Las personas obesas tienen más riesgos de padecer enfermedades crónicas como diabetes, trastornos cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares..., también mayores implicaciones en la COVID-19, así expresó la doctora Liset Pereña Haber, responsable del programa de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, en el Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología en Guantánamo.
Argumentó que estudios publicados recientemente aseguran que los obesos tienen más riesgo de desarrollar un padecimiento más grave como consecuencia del SARS-CoV-2. “Es, además, un factor de riesgo para la hospitalización, secuelas irreversibles y desenlaces fatales”, aseveró.
Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad y el sobrepeso han alcanzado proporciones epidémicas. En América, la prevalencia es más elevada que en las demás regiones de la OMS, con 62,5 por ciento de los adultos con sobrepeso u obesidad. Si se examina únicamente la obesidad, se estima que afecta a un 28 por ciento de la población adulta.
Pereña Haber explicó que al cierre del 2020 se reportaron en la provincia 6 mil 489 individuos con esa característica, para una tasa de 1.26. “La pandemia tiene mucho que ver en el subregistro de personas con esa condición sin dispensarizar y, por ende, sin tratar”, enfatiza.
Cada 30 de octubre se celebra el Día Mundial contra la Obesidad. Este, como cada año, se resalta la necesidad de lograr una alimentación sana; la realización de actividad física: 10 minutos diarios de ejercicios cardiovasculares, aerobios, caminar o hacer movimientos para impulsar el ritmo del corazón y así aumentar la circulación sanguínea; el yoga y el taichí igualmente pueden practicarse en casa de manera regular, o levantarse bien temprano para correr..., y alejarse del alcohol y el cigarro.
La doctora destacó también aprovechar la efeméride para que las personas se preocupen por conocer cuándo están por encima de su peso ideal y deben adelgazar o son demasiado delgadas. Según la OMS, se calcula el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual consiste en dividir el peso (expresado en kilos) entre la estatura (en metros), elevada al cuadrado (kg/m2). El IMC indicará si el peso es correcto en función de la estatura.
Al decir de la especialista, un IMC inferior a 18 se considera bajo peso; de 18.5 a 24.9, peso saludable; de 25 a 29.9, sobrepeso; igual o superior a 30, obesidad.
Lo cierto es que además de la atención oportuna para evitar males mayores por causa de la todavía enfermedad estigmatizada, la actividad física es imprescindible, siempre que sea posible, para todas las personas independientemente de su edad y condición. Todo ello y la educación al respecto, debe promoverse desde edades tempranas.
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ESCRIBO DESDE LIMA PERÚ. MIS AGRADECIMIENTOS POR SU RECOMENDACIÓN MÉDICA
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