Entre una sabrosa conga y rodeado de sus muchachos y muchachas, se puede encontrar a Reinaldo Heredia Rivera...
Entre una sabrosa conga y rodeado de sus muchachos y muchachas, en la calle Los Maceo y Donato Mármol, en el centro de la ciudad de Guantánamo, lugar de ensayo en vísperas de las fiestas carnavalescas del paseo que lleva como nombre su primer apellido, se puede encontrar a Reinaldo Heredia Rivera.
Todo el tiempo dirigiendo el baile y la música, a pesar de sus limitaciones físicas, que no le imposibilitan ser uno de los mejores directores de comparsas y paseos en Guantánamo.
Heredia no sabe contar su historia sin mencionar lo que es toda su vida, su Paseo. Al hablar comienza por mencionar el reciente Gran Premio en el Carnaval Infantil 2015, con el espectáculo Fantasía de mi ciudad, un homenaje a su urbe del Guaso.
De ahí, rememora el año 1965 cuando Bobito, director de comparsas, lo descubre, “yo trabajaba como instructor de arte y me busca para que fuera trompetista de su banda, porque soy músico, profesor de tres, guitarra, apreciación y solfeo”.
Luego, pasa a formar parte en 1972 del conjunto de Patrocinio Wilson; al fallecer este, la dirección de Cultura en el territorio lo nombra conductor del Paseo de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), así comienza Reinaldo una larga trayectoria como director en el mundo de las fiestas populares, la conga y el baile.
Inquieto y nervioso en todo momento de la conversación, sin contar las innumerables interrupciones de personas para felicitarlo y de sus alumnos para que le permitan formar parte del espectáculo que presentó en los desfiles de este 14 y 16 de agosto, respondía a todo el que se le acercaba, con la capacidad sorprendente de hacer varias cosas a la vez.
Sin parar de dialogar y con una voz susurrante y alegre, relata sobre su primera obra ya como director, Lo que va de ayer a hoy, “eran 70 parejas de bailarines y músicos, una combinación perfecta entre colorido y armonía, un gran show con el que me inicié en estas batallas carnavalescas”.
Desde entonces, comenzó lo que él llama una cadena de premios y reconocimientos, como las distinciones Raúl Gómez García y Por la Cultura Nacional, el título de Vanguardia Nacional del Sindicato de la Cultura, el Premio Honorífico Puntero de Oro y la Medalla Conmemorativa de la Alfabetización.
Sobre su etapa como alfabetizador lo que más recuerda fue su participación como creador de una pequeña escuela con los integrantes de la escolta de Raúl Castro, a quienes les impartía clases de apreciación, solfeo, teoría y práctica de conjunto, y de esta manera constituye el grupo Estrellas del 26, ganador en tres festivales del Ejército Occidental.
También comenta que fue el primer profesor instructor de música, al fundarse el Movimiento de Artistas Aficionados, además de idear y conformar un programa de solfeo y teoría, con el objetivo de formar a 50 profesores de arte. Por otro lado, durante los años 1997 y 2001 perfecciona el curso de musicografía en Braile, enseñanza de la música para ciegos y débiles visuales.
Aunque el mayor mérito para él es el reconocimiento de sus muchachos y muchachas por la labor que realiza como educador y director, y los galardones obtenidos frente a su Paseo, Reinaldo resalta el hecho de sentirse orgulloso cuando le entregaron el Símbolo de la ciudad en el 2007.
Por eso, a sus 70 años, el caballero modesto que representa para el Alto Oriente uno de los íconos de la historia viva del carnaval, manifiesta satisfacción por su bella urbe, reconoce el esfuerzo para mantenerla más bella, y concluye con firmeza que “Guantánamo para mí es mi Paseo de Heredia, y mi Paseo, es mi Guantánamo”.