camilo 2Camilo, el guerrillero de la gran sonrisa.Quienes lo conocieron, lo admiraron y siguieron a todas partes: en sus batallas, en la invasión, las campañas de Yaguajay, en los primeros años de la Revolución junto a Fidel, y hasta en el dolor por su desaparición aquel 28 de octubre de 1959, tragado por las aguas del mar.

El héroe del sombrero alón, del gran sentido de la responsabilidad y probada sensibilidad humana, de valentía ilimitada ese era Camilo Cienfuegos Gorriarán. Desde pequeño, perfiló su personalidad y se le recuerda acumulando centavos de su merienda para donarlos a las guarderías de niños huérfanos en Barcelona durante la Guerra Civil Española.

Integrado a la lucha revolucionaria desde la juventud, protesta contra el asesinato de Jesús Menéndez en enero de 1948. Con solo 16 años participa en manifestaciones contra la dictadura de Batista e incluso sufre herida de bala, agresión que, según él mismo reconoce, fortaleció su convicción de que Cuba solo sería independiente por fuerza de las armas.

Convive un tiempo con su hermano en los EEUU y allí reafirma su antimperialismo y, enterado de la expedición que preparaba Fidel en México, decide unirse como uno más entre los 82 expedicionarios del yate Granma. En tierra azteca conoce a quien sería su camarada de armas y amigo: Ernesto Guevara de la Serna.

Fue tal la hermandad entre estos hombres, que en carta fechada el 24 de abril de 1958, escribía Camilo al Che: "Hermano del alma: Mucho me gustaría estar siempre a tu lado (...) gracias a ti tengo la oportunidad de ser más útil".

camilo-cienfuegos-ernesto-che-guevaraChe Guevara y Camilo Cienfuegos

Y es que, aunque fue Camilo quien creó el vínculo entre ellos, al compartir su lata de leche cuando a Guevara no le quedaban suministros, mucho influyó sobre el jefe guerrillero la sabiduría del argentino. Fue su profesor, a quien ni por su carácter recio dejó libre de bromas.

Jocoso, apasionado, fiel compañero, dirigente exigente y gran estratega, Camilo fue el hombre de confianza de Fidel, el designado para llevar a cabo, junto al Che, la invasión a Occidente.

La frase ¿Voy bien Camilo? (discurso del 8 de enero de 1959), sintetiza la confianza infinita que el Máximo Líder de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tenía en quien contra él no iba ni en la pelota.

Pocos líderes llegaron a tener la devoción y el acompañamiento que el Señor de la Vanguardia alcanzó en vida. Anécdotas como la de Yaguajay, donde otorgara una pensión de por vida a una madre cuyo hijo de un año, murió de un balazo, develan su grandeza y personalidad.

El Che lo bautizó como "el hombre de las mil anécdotas, tan devoto y leal que encarna como nadie la imagen del pueblo" y lo calificó como "indiscutiblemente el más brillante de todos los guerrilleros".

Camilo Cienfuegos, hoy no está más, pero su recuerdo como dijo Fidel el 12 de noviembre de 1959, perdura en los cubanos. Sus proezas y anécdotas siempre lo traen a la vida, entre las flores y actos porque él "(...) surgió del pueblo y en el pueblo hay muchos Camilos."

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