Ser un buen periodista es ser un buen hombre o una buena mujer. No es este un oficio de cínicos, de malas personas, decía el genial polaco Ryszard Kapuscinski, uno de los mejores de todos los tiempos en nuestra rama… Más bien esta es una vocación de empatías, de sufrimiento y preocupación, y respeto por el otro, que somos todos a fin de cuentas.
El periodista que nace, tiene la sensibilidad innata pegada a los ojos como un apéndice del que es imposible desprenderse, una especie de prisma capaz de captar lo extraordinario que se esconde en la vida diaria, de entender tendencias, necesidades, futuros.
El buen periodista siempre será una mezcla única de técnica y sensibilidad, en la que pueden variar las cuantías de una y otra pero en la que, bajo ningún concepto, se puede suplantar alguna.
Tiene el periodista, también, el sino del apuro, del hoy que nunca será mañana. Significa que no solo es importante decir, y decir bien: también es imprescindible hacerlo a tiempo.
No hay lápiz que diga mejor que aquel que mueve una mente limpia de condicionamientos y compromisos con alguien que no sea del pueblo, y es hijo de un periodismo hecho desde la ética, más allá de los manuales, que también existen y deberían usarse más a menudo.
Hermosa esta profesión nuestra, no siempre comprendida, más de una vez mirada con recelo, sometida al escarnio, difícil al punto de que para vivir de ella, no es suficiente la academia, la herramienta y el título: hay que nacer con ella incrustada en el alma, con la sensibilidad como un prisma en los ojos, y la vocación de servicio, siempre en ristre, al ritmo de la pluma.
Juventud: Futuro asegurado
Iniciar nunca es fácil, comenta Sucel Kindelán Morales, joven periodista, quien labora en el Telecentro Solvisión. “La universidad nos brinda las técnicas pero no la suficiente práctica, por eso cuando llegas al medio de comunicación te enfrentas a rutinas productivas que desvanecen nuestras iniciativas, lo que provoca incomprensiones y descontento en los recién graduados.
“A pesar de los contratiempo y la inexperiencia, los jóvenes, hemos sabido atemperarnos a las circunstancias demostrando, que pueden también confiar en nosotros, pues seremos responsables ante cualquier tarea, incluso para ocupar cargos de dirección”.
Desde la telaraña digital
La tecnología es un arma poderosa para el periodismo, asegura Raiza Martín Lobo, editora hace nueve años del Sitio Web del Telecentro Solvisión. “Desde la redes sociales también reflejamos la cotidianidad del pueblo de forma crítica, atractiva y veraz, por ello no pueden verse desligadas de nuestra profesión.
“A pesar de contar con multimedias, blogs y páginas digitales, entre otros sitios que ofrece la Internet mediante la cual expandimos la información sin fronteras, aún es insuficiente su alcance para que los guantanameros puedan informarse y establecer una retroalimentación”.
Con preparación no hay tabúes
El periodista debe tener sensibilidad humana para atrapar la realidad y darla a conocer con un lenguaje adecuado, explica Yelena Thaureaux Núñez, de la emisora provincial CMKS. “La profesión exige ser versátiles, creativos y tener mente abierta ante los cambios que enfrenta el país.
“También requerimos de valentía y preparación para juzgar con argumentos sólidos los problemas que afectan a la sociedad, con el fin de mantener la credibilidad que ha ganado la prensa revolucionaria. Asimismo debemos ofrecerles espacio y oportunidad a los jóvenes para que se incorporen junto a los de más experiencia al tratamiento de los mal llamados temas tabúes”.
Palabras sólidas
Los profesionales de la prensa debemos asumir el trabajo con las exigencias que se requiere en el escenario mediático actual, afirma Dianelbis Delfino, periodista de CMKS. “Necesitamos escribir con mayor profundidad, además de investigar y triangular información para no ser triviales a la hora del reporte radial.
“Debemos ser sagaces y transformar la estructura, forma y contenido del periodismo cubano, dotarlo de mayor transparencia e inmediatez, porque así, también, se refuerza el poder y limpidez del Estado cubano”.
Añejas experiencias a la moda
Se necesita voluntad, dedicación y disposición de trabajo para ser periodista, expresó Hilario Antonio Marrero Duvergel, corresponsal desde 1998 de la emisora nacional Radio Rebelde. “Somos parecidos a los médicos, siempre estudiando y aprendiendo de lo nuevo.
“Al iniciar como reportero enfrenté dificultades tecnológicas y profesionales que aún continúan, en menor medida, pero a nosotros lo que nos toca es superarnos y sortear obstáculos como las trabas de instituciones y organismos, que mantienen una mirada cuestionadora del periodista.
El correcto uso de las letras
Las modernas tecnologías de la información y las comunicaciones en el periodismo contemporáneo les imponen a los correctores retos desde la lingüística, debido al ilimitado uso de neologismos, tecnicismos y siglas, que aunque enriquecen el texto en la prensa escrita su uso es regulado, explicó Marelis Iznaga Reyes, correctora del Semanario Venceremos.
“Esclarecemos el lenguaje escrito de vicios que dificultan la expresión de las ideas, porque todo error en el empleo de las palabras o en la construcción del trabajo afecta o enturbia, evidentemente, su comprensión.
El arte de la fotografía
La fotografía periodística es un mensaje, asegura Leonel Escalona Furones, fotorreportero del Venceremos. “La imagen complementa sin lugar a dudas al texto, pues refleja las facetas de la vida, y constituye la memoria histórica de una sociedad.
“Por ello los encargados de la fotografía también debemos ser críticos y fieles a la realidad. Además, tenemos que ayudar a las nuevas generaciones para que se inserten en este mundo del arte por la llegada de la era digital que precisa versatilidad”.
