Como parte del proyecto Identificación e Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de Guantánamo, que inició aquí en mayo de 2019 con apoyo financiero de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, se trabaja con los constructores y reparadores de instrumentos musicales.
Yordanka Tito, especialista del Museo provincial, explicó que la iniciativa tiene como objetivo fundamental identificar las prácticas, exponentes y portadores con alto reconocimiento social, en las manifestaciones que integran el PCI, como la música, la danza y la artesanía.
Hasta la fecha, precisó la museóloga, en el municipio de Guantánamo, por ejemplo, se trabajó con el constructor de instrumentos de percusión Sigfredo Taquechel -cuyos cueros han sonado en las orquestas de Edesio Alejandro y Elito Revé-, y los luthiers Antonio Monier, Adán Portilla y José López.
Se logró, asegura, documentar la actividad que realizan, a la vez que se rescata el conocimiento de esa práctica “necesaria y hermosa en demasía, que demanda urgentes esfuerzos para socializar el saber y gestionar los recursos necesarios para su realización”.
En esta etapa, como estaba previsto antes de la aparición de la pandemia de la COVID-19, se trabajará además en el inventario del son, como género musical, y específicamente con el changüí, como célula primaria del primero, nacida entre cafetos y guardarrayas de esta zona oriental.
Serán documentados, en consecuencia, los grupos portadores de ese ritmo musical como la agrupación yaterana Estrellas Campesinas, que hoy dirige Juan Savón, y las peñas changüiseras que lo han mantenido como una tradición viva en barrios y comunidades de la provincia.
El proyecto, que integra al Consejo provincial de Patrimonio, el Consejo de Casas de Cultura y los especialistas de la red de museos, se realiza en todos los municipios, y permitirá elaborar multimedias, libros, artículos, muestras fotográficas…, como prueba documental de la cultura popular tradicional guantanamera.
Además de la salvaguarda del PCI de la más oriental, el proyecto, que forma parte de la estrategia cubana para implementar la convención 2003 de la Unesco que promueve la sensibilización y respeto a las expresiones vivas de cada nación; servirá de referente para centros de estudio e investigación de Cuba y el mundo sobre el tema.