vida saludables; fomentar el conocimiento sobre los efectos y consecuencias nocivas de las drogas en la salud física, síquica, el daño social, familiar y laboral, modificando los mitos y creencias erróneas en torno a estas.

“Sus actividades y acciones tienen sus fundamentos teóricos y metodológicos en el III Perfeccionamiento del SNE y constituye un indicador del Proyecto de Atención a infantes, adolescentes y jóvenes en situación de riesgo. Para su aplicación se tiene diseñado un sistema de trabajo que permite ofrecer asesoramiento, seguimiento y control a las actividades del Programa. En todos los centros educativos se desarrollan conciliaciones, despachos, reuniones con diferentes órganos, organismos y organizaciones, lo que permite tomar decisiones al respecto.

“Recientemente participamos en el Tercer Ejercicio de Prevención y Enfrentamiento a los Ilícitos de Droga, una experiencia enriquecedora, que capacitó a los jóvenes, la familia y el claustro de profesores sobre el problema.

“Aunque los hechos de consumo o tenencia de droga, ocurridos de forma aislada en centros educativos del territorio, han sido detectados por nuestro claustro de profesores, tenemos que ganar en la prevención y alerta oportuna para evitar que sucedan casos lamentables”, concluye el directivo.

consecuenciasLo peor de las drogas es que una vez en ese mundo, a veces es imposible salir, lo que afecta no solo a la persona, sino a todo su entorno; la muerte no es el único peligro, también hay otras consecuencias legales.

Moraima Velázquez Romero, fiscal jefe en la provincia, expresa al respecto que, si bien en Cuba el consumo de drogas no se penaliza, la tenencia y el tráfico sí tienen sanciones muy rigurosas, que pueden llegar a los 30 años de privación de libertad o la privación perpetua.

“Las acciones de prevención y enfrentamiento ante el consumo y tráfico de drogas constituyen una alta prioridad para el país, de ahí la severidad en el tratamiento jurídico penal a estos comportamientos, que afectan la estabilidad familiar y la seguridad del país.

“En el caso de los traficantes, la medida cautelar de prisión provisional es lo primero, establecida para asegurar que estas personas no continúen repitiendo esos hechos, pero casi todas las sanciones que se solicitan y luego impone el Tribunal han sido de privación de libertad”, afirma.

Velázquez Romero detalla que, como política, también se mantienen la evaluación individualizada de los casos, pues se han conocido jóvenes en edad penal, establecida en el margen de los 16 a los 18 años, a quienes se les da un tratamiento especial para determinar en qué condiciones y circunstancias llegan a la actividad, lo que ayuda que no siempre conlleve al encierro, pero esas atenuantes no los exonera de asumir su responsabilidad.

“La condena o respuesta jurídico-penal suele ser de otra naturaleza no detentiva. Tristemente esa situación se ha dado en una porción ínfima de personas, porque generalmente cuando se detecta el nivel de tráfico es de tal magnitud que exige, aunque estemos delante de personas que por primera vez incurren en el delito, un tratamiento severo, como está indicado en la política del país, de tolerancia cero.

“Con los menores de edad vinculados al tráfico y tenencia de drogas, aunque entren en un proceso penal como partícipes, inmediatamente se actúa de forma preventiva, con la familia, en el escenario escolar y en los lugares destinados para que esa persona se aleje de tales comportamientos y logre volver a una condición de normalidad”, detalla Velázquez Romero.

¿Podemos ganar la batalla?

tipos de derogasEn el mundo se ha producido una expansión de las drogas sintéticas, con ventas al por menor, baratas, atractivas para los nuevos consumidores, fáciles de fabricar y con efectos más potentes, una amenaza a la que Cuba no escapa, asegura el mayor Alexander Millet Suárez, jefe del Grupo de sectores priorizados en la Dirección Nacional Antidrogas Guantánamo.

“El cannabinoides sintético, conocido como El Químico, por ejemplo, tiene la apariencia de un papel común y combina con otros compuestos como medicamentos, formol, e incluso, anestésicos de uso veterinario. Su precio, en el mercado informal, oscila entre los 150 y 200 pesos, y por eso tiene mayor accesibilidad entre los jóvenes”, refiere.

Este fenómeno, refiere el mayor, se agudiza con las tendencias internacionales y el impacto de las redes sociales usadas para promover su consumo.

“En la provincia se ha brindado seguimiento a jóvenes y menores implicados en la droga, entre ellos, ocho menores de edad y dos de 16 y 17 años, quienes ingresaron al Hospital Pediátrico y los exámenes toxicológicos confirmaron el consumo. Igualmente, se controlaron otros cuatro menores, dos por consumo, uno por tenencia y el otro por tráfico”.

Dice enfático Millet Suárez que los adultos que facilitaron las sustancias a estos menores, ya cumplen sanciones como establece la ley, y en acciones operativas y públicas se actuó sobre 64 personas, de ellas, 48 resultaron imputadas y aseguradas con medida cautelar de prisión provisional.

“El papel de la familia es primordial en la cooperación, en denunciar a quienes les suministran drogas a los jóvenes y menores, así cortaríamos el delito y evitaríamos que otros sufran los duros golpes del consumo y dependencia de estas dañinas sustancias”, expresa.

“La provincia, al igual que el país, fortalece su sistema de enfrentamiento por las fronteras marítimas, aéreas y en zonas montañosas, así como en los puntos de control para reforzar la inspección sobre el tráfico de estupefacientes hacia o desde Guantánamo. Ayudan los Guardacostas, la Policía Nacional Revolucionaria, las unidades cinófilas (compuestas por una persona y un can) especializadas en la detención de sustancias sicotrópicas.

“El accionar conjunto también permitió conocer nueve nuevos autores, y fueron desarticuladas siete cadenas delictivas, ocupando 275 kilogramos (kg)”, revela.

Al referirse a hechos relacionados con el cultivo de marihuana refirió que en 2024 se detectaron cuatro hechos en el territorio, ocupándose 904 plantas; los municipios de Guantánamo y Manuel Tames son los de mayor incidencia.

La ubicación geográfica de Guantánamo es otro medio que se utiliza como zona de tránsito del tráfico de drogas ilícitas a gran escala, pero el narcotráfico ha encontrado fuertes guardianes del litoral costero: Tropas Guardafronteras y los Destacamentos Mirando al Mar.

Sobre este particular, el mayor Mallet refiere que al cierre de 2024 fueron enfrentados 13 hechos asociados al narcotráfico internacional por el Sistema Multilineal de Enfrentamiento, en zonas costeras como Baracoa y Caimanera.

“Se avistaron ocho recalos y cinco hallazgos, lo que posibilitó ocupar 48 paquetes de drogas y dos fragmentos deteriorados, al parecer, por la acción del mar o el arrecife, con un peso neto de 171.15 kg de marihuana y 1.10 kg de cocaína. Estos resultados son fruto del trabajo que se realiza en el litoral costero”, reconoce el mayor.

Pero la vigilancia y la prevención desde las instituciones no bastan para añejar de nuestra provincia la peligrosa sombra de las dogas, Alexander Millet lo confirma e insiste en que el empeño debe ser de todos, empezando en el hogar y la comunidad, no bastan las leyes para erradicar el delito, depende más del accionar educativo, orientador, transformador y consciente con la ciudadanía que incansablemente debe hacer de la lucha contra las drogas uno de sus principales frentes de batalla.

Comentarios   

0 #1 Daniel Muñoz 16-04-2025 20:31
Dudo que el tráfico y el consumo de drogas no se incremente.La pobreza y la desigualdad y la exclusión social llos fomentan
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