Miquiquí, el mejor tresero, junto a Los Morenos del Changüí, a cuyos 25 años también se dedicó el Festival, completaron el record de más de 30 horas del Changüí más largo, además de ser una de las atracciones de la gala inaugural el jueves 23. Fotos: Leonel Escalona Furones
El Gran Premio Pedro Speck de creación changüisera a la pieza musical De cuero y de madera, de Adela Vera Serrano, fue uno de los varios estímulos entregados mientras se estableció en Guantánamo, el record de más de 30 horas del Changüí más largo, en el VIII Festival Nacional Elio Revé Matos, que concluye hoy, cuando se celebra el centenario del legendario tresero Reyes Latamblé Veranes (Chito), dedicatoria del evento.
También el Gran Premio Julia y Capullo fue para la pareja de Rosa Chacón del Río (La Chacona) y Celso Puente Fournier, entre las 12 bailadoras en competencia, con cuatro premios de igual categoría y dos menciones, mientras similar cifra de premios ganaron obras de los autores musicales Orlando Caminero, Leovigildo Bueno Maure y dos de Emer Hernández Matos, y cuatro menciones, entre las 19 piezas finalistas, 16 de ellas defendidas por Celso Fernández (El Guajiro) y su changüí, de Yateras.
Francisco Hernández Valiente (Miquiquí) obtuvo el premio Chito Latamblé, entre treseros; José Julián Nápoles La Rosa el Arturo Latamblé, al bongosero, y el estímulo nombrado Nino Olivares, al marimbulero, lo logró Raunier García Vera, en la entrega, también a La Chaconay Santos Faure Urgellés el premio por más resistencia, ante numeroso público y personalidades invitadas, en el Área de las tradiciones, en la calle Los Maceo, en la culminación de una especial Noche guantanamera.
La importancia de Chito Latamblé fue subrayada también por Pancho Amat durante el coloquio. Fotos: Leonel Escalona Furones
La mañana de este lunes se realiza un encuentro teórico dedicado a Chito Latamblé y el changüí, y reconocen a los familiares del célebre tocador de tres, en la casa de cultura Rubén López Sabariego, mientras a las cinco de la tarde será la gala de homenaje por el centenario, en el que fue su hogar, en 12 Este entre Jesús del Sol y Prado, barriada de San Justo, en la ciudad de Guantánamo, seguida de una gran peña con la que concluye el Festival, que también se dedicó a los 60 años de fundada la orquesta de Elito Revé y su Charangón y los 25 del grupo Los Morenos del Changüí.
Por primera vez, el evento bienal se extendió al municipio santiaguero de Songo-La Maya, se inauguró la ruta cultural Por los caminos del changüí, desde la cabecera del municipio de El Salvador, pasando por el emblemático barrio de La Loma del Chivo, y concluyó en Felicidad de Yateras, con ofrenda floral ante la tumba de Eduardo Goulet (Pipi), líder del grupo Estrellas Campesinas, y descarga en el Ranchón que lleva el nombre del músico tradicional, y el espectáculo Por el changüí, por la paz, contra el bloqueo y por la devolución del territorio cubano ilegalmente ocupado por Estados Unidos con una base naval, en el parque José Martí, de Caimanera.
La participación de investigadores e interesados de Estados Unidos, Bahamas, Japón y México, junto al viceministro de Cultura Abel Acosta, los reconocidos músicos cubanos Pancho Amat, Elito Revé, Juan Antomarchí Padilla (Cotó), la orquesta Mi son entero y otros; el coloquio Rafael Inciarte: Simientes, paralelos y proyecciones, y extensiones a la Brigada de la Frontera Orden Antonio Maceo y los municipios de El Salvador, Manuel Tames y Yateras, acentuaron el crecimiento de esta edición, hincada el jueves 23 de junio, pero animado desde el lunes 13 por las peñas changüiseras, destacó José Cuenca Sosa, coordinador del evento.
Oderquis Revé y su Changüí ofreció varias presentaciones. Fotos: Leonel Escalona Furones
Las miradas de las nuevas generaciones hacia el género y la música cubana en general significó la actividad Tradiciones en proyección, que incluyó el concierto del joven compositor y pianista Ernesto Oliva Figueredo, con la suite Sinco…pa´Changüisa, en la sala Tusi Cabal, y del grupo Jade y Zona Franca, y Ariel y su Mezklan y la orquesta de guitarras, en la Casa del Joven Creador, de la Asociación Hermanos Saíz, asumidos desde otras zonas musicales, como la música de concierto, el rap, la trova y la mezcla diversa, al igual que los niños bailaron y actuaron, en la Ludoteca, con el proyecto Changüiseros por una sonrisa, entre otras funciones.
El tributo a los desaparecidos se acentuó en la peregrinación desde la Casa de la trova Benito Odio hasta el cementerio San Rafael, con ofrendas florales ante las tumbas de Chito Latamblé y el Panteón de los músicos guantanameros, por los participantes, incluido el tresero Pancho Amat, quien se unió al emblemático Changüí Guantánamo en la descarga de homenaje a la memoria de quienes cultivaron la auténtica sonoridad local desde finales del siglo XIX, y cuyo noveno Festival se convocó para el venidero 2018.