Nadie lo dudaría, lo es por derecho propio y por convertir a la provincia en escenario de sus múltiples visitas, unas 25 aseguran los historiadores, durante las cuales mucho sembró y proyectó en tierra fértil de revolucionarios que no lo dejarán morir.
A seis años de su desaparición física, su paso se recuerda por la urbe del Guaso, donde llegó el 3 de febrero de 1959, a solo 33 días de haber descabezado la tiranía de Batista. Se fundió en un mar de pueblo impregnado de Segundo Frente Oriental e históricas batallas y le habló desde el mismo escenario que recibió al General Pedro Agustín Pérez cuando los mambises acabaron con el poderío español.
La Plaza 24 de Febrero se colmó y la Escuela de Comercio sumó otro capítulo a su singular prontuario histórico. Pero solo sería la primera visita, allí volvió para reunirse con los trabajadores cubanos de la ilegitima base naval yanqui entre otros muchos pasos por la ciudad capital.
Pero su estatura de gigante y botas de siete leguas transitaron numerosas veces los senderos de Baracoa donde era común el intercambio con pobladores, combatientes, campesinas… cruzó sus ríos y de monte en monte desanduvo San Antonio del Sur, Yateras, Maisí, La Caridad de los Indios, Niceto Pérez con sus escuelas, autopista y gran presa…
También Caimanera y Boquerón, a los que bautizó como pueblos heroicos en memorable discurso de la Plaza de la Revolución Mariana Grajales, donde habló en sendos 26 de Julio en 1985 y 1995, escenario en el que se le entregó la réplica del Sable de ceremonias de Pedro Agustín Pérez y La Fama, símbolo de la ciudad de Guantánamo.
Cajobabo lo recuerda con particular intensidad. Allí echó a volar la estrategia del médico de la familia y supo de Salustiano, el hijo de los Leyva que con 11 años conoció a Martí, en noche tormentosa que bajó estrellas a La Playita, y allí, en el centenario del desembarco, recibió simbólicamente, en la oscuridad, la Bandera Cubana que entregó a la juventud, el relevo, para que lleve adelante la imperecedera obra que junto a su pueblo fundó.
Fidel visita por primera vez a Guantánamo: 3 de febrero de 1959.
Diálogo con estudiantes en el umbral del hotel Martí.
Intercambio con familias campesinas baracoenses.
A orillas del río Toa.
Fidel en la zona de desembarco mercenario en Baracoa 1970.
Junto a Ramiro y Guillermo García en operaciones militares en Baracoa.
Durante la inauguración del poligráfico Juan Marinello: Primero de julio de 1977.
En Alto de Quimbuelo trazó el programa de desarrollo del Valle de Caujerí.
Acto central por el 26 de Julio: 1995.
La Fama le fue conferida al Comandante en Jefe.
Homenaje a Martí en el centenario del desembarco por La Playita, en Cajobabo.
Desde Cajobabo, Imías, extensión del programa del médico de la familia.
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