A poco más de un mes de que el evento Va riendo el Guaso reuniera en Guantánamo parte de los mejores elencos humorísticos del país, las tablas guantanameras se prestigian nuevamente, ahora con la presencia del querido y destacadísimo actor cubano Osvaldo Doimeadiós, quien presentará este jueves en el teatro Guaso, el unipersonal Aquicualquiera@.
Solo que esta vez vino acompañado de dos jóvenes y versátiles actrices para dirigirlas en una excelentísima puesta: La Cita; con textos y actuaciones de Andrea Doimeadiós, acompañada en escena por otra de espectacular ritmo y vis cómica, Venecia Feria, integrante del grupo Etcétera.
Correspondió a “Doime” tutelar primero a su propia hija, que siendo parte del elenco dramático del grupo teatral El Público, del conocido Carlos Díaz, se aventura por primera en estas escrituras, y luego a Venecia, multiganadora de los festivales Aquelarre junto a su conjunto.
Es La Cita desde su primera escena, donde dos “artistas” se disputan el papel protagónico de una supuesta pieza, es prueba de un guión cuidado y alejado de vulgarismos, que alude constantemente a referentes musicales, de las artes plásticas, literarios, cinematográficos, políticos, etc; tanto cubanos como universales, aplicados coherentemente a la estructura de la obra.
En sus siete actos las actrices se juntan o alternan para hablarnos de los estereotipos de belleza, las relaciones interpersonales, los vicios y necesidades humanas, la sociedad cubana y el impacto de las comunicaciones y las tecnologías en la vida diaria, reflejadas en un tono fresco, en situaciones típicas que resultan comedias y farsas.
“Todo –al decir de la crítica e investigadora teatral Vivian Martínez Tabares en el artículo Una cita entre el humor y el teatro, publicado en La Jiribilla- mezclado desde una cuerda inequívocamente vernácula, y cada elemento, elegido como detonante de esa poderosa arma que es la risa (…) medicina para el espíritu (…) y estimulante del intelecto”.
Durante su presentación en Guantánamo, desde el martes y hasta hoy – a las 7:00 pm- en el teatro Guiñol, merecidos aplausos recibieron las intérpretes cuando en escena defendieron los monólogos de la cristiana que posee una doble vida, y la joven poco agraciada que cuenta sus tropiezos en el amor.
Un reconocimiento merece la sencilla escenografía, ajustada a las necesidades de cambio de vestuario y maquillaje durante el propio desarrollo del espectáculo; asimismo, el vestuario, sencillo pero coherente con cada escena.
Mantener al espectador conectado es sin dudas una de la mayores intenciones de La Cita, y lo logra con la entrega absoluta de ambas comediantes. De la pieza agradecemos su agudeza y la refinada intención.
