La disminución de la entrega de agua desde la presa Faustino Pérez -abastece al 80 por ciento de la población de la ciudad de Guantánamo-, combinado con la inestabilidad del bombeo del río Bano, son las principales causas de los problemas de abasto del vital líquido en la urbe durante los últimos días.
Evian Robert Matos Romero, vicedirector de la Empresa municipal de Acueductos y Alcantarillados, explica que debido al déficit de precipitaciones de los últimos meses, fue necesario disminuir la entrega desde ese embalse de 910 a 850 litros por segundo.
Tal medida incrementó a 130 días la cobertura de ese embalse, que almacena unos 13 millones de metros cúbicos (m3) del vital líquido en su vaso con capacidad para atesorar 26 millones, de los cuales cuatro se consideran como volumen muerto, pues se encuentran por debajo de las obras de toma.
En medio de esta coyuntura, las lluvias en el municipio de El Salvador, provocan turbiedad en el caudal del río Bano y la paralización frecuente de la bomba de pozo profundo que, directamente de esa corriente fluvial, suele aportar al reparto Caribe hasta 95 litros por segundo.
Lo anterior, reconoce el funcionario, provoca que aunque no se han modificado los ciclos de distribución, estos se alarguen debido a la baja presión en las tuberías, sobre todo en zonas del norte, el centro alto, el reparto Caribe y, en general, los puntos más elevados de la urbe.
Una de las alternativas es la instalación de las conexiones faltantes de la conductora Bano Sur, una inversión en proceso de aprobación por el Instituto de Recursos Hidráulicos que, de concretarse, podría mejorar la distribución en las villas María y Esperanza, y los barrios Primero de Mayo y Pastorita, precisa.
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