Fue una mañana colmada de júbilo y energía contenida. En el Mausoleo al Lugarteniente General Antonio Maceo, en San Pedro, resultó abanderada la delegación cubana que intervendrá en los II Juegos Panamericanos Júnior de Asunción.
La vice primera ministra Inés María Chapman Waugh y el pentacampeón olímpico Mijaín López colocaron en manos de las nuevas generaciones la enseña patria como parte de una ceremonia que constituyó el umbral hacia una nueva etapa en la vida de 231 jóvenes talentosos.
Su compromiso, sacrificio y sueños comienzan a tomar forma concreta.
Portaban sus vestimentas con orgullo, pero relucía aún más el brillo en sus ojos, algo así como una mezcla de nervios, ilusión y la firme determinación de representar dignamente a la patria en el evento pactado del 9 al 23 de agosto.
Entre ellos, luchadores y judocas con muchos tackles, desbalances y técnicas de hombros por mostrar, corredores que trazaban la velocidad en sus músculos como un destino, y exponentes de disciplinas menos populares, pero igual de apasionantes, todos unidos bajo un propósito común: entregarse a fondo en busca de una medalla.
La bandera que defenderán la portan ahora la luchadora Yainelis Sanz y el remero Roberto Carlos Paz, escoltados por Yisnoly López (canotaje) y Emmanuel de la Rosa (levantamiento de pesas).
A su alrededor, los aplausos rompían en oleadas mientras los entrenadores observaban con la mirada llena de orgullo, sabiendo que el camino no ha sido fácil.
Además, la taekwondoca Elianet María Crespo y el voleibolista de playa Eblis Verane, depositaron una ofenda floral en el lugar donde cayerom en batalla Antonio Maceo y su ayudante Francisco Gómez Toro.
En el compromiso que desde ya les inspira, el decatlonista Josmi Sánchez expresó que serán conscientes del legado del Comandante en Jefe Fidel Castro, derrocharán dignidad y entrega de voluntad en pos del triunfo y respetarán a rivales y jueces.
Con la bandera ondeando al frente, la delegación inició su "marcha simbólica" dentro del recinto, dejando claro que el deporte no solo moldea cuerpos, sino también espíritus.
Y así, con el eco de sus pasos, comenzó el viaje de estos jóvenes hacia la cima de sus sueños, con la convicción como estandarte y un firme propósito como motor.
Tomado de JIT