Una inversión para retomar la producción de cera cruda a partir de la cachaza que genere el central Majibacoa tiene lugar en la única planta en Cuba dedicada a la fabricación de cera refinada, cuyos alcoholes de alto peso molecular se utilizan en la industria de medicamentos.

El ingeniero Esbiel Velázquez Velázquez, tecnólogo de la unidad empresarial de base Planta de Cera, de la Empresa Agroindustrial Majibacoa, explicó a Granma que toda la reserva de cera cruda del país fue trasladada hasta la planta, y así se ha sostenido la producción. No obstante, esa materia prima se agota de forma progresiva, por lo que fue necesario retomar el proyecto de producirla, una vez más, en la instalación.

«Podemos obtener mensualmente tres toneladas de cera refinada y para eso se necesitan 21 de cera cruda, de ahí que tengamos disponibilidad de materia prima hasta el mes de agosto de 2023».

El ingeniero destacó que la capacidad de procesamiento de la planta es inferior a los niveles de cachaza que debe generar la industria, por lo tanto, se ha previsto, también, la conservación de los excedentes para continuar produciendo, aunque el central esté detenido.

En este momento, la inversión –a raíz de un proyecto del Centro Nacional de Investigaciones Científicas– se encuentra a la espera de la importación del componente electrónico y automático, y se ha previsto su puesta en marcha para el primer trimestre del año próximo.

Ubicada en el tunero municipio de Majibacoa, la planta fue reactivada hace varios años, luego de un periodo de paralización; y, aunque con limitaciones, exploran nichos de mercado a partir del aprovechamiento de derivados del proceso de refinación, como la resina y el aceite.

«De la resina elaboramos velas y betún, aunque para sostener esas producciones necesitamos de dos componentes esenciales que se nos dificulta mucho obtener. En el caso de las velas se trata del sebo, y en el caso del betún, del queroseno.

«El betún necesita también negro de humo, este último importado, porque se obtiene de las calderas, pero el fuel cubano, al tener alto contenido de azufre, no produce esta sustancia en forma de polvo. Para paliar esa situación, fuimos a Acinox; allí hay un producto residual que sustituye ese componente y pudimos comenzar a producir».

En el caso del aceite –explicó el ingeniero– actualmente se trabaja con el Instituto de Investigaciones de Derivados de la Caña de Azúcar en la validación de un primer prototipo de jabón. También producen antiespumante, que se utiliza en la industria de torula para bajar los niveles de espuma en las cubas de fermentación.

Otros usos del aceite derivado del proceso son como anticorrosivo, impermeabilizante y desmoldante, este último con gran utilidad en el sector de la construcción.

 Tomado de Granma

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS