Eduardo Leyé RamírezEduardo Leyé Ramírez.Aunque poco creíble –y solo admisible cuando lo escuchas de los lugareños- las cuevas de Maisí son sitios de resguardo cuando el clima se pone feo, y la cordura aconseja preservar la vida. Sucedió así frente a Matthew, cuando pobladores de la Punta de Maisí, se trasladaron a las grutas en busca de refugio.

Eduardo Leyé Ramírez narró su experiencia: "No es la primera vez que me evacuo en una cueva, esta es una práctica habitual, de años. Tampoco es el primer ciclón que la población pasa en cavernas. Es lo más seguro que hay aquí".

Ante un meteoro sin precedente como el huracán Matthew -comentó Eduardo- "hay que preservar la vida, por lo que la población automáticamente se evacua en antros. En otros ciclones que han azotado al país y hemos sentido sus rachas aquí, la mayor parte de la población corre hacia esos refugios".

Para este sexagenario, se trata de un imperativo, pues "las construcciones en La Punta son endebles, incapaces de soportar un fenómeno como el que pasó. Las casas de mampostería se construyen con arena de mar y con recursos muy limitados, es lo que el habitante consigue y con lo que pueda montar su casita. Pero no están diseñadas para aguantar un meteoro como Matthew que no perdonó nada".

Leyes Ramírez recuerda que se empezaron a "crear condiciones" desde los días 29 y 30 de septiembre, cuando el sistema de alerta temprana y los medios de comunicación avizoraron el peligro inminente que representaba Matthew para la región oriental: "No se sabía la categoría precisa, pero sí que pasaría un ciclón. Los vecinos que viven en casas inseguras enseguida se aprestaron a evacuarse".

Leyé integró el Consejo de Defensa de Zona y, aunque ya está jubilado, participa con el grupo de trabajo encargado de orientar a las personas sobre la conducta a seguir ante el meteoro y ayuda en la evacuación, para que nadie se quede en las casas. "Imagine, con la fuerza que venía el ciclón y pronosticando lo que podía ocurrir, había que evitar que ocurrieran muertes", puntualizó.

Ante la interrogante de su experiencia en esta sui géneris modalidad "evacuativa" puntualizó: "Es una experiencia interesante, compartes con las personas aunque sean de barrios diferentes: La cueva del agua, La rinconada, Plano Maisí, Limones, o el barrio que queda después del río... cuando se agrupa todo el personal te percatas de que por los apellidos casi todos son familia, aquel es primo, hermano o conocido. Es un momento de reencuentro.

"Se vive una experiencia linda. En las cuevas se comparte con las amistades, se hacen cuentos, chistes y en medio de la desgracia uno trata de alegrarse un poco.

A pesar de contar desinhibidamente su vivencia, Leyé Ramírez apunta: "Aquella noche fue catastrófica, como se sentían las rachas huracanadas, fíjese que los compañeros de meteorología perdieron el equipo que registraba la fuerza de los vientos. Por momento pasaron de los 430 km/h, y de manera sostenida 242 km/h".

Para este hombre Matthew fue un evento jamás vivido. "Hemos sentido algunas rachas de otros, pero como este no hay antecedentes. Todo el mundo aquí se siente mal porque no es fácil perder tu vivienda, nadie se imaginó que la tormenta iba a tener esta magnitud".

Una vez recuperado de los recuerdos de aquel día, y ahora más entusiasmado, el maisiense relata cómo cada paisano aporta en la recuperación, con la convicción de la fuerza de los lugareños para crecerse ante las dificultades. "Ahora todo el mundo trata de acomodarse como puede, hacer un cuartico, un pedacito donde estar. La mayoría de las familias son numerosas, e imagínela con recursos limitados, pero bueno, sabemos reponernos y eso es lo que hacemos".

Con la ayuda que recibe La Punta –augura- este sitio se beneficiará de algunos servicios con los que antes no contaba.

"Vamos a tener posibilidades que antes no teníamos, en la estación de ETECSA se va a abrir una planta con 3 mil capacidades. Estábamos muy limitados con la telefonía, solo había dos o tres teléfonos y de minutos, ahora vamos a tener otra cobertura".

"También se habla de una desalinizadora, la Directora Nacional de Recursos Hidráulicos estuvo aquí e hizo énfasis en ello. Tenemos ahora un grupo electrógeno que antes no existía y se va a quedar para siempre. Sabemos que vendrán otras cosas para el bien del poblado de La Punta, y tenemos la esperanza de los cambios para bien.

"Estoy completamente convencido de que en Maisí nadie quedará desamparado. Hay que mantener es el corazón abierto a la esperanza, el futuro camina, eso es seguro, esa es la fe que siempre he tenido. La Revolución no nos dejará desamparados" concluyó.

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